Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

11. Las dos nuevas élites

He logrado dormir, aunque sea solo un poco. El cansancio aún exige quedarme un poco más sobre las cálidas y confortables sábanas, me estiro sobre la cama y giro la cabeza para observar la hora que proyecta el holograma del reloj digital que tengo a un lado. Ya se me está haciendo algo tarde, no debo perder tiempo, así que me levanto de la cama, me doy una ducha y luego elijo un nanotraje cualquiera. Con una cinta negra ato mi cabello y antes de salir me paso por la cocina para prepararme algo para comer, después de desayunar salgo de mi casa y entro al portal para dirigirme al palacio, debo de continuar con mi trabajo.

El Palacio luce con normalidad, es un día tranquilo como cualquier otro, no hay revuelo por una posible aparición de Ashtaria, es como si ella aún siguiera muerta para todos… Me pregunto si Ashtaria vendrá a dar la cara, Handul debe de haberle informado a mi Padre y al resto de la Élite, pero al parecer el resto del mundo aún no sabe lo sucedido, sino ella ya estaría entre los temas principales de los medios de comunicación... ¿Y si se da a conocer al mundo sobre el extraño regreso de Ashtaria?... ¿Cómo se manejaría eso? Cuando intenté revivirla no se me paso por la mente todas las consecuencias, no pensé en el cómo la gente tomaría el hecho de que una élite regresó a la vida y fue revivida por un mikadeano.

«Ashtaria, al final soy yo el anormal y el más raro de todos».

Voy caminando por los pasillos del Palacio y, de repente, soy sorprendido por Neefar, quien me ha llegado por la espalda y me saluda de forma animada mostrando una gran sonrisa.

—¡Ey, Kiharu!, ¿cómo amaneces hoy?

—Pude descansar algo, pero no del todo —respondo logrando que la sonrisa de Neefar empiece a desvanecer, lo que me hace querer animarla—... Pero no te preocupes, me siento listo para trabajar y todo gracias a ti.

—Somos amigos desde hace mucho tiempo, cualquier cosa puedes contar conmigo.

Menos mal, Neefar vuelve a sonreír.

—Muchas gracias, Neefar, me alegra tenerte como mi mejor amiga.

—Igual a mí. —Puedo notar un leve sonrojar sobre sus mejillas y mientras me sonríe fija sus ojos turquesas sobre los míos—. Tus ojos ya se ven mejor, eso me da a entender que ya estás recuperándote. Sería bueno que a medio día vuelvas a tomar un descanso, puedes pasar por la enfermería y usar una de las camillas para que duermas un rato, te caerá bien.

—Sí, creo que eso haré.

—¿Has visto a Klea?

—No, pero supongo que está en el laboratorio de investigaciones, ¿vamos?

Mientras caminamos por el área de ingeniería del Palacio, me cautivo con una Neefar de sonrisa radiante, me encanta verla sonreír, es de esas personas que fácilmente pueden contagiarte de felicidad, la escucho con atención mientras me va contando sobre algunas de las tecnologías que se llevarán en la misión de Tiakam.

—Estoy muy emocionada por usar la nueva tecnología de manipulación genética que he desarrollado junto a Brawn, es algo increíble.

—¿De qué trata?

—Con esa tecnología podríamos manipular los genes de los seres vivos; cambiar la estructura del ADN y crear seres vivos jamás vistos antes, ¡es como jugar a ser el creador de todo! —responde en un tono muy entusiasta.

—¡Eso suena increíble!, por favor permíteme ayudarte cuando empieces a usarlo. Sabes que todo lo que sea ciencia me vuelve loco.

—¡Sí..., hagámoslo! —me sonríe mostrando sus dientes, definitivamente solo ella logra contagiarme con su alegría.

—¡Genial!, estaré impaciente.

Hemos llegado al salón de investigaciones. Klea y el equipo de científicos ya están aquí. Como todos los días, lo primero que hago al llegar es saludar a todo el equipo, y luego verifico que todos los monitores espaciales estén encendidos ya que eso garantiza que nuestro sistema planetario está libre de cualquier tipo de amenazas, es bueno encontrar que todo está en perfecto estado.

—¡Kiharu!, ven —Klea me llama, así que voy con ella.

—Klea, Neefar vino buscand…— no me deja terminar de hablar y me jala del brazo.

Klea voltea a ver a Neefar y con un gesto le hace entender que espere un momentito.

—Nee, ya regreso

Ya hace un tiempo que Klea se refiere a Neefar como «Nee». Ella se me acerca a la oreja y ahora parece que me quiere susurrar algo.

—¿Qué paso con Ashtaria, cuanto tiempo pasó para que te dieras por vencido?

En ese preciso momento me entra una llamada por mi transmisión.

—Klea, hablamos luego de eso, mi padre me está llamado.

—Ok.

Activo la llamada holográfica y aparece el rostro de mi padre junto con Handul.

—Kiharu, vente al parlamento, trae a Klea y si ves a Neefar también tráela —ordena mi padre.

—Estamos llamando a toda la élite, vamos a hablar de… ya tú sabes quién —Handul intenta no decir mucho del tema, pero estoy claro de que se trata de Ashtaria.

—Ok, ya voy.

La transmisión se cierra y cuando volteo a ver a Klea esta se me queda viendo con cara de cazadora de chismes.

—Klea y Neefar, tenemos reunión con la élite, debemos ir al parlamento ya.

—¡¿Qué?! ¡Mi primera reunión con la élite! —Klea grita de emoción.

—Sí —Neefar le muestra una sonrisa gratificante.

—¡Que emoción! —De repente, Klea cambia su estado alegre a pánico— ¡Ay no…!

—¿Qué pasó? —pregunto a Klea.

—¡Estoy muy nerviosa!; y si es porque viene otra amenaza, o peor aún…, ¿será que me van a sacar?

Me provoca soltar un par de risas.

—Nada de eso. Quédate tranquila, vamos —trato de tranquilizarla con una sonrisa y con un par de palmaditas en la espalda.

Mientras vamos caminando los tres juntos, mis ojos buscan el rostro de Klea, ella realmente está asustada, es muy gracioso verla así.

—¡¿Qué te causa risa?! —Klea me cuestiona al notar mis ganas de reír.

—Nada —le sonrío mostrando mi dentadura.




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