Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

21. Saliendo de Mikadea

Amanece un Mikadea radiante y fresco, me asomo por la ventana de mi recamara y en el cielo se puede ver como algunas naves de corto viaje empiezan a despegar rumbo a la nave nodriza. Abro mi guardarropa y saco el nanotraje que tenía pensado usar hoy; entro al baño, me desvisto y me doy una ducha. Mientras el agua cae sobre mi cabeza, recuerdo todo lo ocurrido con Ashtaria y me pregunto, ¿realmente tengo que rendirme por ella? No, lo mejor es no insistirle más, ya está enamorada de Handul, sería lo más justo para ella... Esta vez sí voy a pensar en ti, Ashtaria.

Salgo de la ducha y me visto con el nanotraje que saqué de mi guardarropa, activo el sistema de mi brazalete y con él elijo el diseño de ropa que voy a usar hoy. Arreglo mi cabello y luego me dirijo hacia la cocina para preparar mi desayuno, al terminar de comer salgo de la casa y me dirijo a cruzar el portal más cercano que me llevará a la plataforma de despegue.

Al cruzar el gran portal llego a la plataforma, al primero que encuentro es a Polh, él está alistándose para salir en una nave de corto viaje.

—¡Hey, Polh!, buen día.

—Buen día, Kiharu.

—¿Ya vas saliendo rumbo a la nave nodriza?

—Sí, ya quiero ver el suelo de Tiakam para ver que maravillas puedo construir en el.

—Bueno, lo más seguro es que sea parecido a nuestro suelo.

—Eso sería genial.

Las personas siguen llegando a través del gran portal, entre esas personas ha llegado Neefar y Klea.

—Mira, ahí vienen Neefar y Klea —le digo a Polh.

—Me aburre viajar solo, así que voy a decirle a Neefar que se vaya conmigo en la nave —suelta un par de risas pícaras—. Tú podrías decirle a Klea.

Polh muestra una cara maliciosa, traviesa, tiene la mirada encima de Neefar.

—¿Y si mejor yo me voy con Neefar y tú te vas con Klea?

«¿Por qué dije eso?»

—No, amigo, yo me voy con Neefar. Klea se lleva mejor contigo —se echa a reír de tal manera que me fastidia.

«Maldición, tiene razón. Klea no ha tenido oportunidad de relacionarse con él».

—Tú ganas —le digo a Polh entre falsas carcajadas, yo realmente no estoy contento con esto.

Ambas chicas se nos acercan.

 

—Buenos días, señores. ¿Ya van saliendo? —Neefar nos saluda con una amable sonrisa.

—Hola, buenos días, bellezas. Ya vamos saliendo —Polh es el que responde.

—Genial, ¿tienen espacio para nosotras? —Klea le pregunta.

—Sí... Neefar, ¿por qué no vienes conmigo?, Kiharu dice que se va con Klea.

—Ah, bueno…, si ya lo decidieron, vamos —Neefar lo dice viendo fijamente a Klea.

—Nee, creo que mientras veníamos hacia acá, ellos lo estaban discutiendo —se sonríe con suspicacia.

—Creo que estás en lo cierto.

«¡Detente!, deja de sonreír de esa forma. No me hagas esto, Neefar. Ya decidí que no iba a enamorarme de ninguna de ustedes».

—Vamos, Klea, que antes de partir quiero hacer unas cosas —la tomo del brazo para llevarla a mi nave.

—¡Dale, vamos!

Ambos nos dirigimos hacia una de las naves de corto viaje que está disponible. Por suerte esta vez no estaré piloteando una chatarra y, por los que veo, Neefar también va en una buena nave. Regreso mi atención hacia la nave que voy a pilotear e inmediatamente abro la capota que da acceso al control de mando. Ambos ponemos un pie sobre el borde de ala y nos impulsamos para caer en el interior de la nave. Luego nos acomodamos en nuestros asientos.

—¡Hora de irnos! —Klea se ve muy entusiasmada.

Enciendo el centro de control de la nave y activo los propulsores. Verifico que todo esté bien..., y no..., no está todo bien, al menos no conmigo. Desde acá puedo ver como Polh y Neefar están sonriendo juntos, ambos también están por despegar.

«Neefar, me molesta que puedas sonreír de esa forma frente a Polh. ¿Será que ahora que el viejo Polh está más joven lo ves más atractivo?».

Polh, ya en el aire, sale en su vuelo directo a la nave nodriza, yo le sigo atrás. Él empieza a acelerar y a alejarse de mí, más yo no pienso quedarme atrás, acelero tanto que hasta llego a rebasarlo en un par de segundos.

—¡Wow..., a toda marcha, amigo! —Klea lo grita muy emocionada, parece que le gusta la velocidad.

Parece que Polh se ha dado cuenta que yo quiero llegar primero para restregarle mi victoriosa en la cara, así que él igual empieza a retarme, me está rebasando, pero yo no me dejo.

De pronto, la transmisión de la nave se ha activado.

—¡Kiharu!, ¡¿qué crees que haces?! ¡Polh, ya deja de jugar a las carreritas! —Neefar se escucha enojada y muy asustada.

—Nena, aquí el que empezó a retar fue mi amigo Kiharu, no voy a permitir que me gane.

Vamos en altas velocidades y estamos por cruzar la capa de ozono de nuestro planeta.

—Neefar, lo siento, amiga. Yo necesitaba hacer esto, lo extrañaba; es como cuando Handul y yo nos divertíamos de niños.

—¡Me vale!

Ups, está molesta. Había olvidado el trauma que pasó ayer.

—Discúlpame, Neefar. Ya acabemos con esto —bajo la velocidad de la nave, no quiero que Neefar pase un mal rato.

«Me siento como un estúpido niño, lo siento, Neefar».

—¡Auch! ¿Por qué me golpeas? —he recibido un golpecito por parte de Klea.

—Amiga, ya lo golpeé por ti.

—Gracias, amiga.

Hemos cruzado la atmósfera de Mikadea y ahora nos encontramos en el espacio, solo nos queda usar los propulsores de baja presión para llegar a la nave principal.

—¡Adiós, querido planeta!, voy a extrañarte —Klea observa a través de la ventana mientras nos alejamos de nuestro planeta.

Es cierto, cuando regresemos a Mikadea habrán pasado 1200 eclipses… Eso es bastante tiempo. encontraremos un planeta más caliente y tal vez con graves problemas climáticos. Mikadea, mi amado hogar, volveré solo para salvarte.

Hemos llegado a la nave principal, Polh y Neefar están en la plataforma naviera principal. Klea y yo bajamos de la nave, y Neefar, al notarlo, viene a toda prisa hacia nosotros. Esto no pinta bien, se ve muy enojada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.