31. El fin de los Croolers

Siento mucha rabia, no lo digo por los croolers, sino por mí. Me molesta que cada vez que me disponga a proteger a una persona, pareciera que instantáneamente se abriese una sentencia de muerte en su contra, es como un golpe de mala suerte que produce mi instinto protector. Ya estoy pensando seriamente en evitar proteger a las personas que más quiero..., pero hay que aceptarlo; sé que las intentaré proteger… incluso de forma inconsciente.

Voy corriendo con mi rostro hinchado y bañado en sangre, mi visión aún es borrosa, pero por lo menos puedo ver las siluetas jorobadas de los croolers; eso me permite encontrar el punto exacto que debo cortar.

—Ashtaria, ayúdame un poco... Te voy a jalar de un brazo y con el otro necesito que vayas trepando la valla... —Klea se esfuerza por sostenerla, su rostro lo demuestra, pero Ashtaria está demasiado débil como para sacar fuerza y trepar la valla. Por suerte, Handul también va a su rescate y mientras yo tumbo la cabeza de dos croolers ellos están salvándola.

—Ashtaria, te ves agotada…, no intentes nada, solo recupera algo de fuerza y quédate cerca de Neefar.

Ashtaria está a salvo, pero incapacitada como para entrar en batalla, así que ella tendrá que quedarse cerca de Neefar, quien aún sigue inconsciente.

—No se preocupen por Neefar, ella aún está respirando —dice Ashtaria.

Todavía siento mucha furia dentro de mí, el crooler que tengo enfrente es el que le dio ese golpe mortal a Neefar y quien continuó pateándola, incluso cuando ella ya estaba inconsciente en el suelo.

No podía pasar sus acciones por alto, merece morir de la forma más cruel.

Está algo asustado, ha dado un paso atrás y trata de disimular su miedo con una supuesta sonrisa cínica. Con una de mis extremidades metálicas lo alzo por el cuello y con otras dos le dejo ciego, de sus ojos desemboca una cascada sangrienta de color verde oscuro, su grito es tan agudo que me produce dolor de cabeza, así que, para no alargar más, termino por cortarle el cuello.

De pronto todo ha quedado en silencio, observo a mi alrededor y puedo decir que hemos acabado con todos.

—Eso ahí abajo parece un vertedero de croolers —Polh echa un vistazo en el precipicio del centro de la sala.

El vertedero de croolers es lo de menos, el lider de los croolers viene hacia nosotros y no se ve muy contento, somos seis vs uno... ¿Realmente cree que puede contra nosotros?

—Hasta aquí llegaron, señores...

Todos nos lanzamos contra él... Handul y Polh van gritando con mucha energía, avanzan hacia Rid con sus armas ya creadas, una espada y unos puños espinados.

Kimku va con sus dagas en las manos y Klea aún mantiene su espada empuñada. Brawn tiene una cara que refleja mucha seriedad, y es que es tanta que hasta provoca temerle.

Yo no estoy del todo bien, me siento algo mareado y no me queda mucha energía, pero aún así, con mi cuerpo hinchado y ensangrentado, sé que puedo darle una buena batalla, puedo estar algo agotado, ¡pero mi ira sigue intacta! Ya tengo tres extremidades metálicas listas para empezar a degollar.

Rid está aún esperando que lleguemos hacia él, no hace el mínimo intento para protegerse o moverse del lugar, solo se ha quedado parado esperando recibir los golpes.

El primero en atacarlo es Polh, lo ha golpeado en el pecho con sus enormes puños metálicos, pero por desgracia estos terminan rompiéndose y perdiendo gran cantidad de partículas.

Rid sigue inmóvil, se está riendo tan fuerte y con tantas ganas, es como si supiera el resultado de este combate, está seguro que esto lo ganará él y yo estoy harto de esa risa Malévola,

—¡¡Te voy a tumbar esa sonrisa de un solo corte!! —Handul está muy furioso, está de más decirlo, ¿verdad? Ha dado un buen salto y blande su espada sobre el cuello de Rid, eso debería ser suficiente para matarlo, al igual que con cualquier crooler, pero resulta que Rid no es cualquiera, no sé qué tiene en ese cuello que ha quedado intacto... Quien resultó dañada fue la espada de Handul, y también le hace perder una gran cantidad de partículas—. ¡¡Maldición!!

—Ustedes me dan vergüenza ajena —lo dice en un tono de voz ronco y grave, muestra una sonrisa torcida.

A partir de ahora puedo decir que estamos en serios problemas, no tenemos estrategias ni plan de ataque, me doy vuelta a ver a Brawn y he notado que no tiene la más mínima idea de qué hacer... ¿Realmente estamos perdidos?

Siento que una sombra ha saltado tras de mí, justo ahora está pasando sobre mi cabeza, enseguida subo la mirada y veo que se trata de Polh; ha caído sobre el pecho de Rid y usando sus dos piernas lo empuja hasta tumbarlo.

A Kimku se le ha ocurrido algo y está creando una gran barra flexible de partículas metálicas, ha usado todas las partículas del traje y se ha quedado sin armadura. La ha lanzado con mucha fuerza sobre el suelo de la nave, ha amarrado la muñeca derecha de Rid y con ella lo ha inmovilizado.

—¡¡Ya saben qué hacer!!

«Es cierto... entiendo lo que quieres hacer, Kimku».

Así que todos empezamos a crear barras metálicas igual de fuertes que la de Kimku. Rid tiene un rostro de mucho pánico, está usando todas sus fuerzas para intentar librarse.

—¡Se está rompiendo! —grita Brawn.

Parece que no es lo suficientemente resistente para retener a Rid... Handul no se rinde y lanza su barra de partículas para mezclarla con las que lanzó Kimku. Rid está haciendo más fuerza para romperla e intenta ponerse de pies, pero le es imposible.

—¡¡Necesitamos la misma cantidad de partículas en el otro brazo!! —es una orden de Handul.

Polh se acerca a Rid y con uno de sus pies presiona con fuerza sobre el brazo izquierdo del crooler para inmovilizarlo y seguido lanza su barra de partícula sobre la muñeca izquierda. Brawn se le acerca y mezcla sus partículas con las de Polh.

Klea me mira con aires de victoria y me asiente, juntos vamos a inmovilizar las piernas de Rid. Ella lanza la barra sobre la pierna izquierda y yo sobre la derecha.

—Las barras de las piernas no van a aguantar mucho —le digo a Handul.

—Nosotras nos encargamos —¡es Neefar y Ashtaria!, ambas se ven mucho mejor. eso me llena de alegría. Ambas están creando las barras de partículas metálicas para luego cada una lanzarlo a cada pierna de Rid.

—Es peligroso dejarlo con vida...

—¡Ja!, imbécil... ¿Cómo crees que me vas a matar?

Todos me asienten, el próximo paso es el final y el último aliento de los croolers.

Me acerco hacia Rid y poso mis dos manos desnudas sobre su brazo izquierdo.

—¡Maldición!... ¿Qué me está pasando?, ¿¡¡qué me estás haciendo!!? —me quedo callado, no tengo por qué darle explicaciones a Rid—. Tú..., sabía que eras especial. Tus ojos son muy llamativos como para ser un Mikadeano normal —Rid siente mucho miedo, ya no lo puede ocultar, aparte su rostro refleja desesperación... Está perdiendo fuerzas, ya ni intenta romper las barras que lo sujetan. Con mi poder le estoy quitando la vida, sus ojos se van apagando poco a poco mostrando una ultima mirada agonizante hasta que por fin su cuerpo queda sin vida sobre el asqueroso y húmedo suelo.

—Ya está —me he quedado con el Zenfrex de Rid en mis manos, así que lo guardo en el compresor que me dio Brawn.

—Genial —escucho a Klea tomar un respiro—. Tuvimos mucha suerte de que ninguno de los otros croolers aparecieran.

«Klea, no sabes lo feliz que me hace verte ahí, con un pie sobre la cabeza del jefe de los croolers, haciendo una pose de conquistadora y sonriendo con mucho orgullo.
Llegaste y compusiste todo... ¿Qué hubiera sido de mí si llego a perderte?, ¿me hubieras agradecido por regresarte la vida?».