Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

65. La reunión con la élite

Puedo entender ese rostro enfadado, ella está clara frente al hecho de que Ashtaria y yo ocultamos algo, pero debería entender que aún sigue siendo mi hermana, que nuestra relación siempre será cercana. No veo el momento en el que pueda contarle todo lo sucedido a Neefar, no me gusta iniciar nuestra relación ocultándole cosas.  

¡Odio a ese infeliz!… ¿Será que esta nueva vida ha arrastrado las maldiciones de su antecesora? 

Quiero gritar frente a todos con un único objetivo, desenmascarar a mi hermano revelando su lado asesino, hacerle entender a todo Mikadea que él debe ser expulsado de la élite, y que es un peligro en el trono…, pero aquellos ojos dorados que alguna vez amé me suplican que mantenga la calma, que no forme un alboroto, es como si en silencio me gritara «¡detente, es peligroso!». 

—E-Empecemos con la reunión —Ashtaria toma la iniciativa—, y seamos rápidos, que hace un rato recibí informes de la nave nodriza, dice Yazu que el gran Halu estará llegando a Tiakam en menos de dos horas. 

—Genial —Handul le habla sonreído—, extraño a mi padre. 

—Ya los preparativos para su recibimiento están listo —dice Klea—, solo es cuestión de esperar que llegue para iniciar el festín.  

—Bien, ahora hablemos de las minas —con seriedad me adentro en el tema—, ¡¿Cómo es posible que, aún sabiendo los problemas que habían en las minas, Handul ni siquiera se presentara a supervisar?! 

—No tengo por qué darte explicaciones… 

Me levanto de la silla y golpeo la mesa de cristal con las palmas de mis manos.  

—¡¡Es tu deber proteger a los Mikadeanos!! 

Handul igual se levanta de su silla y me observa de manera retadora. 

—Y también lo es preservar el éxito de la misión, y ahora por tu mala decisión las minas están detenidas. ¡No estamos recibiendo oro! … ¿Si recuerdas que todos estamos en peligro de extinción? ¡Nos estás condenando a la extinción! 

—¡Ya basta! —Ashtaria se levanta de su silla—. Estamos aquí para buscar soluciones, no para echarnos la culpa entre nosotros. 

Nos mira con ojos intimidantes, puedo ver como intenta controlarse con respiraciones  longevas. 

—Ashtaria tiene razón —dice Kimku—, busquemos una solución a esto. Debemos seguir recolectando oro, cada hora que pasa está en nuestra contra, y en especial porque el gran Halu no demora en llegar.  

Lo sé, ellos tienen razón, hay que buscar una solución rápida, mi padre no demora en llegar, así que de inmediato los tres nos volvemos a sentar.  

—Yo tengo una propuesta que ayudará a solucionar el problema con los mineros—dice Neefar—, lo discutí con Kiharu y a ambos nos pareció una excelente idea. 

—¿De que trata? —nos pregunta Ashtaria. 

—Trabajar junto con los Tiakamitas —le respondo.  

—Por favor, Kiharu —Handul reacciona negativo, se ríe de la idea en un tono burlesco—. Eso es absurdo, todos aquí sabemos que los Tiakamitas son unos brutos, no tienen el nivel de entendimiento como para hacer los trabajos de los mineros.  

—Handul tiene razon, Kiharu —me dice Klea.  

—Podemos evolucionarlos, solo tendríamos que conseguir el Zenfrex de algunos seres vivos de bajo nivel evolutivo, y con ello evolucionar a los Tiakamitas. 

Han empezado a hablar entre ellos, capto aceptación entre el grupo, parece que por fin todos estamos de acuerdo con una idea. 

—Handul, solo tendrías que entrar al bosque y traer buena cantidad de Zenfrex —le dice Klea. Todos hemos quedado atentos a la respuesta de Handul. 

—No voy a hacer eso —reacciona sacudiendo su cabeza de manera negativa.  

—¡¿Qué?! —Ashtaria se ve muy molesta—. Es una excelente idea, y todos estamos de acuerdo. 

—No podemos dejarnos manipular por un grupo de mineros, aquí solo hay una única solución, y es que ellos sigan haciendo sus trabajos. No podemos doblegarnos mientras nos presionan, no vamos a ceder. 

—Tienes que aprender a escuchar a tu pueblo, sino como piensas ser un buen rey —digo entre dientes y con mirada intimidante. 

—¡No me digas como ser un buen rey, Kiharu! Porque todo lo que hago y todo lo que decido lo hago pensando en el futuro de mi pueblo, y si eso significa tener que sacrificar un par de vidas, lo hare —le levanta de su silla y dirige su mirada hacia cada uno de los presentes—. ¿Qué le vamos a decir a mi padre cuando llegue y vea todo detenido? No se ustedes, pero yo no pienso quedar como un inepto frente al rey de Mikadea.  

—Concuerdo con Handul —dice Polh—, el gran Halu confía en nosotros, no debemos recibirlo con este incidente. 

—Podemos hablar con mi padre, el entendería la situación y hasta aprobaría mi idea —trato de convencerlos. 

—Kiharu, creo que Handul tiene razon —me dice Brawn—, por lo menos estos siete días en el que el gran Halu estará aquí, deberíamos mantener todo como lo ha planeado. Neefar podría permanecer dentro de las cuevas para cuidar de los mineros. 

—Estoy de acuerdo con Brawn —dice Kimku—, si Neefar permanece en las minas, los mineros podrían mantenerse y sentirse mas Seguros; además, Neefar, tu tienes un poder autoregenerativo, creo que podrás soportarlo muy bien. 

—¡No van a…! —Neefar me interrumpe al agarrar mi brazo. 

—Esta bien, hagamos eso —Neefar acepta lo dicho por Kimku. 

No me agrada la idea de que Neefar pase todo el día metida en esas cuevas, puede ser toda una tortura para ella, pero creo que es inútil intentar convencerla para que se abstenga, pues ella se ve muy decidida, y siento que lo ha aceptado solo para evitar mas discusiones entre el grupo.  

—Está decidido! Neefar, vas a estar encargada de las condiciones físicas de los mineros —dice Handul.  

—Y tu vas a estar con ella —le exijo a Handul—, hay que evitar cualquier otra posible revuelta.  

Handul le sonríe a Neefar, Y creo haber notado cierta coquetería en la mirada de Handul… Ahora es cuando recuerdo algo muy importante, ese poder de atracción que de seguro ambos están sintiendo. Confío en Neefar, pero en mi hermano no… ¡NO DEBÍ PEDIRLE ESO!  

—Puedo ir y darle una vuelta de vez en cuando, pero no pienso quedarme todo el día, tengo otras cosas que hacer.  

—B-Bien, Ok… Pero dime algo, hermano… ¿Qué otras cosas podrías estar haciendo?... ¿Dónde has estado, Hadul?  

Se ha quedado callado, esos ojos verdes neón parecieran querer fulminarme, ahora presiento que hay algo más que Handul me está escondiendo, espero y no sea grave. 

—¡Está decidido, los mineros regresan a trabajar! —Handul evade mi pregunta y luego se levanta de su silla—. Neefar, vas a tener que asignar un nuevo encargado para el centro medico. 

—Lo sé… 

—Kimku, cuando termine esta reunión, lo primero que vas a hacer es enviar un mensaje al sistema de transmisión de cada minero y le ordenarás regresar a las minas mañana temprano. Recuerda mencionar que Neefar va a estar en las minas para asegurar sus vidas.  

—Ok.  

Handul le asiente y luego da media vuelta, y mientras sale del salón, el resto de la élite nos empezamos a levantar de las sillas, ya que toca prepararnos, pues en menos de dos horas vamos a iniciar con el festín de bienvenida.  
 




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