Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

76. Sangre verde

Ashtaria ha corrido como nunca lo ha hecho, no estoy seguro si toda esa agilidad es producto de un nuevo poder o si ha estado entrenando últimamente… Bueno, no es momento de preocuparse por eso, deberíamos ir a ayudar a Ashtaria, ya que ella está intentando traer de vuelta a la tiakamita y esta no se deja, pero no puedo ir, ya que al verme se ha espantado tanto que hasta ha soltado un gran grito y ahora tiene como mayor prioridad mantenerse lejos de mí. Desde aquí puedo ver como Ashtaria la sujeta del brazo y la tiakamita intenta zafarse . 

De repente vemos venir entre los matorrales del bosque a Nod; esto no es bueno, el líder de los tiakamitas no puede verme relacionado con el proceso evolutivo.  

—¡¡Escondámonos!! —agarro el brazo de Neefar y la llevo conmigo hacia el interior del bosque, volteo a buscar el rostro de Trox, pero este ha desaparecido al instante.  

—¡¿Por qué tengo que esconderme?! —Neefar me pregunta susurrando—. Ellos no me temen a mí, el del problema eres tú.  

—Dejemos que Ashtaria se encargue de Nod, él solo confía en ella.  

—Ok…  

Ashtaria parece decirle algo a Nod y luego él le dice algo a la Tikamaita logrando así tranquilizarla, los tres se dirigen hacia donde está tirado el otro t, Ashtaria recoge uno de los Zenfrex que están tirados en el suelo y luego se lo muestra a la tiakamita.  

—Handul no quiere que comamos de eso —al parecer Nod conoce el Zenfrex. La tiakamita igual sacude su cabeza de manera negativa.  

—¿Así que Handul les ha dicho eso? 

—Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos de lo que aguarda dentro de templo. Handul nos ha dicho que no debemos comer ni tocar aquel fruto, porque si lo hacemos, moriremos. 

— No es cierto. No morirán. Handul sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese templo podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como él. 

Nod se queda viendo el Zenfrex que Ashtara sostiene en sus manos, su rostro refleja lo tentador y lo mucho que esto representa para él y para su pueblo, Ashtaria se lo ha presentado como el fruto del conocimiento, y aunque Handul se lo haya prohibido, ¿quién podría negarse a tal oferta? Nod voltea a ver a la tiakamita y le empieza a hablar mientras señala el Zenfrex, ella se ve muy nerviosa, y mientras trata de convencerse, el otro tiakamita empieza a despertar, lentamente se empieza a levantar del piso, y fija sus ojos sobre el Zenfrex que Ashtaria tiene en sus manos 

—Vamos, no temas… Nada malo pasará. 

La tiakamita hace caso a Ashtaria y mete el Zenfrex en su boca, al instante que lo consume se ven sus ojos brillan del color verde neón propio del Zenfrex, su oscuro cuerpo se hace más erguido y fuerte, es una mujer robusta, de cara grotesca y ruda, su mirada es más profunda y más consiente de la realidad… Parecer que ha funcionado.  

La tiakamita se agacha para agarra el otro Zenfrex que está en el suelo, y luego se lo ofrece al primate que recién acaba de despertar; él se ve muy sorprendido, su cara de susto me da a entender que toda la aldea tiene la orden de no consumir de los Zenfrex. 

El tiakamita no demora mucho en abrir su boca para permitirle a su compañera poner el Zenfrex sobre su lengua, él se lo traga y de inmediato empieza a surgir efecto en su cuerpo, comienza a obtener las mismas características que la tiakamita hembra.  

—Ashtaria lo ha hecho —veo a Neefar sonreír —, ya tenemos a los dos primeros tiakamitas evolucionados.  

De manera inesperada Trox aparece tras la espalda de Ashtaria, su rostro expresa furia y desagrado, y a mí su expresión me pone en alerta de inmediato, con el corazón en la garganta y un pánico extremo, sin tan siquiera pensarlo, hago que mi cuerpo se vuelva más ligero que una hoja y uso la fuerza de mis piernas para correr a toda velocidad hacia ella, veo como Trox levanta la daga sobre el cuello de Ashtaria, y ella, sorpresivamente, toma el brazo de Trox y le enviste lanzando su cuerpo frente a Nod y los demás tiakamitas. 

—¡¡Trox que crees que haces, maldito!! —grito enfurecido, haciendo que los tiakamitas se espanten al verme aparecer. 

Mis ojos buscan los de Ashtaria, y es así como presencio el momento exacto en el que es degollada de forma inexplicable, y como si el viento fuese su asesino, veo su cabeza caer sobre el suelo húmedo. Mi cuerpo entero se tensiona, mi sangre se hace sentir al fluir acelerada y hervida por todo mi cuerpo…, y mi corazón se vuelve a comprimir como aquella vez.  

No…, no…, no por favor…, no puede estar pasando… 

Con mucha furia me voy en modo ataque y a toda velocidad contra Trox, con una espada de nanopartículas blando sobre su cuello, y antes de que su filo le alcance, él logra evadirme usando el poder de su singularidad.  

—¡¡No fui yo!! —Trox grita tras mi espalda y de inmediato me doy media vuelta —… Y esa no era Ashtaria —señala la cabeza de Ashtaria.  

Un momento… ¿Sangre verde?  

La cabeza de Ashtaria empieza a cambiar de forma, se esta viendo… más reptiliana. 

—¿Qué carajos…? —una lágrima se me escapa.  

—Es un Crooler… —Neefar también estaba en modo ataque, ella se agacha frente a la cabeza del reptil y empieza a inspeccionar las facciones de su rostro.  

—¡¿Y Ashtaria dónde esta?! —pregunto exaltado en el mismo instante en el que se hace visible nuestra Ashtaria, la original. La vemos de pies a un lado de Neefar, y no se ve bien.  

—Tranquilo, Kiharu…, no fue Trox, fui yo… —Ashtaria tiene con una profunda cortada en su abdomen, de repente se tambalea y empieza a perder estabilidad. Neefar actúa rápido y logra apañarla inconsciente sobre sus brazos. 

—¡Kiharu ayúdame! —me grita Neefar. 

—¡Taira! —Nod ha gritado tras mi espalda, volteo la mirada y encuentro a los tres tiakamitas con rostros llenos de preocupación, ellos han presenciado todo, se nota la ganas que tienen de venir a socorrer a Ashtaria, pero prefieren mantener distancia ya que su temor hacia mí es más fuerte. 

—Neefar, permíteme llevarlas al asentamiento —Trox le extiende su mano—, las voy a teletransportar.  

—¡Neefar, no!  

—Tranquilo, Kiharu. Estaré bien —Neefar toma la mano de Trox y él se lleva a ambas desapareciendo al instante. 

Rápidamente activo mi brazalete y hago el llamado a mi nave minera, al tenerla sobrevolando sobre mi cabeza activo la zona de abducción y entro de inmediato a la cabina. Me acomodo sobre la silla y activo el control de mando, seguido agrego las coordinadas, y en pocos segundos estoy sobrevolando el centro médico del asentamiento.  

Con la mayor brevedad posible me lanzo de la nave y caigo de pies frente al edificio del centro médico, entro a pasos acelerados, doblo hacia el pasillo derecho y empiezo a abrir cada puerta que encuentre en mi camino. 

—¡¡NEEFAR!! —grito ronco y angustiado. 

—¡Señor, están en la puerta B5! —me dice uno de los médicos. 

Uso mi poder de velocidad y al instante llego frente a la puerta B5, la abro y luego tomo un gran respiro al encontrarlas en la habitación… Ashtararia sigue inconsciente sobre la camilla y Neefar la está atendiendo.  

—¿Cómo está? —le pregunto mientras voy caminando hacia ella.  

—Ha perdido mucha sangre, pero estará bien. 

Luego de recuperar el aliento, respondo: 

—Menos mal… 

Me siento sobre una silla que está a un lado de la camilla y desde ahí veo como Neefar limpia la herida de Ashtaria.  

—Trox tenía razón —digo con la mirada cansada—, este planeta alberga otro tipo de vida Crooler, y son más peligrosos que los antes conocidos. 

—De seguro el Crooler sorprendió a Ashtaria y le atacó, su metamorfismo es un gran problema, Kiharu. 

—Sí, son más inteligente que los tiakamitas, incluso ha aprendido a hablar nuestro idioma… —el estrés me hace restregarme las manos sobre mi cabeza—. De seguro han estado entre nosotros todo este tiempo, desde que pusimos un pies en este lugar. 

—Es posible… —dice mientras está vendando la herida de Ashtaria—, y si ese Crooler dio con el templo, significa que ya conocía de la existencia de aquel lugar y del Zenfrex.  

—Si supieran de los Zenfrex, hace rato que los hubieran robado, pero aún tenemos un cerro de ellos. 

—Es cierto, se enteraron recién… —Neefar se ve pensativa—… ¿Crees que se hayan infiltrados dentro de la élite?... Tal vez algún Crooler de enteró del almacén de Zenfrex durante nuestra última reunión.  

—Buen punto…  —reacciono aterrado, pues en cualquier momento alguien parecido a Klea podría tumbarme la cabeza.  

Esta es una guerra a ciegas… ¿Qué se hace en este caso?...  

«Ashtaria, te veo inconsciente sobre esa camilla y, sin tan siquiera viendo tus ojos, puedo jurar que estás ardiendo de cólera por dentro, estoy convencido de que cuando despiertes lo harás con sed de sangre verde».  

 




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