34. Ran: la singularidad de la materia transparente

Narrado desde la Perspectiva de Neefar.

Lo veo alejarse de mí como espora arrastrada por el viento y junto con él, se lleva parte importante de mi existencia.  

Vezto ha exigido que por lo menos alguien se quedase con él y ahora este planeta ha arrancado de mi vida lo único que he amado hasta empalagar mi alma, él siempre ha prometido protegerme y aún en sus últimos alientos ha sido así. 

Estoy extendiendo mis manos como si con eso lograra atraerlo hacia mí..., como si realmente creyera que va a suceder; es que realmente quiero que sea así, porque si no de qué forma podría ser. Aún no acepto la idea de perderlo, por esta razón, solo se me ocurre tratar de alcanzarlo con mis manos.  

«Kiharu, te necesito conmigo, por favor... estira tus manos que yo estoy aquí esperando para sostener las tuyas».   

De repente todos nos detenemos, estoy presenciando algo ilógico e imposible para la ciencia que conozco. Justo hace unos segundos estaba siendo lanzada lejos de Vezto producto del disparo de Kiharu,  y ahora todas las naves están detenidas, incluso Kiharu y toda la galaxia también lo están .  

Esto no es algo normal, mejor contacto al resto del equipo. 

—¿Alguien tiene idea de que está pasando? ¡¿Por qué nos detenemos así de repente?! 

Nadie está respondiendo. ¡¿Qué está pasando?! 

—¡Vamos, alguien responda! 

Mientras veo a las demás naves a través de los cristales, al fondo veo como se viene acercando un ser de luz, es la silueta de una chica. 

—¡¡Oh mierda!! ¡¿Qué es eso?! 

De inmediato y con excesivo nerviosismo acelero la nave, pero nada en ella parece funcionar, hace un minuto mi nave estaba en buenas condiciones como para salir disparada de aquí. 

«Neefar, no temas, no pretendo hacerte daño alguno». Alguien está hablándome mentalmente, es como si me escuchara a mí misma, tiene mi tono de voz. 

—¡¿Qué está pasando, tú  provocaste todo esto?! 

«Sí, estoy aquí porque tus emociones son demasiado fuertes como para ser ignoradas». 

—¿Quién eres? —le pregunto al ser que tengo cada vez más cerca de mí. 

«Mi  nombre es Ran, soy una singularidad de la existencia, la singularidad de materia transparente que compone a todo este universo» 

—¡Espera…, eres igual que Zen! 

«Sí, supongo que Kiharu te comentó de él. Al igual que Zen,  yo soy solo una parte que proviene del creador de la existencia; y no somos los únicos, en total somos cinco singularidades. Tres de nosotros ya encontraron portador, tu serias la cuarta y luego falta encontrar el último». 

—¿Hay más como ustedes?, es increíble... 

«Sí, Neffar. Cuando encontremos el último portador volveré a ti y te explicaré la razón de todo esto. Por ahora te dotaré con el poder de la singularidad de la materia transparente». 

—¿Materia transparente? Nunca había escuchado de eso… 

«El universo está lleno de esta materia transparente, justo frente a tus ojos hay partículas de esta materia; en cualquier parte del mundo está, es el lienzo del universo». 

—¿La materia transparente está en el aire? 

«Sí, lleva ese nombre porque es transparente e intangible para cualquier ser vivo, lo que la hace más especial es su propiedad gravitatoria, mientras más materia transparente sea fusionada mayor será la gravedad en ella, incluso podrás crear agujeros en el espacio». 

—Ok, esto se está tornando aterrador… 

«A partir de ahora vas a tener un estricto control con tus manos, cualquier objeto que sea tocados con tus manos serán afectado por la gravedad, en especial con tu mano derecha, ahora con ella puedes aumentar la gravedad de cualquier objeto o ser vivo con tan solo tocarlo, y usando tu mano izquierda puedes disminuirlo hasta regresarlo a su estado normal, jamás podrás anular por completo la gravedad». 

—¡Wow!, ese es un poder muy peligroso... 

«Aprende a usar este poder lo antes posible, si no lo hacer empezarás a temer de él. Sé  que he dejado este poder con alguien responsable, confío en ti Neefar». 

La normalidad llega de forma imprevista y todo a mi  alrededor vuelve a entrar en movimiento, estoy siendo disparada a lo lejos de Vezto junto con el resto de la Élite. Llevo mi mirada a todos lados intentando encontrar a Ran,  pero no la veo, ella ha desaparecido.  

De pronto empiezo a sentir y a escuchar golpes sobre la nave, y así, de forma inesperada, veo como las rocas espaciales empiezan a estrellarse sobre mi campo de fuerza.  

Cierto, al parecer tengo poderes para aumentar la gravedad, justo ahora tengo agarrado el timón con mi mano derecha, debe ser eso. 

—¡Creo que Neefar está siendo atacada!, alguien le está lanzando rocas —dice Kimku desde el sistema de transmisión. 

—No te preocupes,  Kimku, no es eso... E staré bien. 

—¿¡Neefar, a qué  te refieres!? ¿¡Dime qué está pasando!?  —me grita Handul. 

Esta es la única forma de traer a Kiharu de vuelta con la élite, así que mantengo mi mano derecha sobre el timón de la nave y dejo que toda esta materia transparente se siga fusionando, voy a hacer de esta nave un centro de gravedad hasta atraer a Kiharu conmigo. 

—¡Mi nave se está frenando! —grita Polh. 

—¡La mía igual! ¡Vamos de regreso hacia Vezto!  —Kimku grita aterrado. 

—¡¿Qué está pasando?!, esto es algo imposible. Ningún planeta puede aumentar su gravedad de repente —Brawn se escucha muy sorprendido y sumamente asustado. 

—Pues, a mí me pasa lo contrario; mi nave ha aumentado la velocidad — dice Ashtaria con mucha incertidumbre, recordemos que ella venía detrás de mí.  

Y así todos empiezan a golpear el campo de fuerza de mi nave, soy un gran imán rodeado de naves espaciales. 

—Neefar, necesito que nos expliques qué está pasando, si es que tú sabes, claro —me dice Brawn. 

—No se preocupen, es algo que estoy haciendo para traer de vuelta a Kiharu, después les explico más detalladamente. 

La gravedad en mi nave sigue aumentando, las rocas espaciales golpean las naves de mis compañeros sin algún tipo de peligro, ya que los campos de fuerza pueden resistir mucho más que eso, incluso puede resistir toda la presión que está provocando la gravedad de mi nave.  

Trato de afinar mi vista sobre el radar de mi nave para lograr encontrar señales del regreso de Kiharu, y de pronto lo veo aproximarse... E nseguida siento como mi corazón h a dado  un brinco de pura felicidad.