Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

12. No te tengo miedo

Mi padre, conocido como el Gran Halu, fija su mirada sobre Ashtaria y empieza a hablarle.

—Ashtaria, es necesario que sepas que en tu ausencia me vi obligado a buscar a alguien que cubriera el espacio que habías dejado y para ello, mi mejor opción fue Klea. Ella es una experta en meteorología y también tiene buenos conocimientos de astronomía...

«Ashtaria, tu rostro muestra desaprobación, disgusto y una supuesta sonrisa de aprobación que a nadie convence».

—Klea va a seguir trabajando con Kiharu en el departamento de... —mi padre es interrumpido por Ashtaria, quien se ve angustiada.

—Gran Halu, no me quite mi trabajo, por favor. Amo lo que hago, prometo ponerme al día en todo...

—Ashtaria, nunca dije que te sacaría del equipo de investigaciones espaciales. Aún eres la mejor astrónoma en Mikadea, así que también vas a seguir trabajando con Kiharu y al igual que Klea, eres una élite.

—Entonces ahora no solo tengo una mano derecha, sino también una izquierda —digo viéndolas a las dos.

—Así es, Kiharu. Cada una va a trabajar en su especialidad, Ashtaria, tú solo te encargarás de la astronomía. Klea, tú vas a estar a cargo de los asuntos climáticos.

Me alegra saber que Ashtaria seguirá trabajando a mi lado, pero presiento que nada volverá a ser igual. Cada vez que su mirada recae sobre mí siento un aura pesada; definitivamente no va a hablarme por un buen tiempo, y es una lastima, pues siempre nos hemos tratado como hermanos y ahora toda esta cercanía se está desmoronando.

Al salir del parlamento, Ashtaria, sin ni siquiera verme a la cara, sigue adelante; Klea camina conmigo de regreso al laboratorio, la escucho lanzar un gran suspiro y ahora la veo más relajada.

—¡Pero que susto! Cuando el Gran Halu pidió que nos quedáramos pensé que me iba a quedar sin trabajo... Qué bueno saber que ambas seguiremos trabajando.

—Sí..., pero no sé como será trabajar ahora con Ashtaria.

—¿A qué te refieres?

Al entrar al departamento vemos como todos están saludando a Ashtaria. No hay problema con que ella cuente lo sucedido al equipo de trabajo, ahora que va a volver a trabajar es necesario que todos aquí sepan como se dieron las cosas, es importante preservar la confianza que hay entre todos.

Klea se me ha acercado al oído, quiere susurrarme algo. —Kiharu, necesito cambiar de escritorio, el que tengo le pertenece a Ashtaria.

—Cierto. Voy a pedir que traigan un escritorio para ti, ve desocupando ese.

Ashtaria se percató de nuestra presencia, viene hacia nosotros.

—Klea, necesito que me ayudes a ponerme al día.

—Sí, no hay problema...

En otras circunstancias Ashtaria me habría pedido ese favor a mí, pero ella ni siquiera intenta tener contacto visual conmigo, no me ha dirigido la palabra en ningún segundo del día.

—¡Genial, llegó mi escritorio!

—Amigo, puedes poner el escritorio de Klea al lado del mío, aquí hay espacio —le digo al chico que trajo el escritorio.

Después de que Klea arreglara el escritorio se reunió con Ashtaria, ambas empezaron a ver los estudios astronómicos recientes. Por ahora todo va tranquilo, solo que el ambiente es algo incomodo y gris.

—Tus análisis son buenos, pero aún faltan detalles que son clave en la misión. En especial ese planeta gaseoso, falta saber cuales son los asteroides cercanos y qué podría ser riesgo para nuestra tripulación —dice Ashtaria a Klea en un tono serio.

—Bueno, ahí están señalados los asteroides, solo me faltó clasificarlo por niveles de riesgo.

—¿En serio? —Ashtaria muestra una sonrisa llena de cinismo—, que bueno que estoy de vuelta, si fuera por ti ya estaríamos viajando a nuestra muerte —también está siendo un poco arrogante.

—¿En serio vamos a hablar de muerte? —Klea nunca se deja intimidar, característico de ella.

Esto no está pintando bien, Ashtaria se ha levantado de su escritorio y ha acercado su rostro al de Klea en forma muy intimidante. Klea también se ha puesto de pies y le demuestra que no le tiene miedo.

—Mira, niña, cuidado con pasarte de la raya. Yo tengo más experiencia que tú en todo esto —presume Ashtaria.

—¡Esta niña te puede partir la cara en cualquier momento! No porque seas más alta que yo significa que no sepa darte una buena paliza… Y recuerda esto: ¡solo eres 200 eclipses mayor que yo! —Klea sacando su lado agresivo.

—¡Ja!, esta niña se cree mucha mierda.

—¡Ey, paren las dos! —trato de detenerlas porque si no podrían agarrarse a golpes.

Klea se separa de Ashtaria y se sienta en su nuevo escritorio y yo, junto con mi silla, me voy hasta donde está ella.

—¡Klea, contrólate! —le hablo en voz baja, no quiero que alguien escuche mi conversación con Klea, menos Ashtaria.

—¡Me da coraje, Kiharu! ¿Qué pasa con la muertita?

—Primero, no la llames así, podría escucharte y complicar las cosas. Segundo, para ella fue difícil todo esto de la resurrección, no sé si ya lo notaste, pero ella ni me habla, ahora mismo debe estar maldiciéndome.

Volteo a ver a Ashtaria y ella rápidamente aparta la mirada, estaba viéndome.

—Tienes razón, te ha ignorado todo el día..., pero no es motivo para desquitarse conmigo —Klea está reprochándome.

—Sí, te comprendo... solo démosle tiempo.

—¡Ok, lo intentaré! —empieza a utilizar su brazalete de transmisión—... Ahora voy a llamar a Neefar, ya es hora de almorzar y quedamos en comer juntas.

Frente a Klea se levanta un holograma con el rostro de Neefar.


—Hola Nee, ¿lista para almorzar?

—Que va..., lo siento, amiga. Vas a tener que almorzar sola hoy, yo estoy ocupadísima con el inventario de la misión.

—Oh... Comprendo, ni modo. Me contactas luego, tengo que contarte un par de cosas.

—Ok, dale. Yo te llamo.

Klea finaliza la transmisión y se levanta del escritorio para ir a almorzar.

—Klea, espérame. Almorcemos juntos.

—¡Sí, vamos! —Klea me responde muy animada.

—¡Kiharu, espera! —mi corazón ha dado un brinco, por fin Ashtaria tiene algo que decirme.

—¿Sí, qué pasa?

—Ehm... Cuando regreses necesito que me expliques algunas cosas.

—Pensé que ya habías revisado todo con Klea...

—Es que encontré un par de cosas que quedaron por fuera.

—Ok, cuando regrese lo vemos.

—Ok —rapidamente, me quita la mirada.

Al salir del departamento de investigaciones nos encontramos con un pasillo transitado por varios de los Mikadeanos que trabajan en el Palacio, varios de ellos se nos acercan y nos saludan con mucha cordialidad, algunos parecen sentir más libertad con Klea, incluso le saludan junto con alguna broma. Klea es muy sociable, podría jurar que conoce a todos los que trabajan en el Palacio, a parte de ser una chica muy hermosa, también es sumamente amigable.

De repente, Klea se me ha adelantado unos pasos, y al estar frente a frente puedo percatarme de que está por decirme algo.

—¿Qué fue eso de hace un rato?

—¿Qué? —le pregunto con mucha incertidumbre.

—Eso que dijo Ashtaria cuando nos veía salir… Estoy segura que vimos todas las investigaciones, nada ha quedado por fuera.

—¿Por qué ella se inventaría eso…? Vamos Klea, yo sí creo que necesita mi ayuda.

—¿Sabes lo que yo creo?

—¿Qué?

—Que está muerta..., pero esta vez…, muerta de celos —lo dice y nos echamos a reír.

—Ya desliguemos la palabra "muerte" de Ashtaria.

—Pero es cierto, cuando te acercaste a mi escritorio a hablarme con secretismo..., ella no te quitaba la mirada de encima, esa mirada reflejaba… ¡celos!

—Ya no intentes ilusionarme, ella jamás sentiría celos por mí.

-—¿Por qué no? Quizá y solo sean celos de amistad, o quien sabe..., tal vez ella también esté enamorada de ti.

—¿Tú crees?

—Sí. ¡Oh! ¡Se me acaba de ocurrir algo! —dice eso y enseguida suelta una carcajada malévola.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.