Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

72. El Zenfrex de Tiakam

Solo he expresado lo importante que es ella para mí, y no hay nada de raro en eso, ya que es como mi hermana, crecimos juntos y vivimos bajo el mismo techo, y aún así parece que mis palabras incomodaron a Ashtaria, ella ha agachado la mirada y ha dado media vuelta, justo ahora la veo irse a toda prisa hacia la parte trasera de la arquitectura piramidal… Creo que a partir de ahora deberé tener más cuidado con lo que le diga.

 

—¿Que vas a hacer? —le pregunto.

 

—Buscar la entrada de la pirámide —responde mientras avanza a pasos rápidos. La veo doblar por la esquina hasta perderse de mi vista.

 

Luego de un extenuante suspiro, mis ojos se fijan en el cuerpo inconsciente de Polh; antes teníamos una buena relación, pero desde que estoy con Neefar, el desgraciado me ha empezado a envidiar, llegó a quitarme el habla y hasta ha estado desobedeciendo cada una de mis ordenes, él está odiándome y por tal razón está del lado de Handul. Si no hago algo pronto él despertará junto con toda esa fuerza, y eso podría resultar muy peligroso, así que rápidamente uso las nanopartículas de mi traje para con ellas crear varias cuerdas metálicas, necesito usar muchas nanopartículas, ya que la fuerza de Polh es extrema .

 

Al tener las cuerdas listas, me agacho frente al cuerpo aturdido de Polh.

 

—Polh, lamento que todo se haya dado de esta forma —digo mientras ato sus extremidades —,pero ya deberías superar a Neefar, ella es mía.

 

Me aseguro de que el cuerpo de Polh quede muy bien amarrado, y luego le dejo tirado en el suelo para ir a buscar a Ashtaria, me voy bordeando la pirámide buscando la entrada de esta; desde aquí me parece ver la puerta, fácilmente podría camuflarse entre las rocas de las paredes, pero está semiabierta, lo más seguro es que fuese Ashtaria quien la ha dejado abierta al entrar. Entro a la pirámide y entonces mis ojos se dilatan al ver la enorme cantidad de Zenfrex que brilla amontonado en todo el centro de la cámara, levanto la mirada y me encuentro con un orificio por donde se cuela la luz del sol.

 

—De seguro Handul lanzaba el Zenfrex desde allá arriba —Ashtaria esta a mi lado izquierdo, tiene su atención puesta en aquel agujero.

 

—Handul es un sanguinario —camino hacia donde está el Zenfrex y tomo uno en mis manos—… cada uno de estos Zenfrex representa la muerte de un ser inocente…, y aquí hay miles de Zenfrex.

 

—Para conseguir todo esto, debió de tomarle mucho tiempo —Ashtaria tiene un rostro abatido; de repente se agacha, esconde su rostro entre sus rodillas y se lleva las manos a la cabeza, es algo que siempre hace cuando se siente culpable —, no debí permitirle esto, no sé como no pude darme cuenta.

 

Me voy hasta donde está y me agacho frente a ella, intento buscar su atención, y con ello por lo menos tratar de tranquilizarla.

 

—Ey…, no tienes por qué sentirte culpable, eras la única del cual Handul debía cuidarse, y por tal razón se aseguró de mantenerte lejos. Por favor, no te eches la culpa, el único culpable aquí es él.

 

Agarro su mano y le ayudo a levantarse, ella aún tiene su rostro agachado, se ve depresiva, y la comprendo, pues se ha llegado a encariñar con esta raza, y es la más apegada a ellos. Es triste estar aquí, con este fuerte olor a sangre y con todas estaa vidas en forma de Zenfrex. Se supone que no íbamos a matar a los nativos de este planeta, que se tenía que preservar la vida tal como lo ordenó mi padre, y Handul pasó por alto aquellas órdenes.

 

—Ese desgraciado se ha aprovechado del bajo intelecto de los Tiakamitas, si tan solo ellos fuera… —Se ha quedado pensativa, parece que algo le ha venido a la mente—. ¡Kiharu, tenemos que reunir a la élite! —se ve muy animada, incluso está sonriendo.

 

—¿Qué?... ¿En qué estás pensado?

 

—Aquella vez la élite no aprobó la idea de trabajar con los Tiakamitas ya que Handul no accedió a conseguir el Zenfrex… ¿Y si usamos este Zenfrex con ellos?... Handul no está aquí y eres tú quien lleva el mando de la misión.

 

—¡Claro, es muy buena tu idea! —respondo sonriente e igual de emocionado que ella—. Los Tiakamitas son una raza de nivel evolutivo medio, el Zenfrex les haría avanzar en su proceso evolutivo dándoles un nivel más alto…, y no creo que lleguen a obtener poderes, ya que le falta mucho por evolucionar, así que tu idea es perfecta.

 

—Este Zenfrex no es de Handul, ni de Mikadea…, es de Tiakam, y son ellos quienes deberían usarlo.

 

—Se equivocan —una voz masculina proviene del exterior de la pirámide—, este Zenfrex es de Trox —Polh aparece bajo la puerta, este maldito se ha podido librar de mi amarre.

 

—¿A que te refieres?... ¿Qué tiene que ver Trox en todo esto? —le pregunto.

 

—Es un acuerdo que hay entre Handul y Trox… Todo este Zenfrex es para Trox, para fortalecer el ejercito de Yowta.

 

—¿Por qué Handul hace esto para Trox? —pregunta Ashtaria.

 

—Trox dijo que con su poder ha podido ver el futuro, y que ha visto la muerte de Handul. También dijo que con su singularidad puede cambiar ese destino, en cambio él necesita del Zenfrex.

 

—Pues no permitiré que Yowta se adueñe de esto —digo mientras oscurezco mi nanotraje al ponerlo en modo defensa. 

 

A una velocidad increíble, Polh se lanza contra nosotros en modo ataque, sobre sus puños ha creado un par de esferas de pinchos metálicos, y se ve muy dispuesto a golpearnos con eso. Por suerte ya me encuentro en modo defensa, así que rápidamente creo un escudo que logra protegerme del puño metálico de Polh, el impacto provoca un gran estruendo metálico, es tan fuerte que termina rompiendo el escudo y hasta me manda volando contra las pared de la pirámide… Creo que me he quebrado un buen par de costillas…, y duele mucho.

 

Desde aquí puedo ver como Ashtaria usa todas sus nanopartículas para crear el látigo más grueso que ha podido crear, y ahora está desprotegida, su nanotraje se ha quedado sin partículas y eso la deja sin su armadura, lo ha arriesgado todo…, pero antes de que ella pudiera atacarle, Polh corre hacia ella y no le da tiempo de defenderse, toda esa súper fuerza le hace correr muy rápido, y usa esa velocidad para envestirla con su hombro derecho, dejándola casi sin aliento, haciendo que caiga de boca contra el piso.




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