Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

55. Duelo a muerte

Me siento fatal, la fuerte presión en mi pecho se hace sentir con un claro sabor a depresión y desilusión. Aun cuando Handul está en modo ataque y dispuesto a venir contra mí, aun así no puedo ponerme a la defensiva frente a él; le he fallado como hermano, el malo y el traidor aquí soy yo.

 

—Vamos, Handul…, esto lo podemos resolver entre tú y yo. Deja a Kiharu fuera de esto, fui yo quien se le metió por los ojos.

 

Handul no le responde, solo se ha quedado parado frente a nosotros con sus ojos cada vez más ardientes y su respiración más profunda.

 

—Handul…

 

—¡¡¡Ya cállate!!! —el grito de Handul es tan potente que produce un eco que alcanza hasta las cordilleras más cercanas. Ashtaria de inmediato se tensa aterrorizada, agacha su mirada y aprieta sus parpados. Realmente se ve muy asustada.

 

No me queda más nada por hacer, no hay explicaciones o excusas que valgan, solo lo que nos queda es resistir la furia de mi hermano; así que aquí estamos, apartado de todos, ni los Mikadeanos, ni lo Tiakamitas podrían encontrarnos. En esta llanura desierta solo hay un par de arboles y muy pocos seres alados que revolotean sobre el cielo azul.

 

Handul da un paso…, luego otro más… De pronto le vemos correr a toda prisa hacia nosotros, con sus fuertes pisadas levanta el polvo del suelo y le vemos construir un sable con las nanopartículas metálicas. La histeria se le representa en su apretada mandíbula; todo ese coraje que usa para empuñar el ornamento nos da a entender que esta batalla termina cuando una cabeza ruede en el suelo.

 

—¡¡Kiharu!! —Ashtaria grita de pánico al ver a Handul alzar el filo de su sable sobre mi cabeza; sin embargo, no logra alcanzarme, he podido escudarme con el brazo que apenas empezaba a cubrirse de nanopartículas tras haber activado el modo ataque.

 

Producto de aquel choque, ambos hemos perdido gran cantidad de nanopartículas, el sable de Handul ha terminado rompiéndose y las nanopartículas de mi brazo caen en pedazos sobre el suelo. Sé que no debo perder mi tiempo, por ello, y rápidamente, vuelvo a crear esa parte de mi nanotraje y, además, también creo un sable idéntico al de Handul.

 

—¡¡Ya deténganse!! —ninguno hace el mínimo caso a lo exclamado por Ashtaria, ambos nos lanzamos en ataque empuñando los sables—, ¡Si no se detienen tendré que llamar al resto de la élite!

 

El sonido que hace la afilada hoja al blandirse en el aire roza mi oreja al evadir efectivamente aquel ataque por parte de Handul. De inmediato intento golpear sus manos con el lado sin filo del sable para poder desarmarlo, pero él logra primero escudarse con el sable. Muchas más nanopartículas caen desperdiciadas.

 

—¡Ya, Handul, detente! —Ashtaria entra en la batalla en modo defensa, su armadura es más resistente a cualquier corte, pero si algún sable llega a alcanzar su cabeza podría morir.

 

Le veo ir contra Handul, trata de agarrarlo por los brazos para inmovilizarlo, pero no lo logra, lo tiene complicado, pues se trata de Handul, después de todo él es el mejor de la élite en lo que se refiere a duelos cuerpo a cuerpo.

 

—¡Ashtaria, llama refuerzos! —le grito en medio del agudo rechinar que hacen los sables al golpear y destruirse uno con otro.

 

Necesito que ella se aleje de nosotros, no quiero que salga lastimada.

 

—¡¡Largo!! —Handul la ha golpeado en el rostro con excesiva fuerza aturdiéndola al instante. La veo tirada en el suelo, inconsciente... No puedo pasarlo por alto.

 

—¡¡¿Qué crees que haces?!! —grito envuelto en cólera y me lanzo nuevamente contra él empuñando el sable.

 

—Se lo merecía. —dice mientras detiene mi ataque con ambas manos, destruye así sus guantes del nanotraje y mi sable.

 

Estamos solo nosotros dos, Ashtaria sigue inconsciente y, por lo que entiendo, no logró llamar al resto de la élite. Al final esto solo podremos resolverlos entre hermanos, yo aún estoy decidido a no matarlo, jamás lo haría…, pero al parecer su idea de matarme sigue en pie.

 

Con las nanopartículas de mi espalda empiezo a crear dos extremidades largas, hubiera creado tres, pero me he quedado con pocas materias metálicas. Handul también ha cambiado su forma de ataque, le veo crear otro sable en su otra mano, y ahora con dos espadas es más peligroso en combate.

 

A una gran velocidad, Handul blande su sable directo a mi cabeza, pero antes, yo logro agacharme lo suficiente como para evadir su ataque, al levantar mi rostro me encuentro cara a cara con él blandeando su otro sable, inclino mi rostro, pero aun así su filo llega a corta parte de mi mejilla y seguido me tumba al suelo producto de una fuerte patada en el pecho. Handul no pierde el tiempo, se para sobre mí y levanta su sable intentado punzar sobre mi cabeza, Handul hunde el sable sobre el suelo, pues ágilmente logro rodar, evitando así ser perforado.

 

De inmediato me levanto del suelo y siento la sangre deslizarse sobre mi mentón, el sudor cae y arde en la profunda cortada de mi rostro…

 

Solo necesito tumbarlo, bastará con solo dejarlo inconsciente…

 

Voy con gran agilidad, corriendo con mis dos extremidades listas para atacarle, él también se abalanza contra mí, está dispuesto a atacarme con ambos sables y, al estar lo suficientemente cerca, me dejo caer deslizándome sobre el césped y pasándole a un lado, todo mientras que utilizo mis dos extremidades metálicas para inmovilizar sus brazos y embestirlo. Handul cae al piso, luego voy sobre él, y sentado sobre su pecho empiezo a agredirlo con unos buenos puñetazos en el rostro. Handul está a punto a quedar inconsciente.

 

¡Maldición! Estaba a punto… Siento que todo duele dentro de mí.

 

Handul ha usado su última oportunidad y parece que con eso me ha ganado…

 

No me di cuenta en qué momento desintegró sus dos sables y luego, desde su espalda, creó dos extremidades metálicas, una de ellas la utilizó para destruir las partículas de la armadura de mi abdomen y la otra para perforarme justo ese punto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.