Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

77. Una élite vengativa

Cuando todos pensábamos que por fin habíamos acabado con los Croolers, aparecen unos más peligrosos que los antes conocidos, más ágiles y con una habilidad excepcional para camuflarse dentro de cualquier ambiente; ni siquiera sabemos cuanto de ellos son, pero ahora nos consta que sí existen y que lo que dijo Trox es cierto, lo más seguro es que también que sea cierto eso de que los Tiakamitas son descendientes de la raza de Yowta y que podrían estar en peligro de extinción frente a esta temible raza. Y es que así son los Crooler, sin importar en que planeta se hayan desarrollado, su esencia es la misma: son unos seres de espíritus ruines, capaces de asesinar a toda una raza con tal de conseguir sus objetivos, el cual de seguro es: convertirse en la única raza predominante en todo el planeta. 

Que Ashtaria esté en la camilla en un estado inconsciente, me desconcierta, pues todo esto es culpa de los Crooler. Su herida fue profunda, pero por suerte no alcanzó ningún órgano, ella perdió mucha sangre y por tal razón le ha costado despertar.  

De repente alguien toca la puerta de la habitación, Neefar va a abrirla y frente a ella aparece Rauzet.  

—Hola, Neefar.  

—Hola…  

Estamos en el centro médico que él está liderando, era de esperarse que en algún instante apareciera. Rauzet pasa a un lado de Neefar y camina hasta donde está acostada Ashtaria.  

—Así que nuestra batalla contra los Crooler no ha terminado —dice al fijar sus ojos en Ashtaria.  

—Se está iniciando una segunda guerra —respondo sentado en el sofá que está a un lado de la camilla, con el rostro agachado y sintiendo mucha ira dentro de mí—, y esta vez no es por el oro, sino por el Zenfrex.  

—¿Cómo es que los Crooler se enteraron de los beneficios que otorga el Zenfrex? —pregunta Rauzet.  

—Creo que hay algún Crooler infiltrado en la élite.   

—Durante la ultima reunión se decidió ir a buscar el Zenfrex en el almacén… —Neefar agrega mientras da un vistazo a una de las máquinas que tiene conectada su paciente—, de seguro aquel Crooler nos siguió hasta aquel lugar, y no creo que haya ido solo, hay altas probabilidades de que ahora todos los Crooler sepan donde está el almacén.  

—Ya Klea y Kimku se encuentran custodiando el almacén, nos tocará turnarnos cada… —detengo mis palabras al notar que el cuerpo de Ashtaria ha desaparecido.  

Neefar corre hacia la camilla y empieza a tantear sobre la superficie para verificar si Ashtaria aún sigue acostada, ella voltea a verme y, con una expresión angustiada, niega con la cabeza.  

La puerta aún no se ha abierta, eso significa que ella no ha salido de la habitación.  

—Ashtaria, sé que aún sigues aquí —digo mientras me levanto del sofá y observo todo a mi alrededor.  

—Ashtaria, no cometas una locura, espera que ideemos un plan, por favor—Neefar conoce lo impulsiva que puede ser esta mujer.  

—Su poder de invisibilidad es increíble —Rauzet está perplejo a un lado de la camilla.  

—Déjanos verte, Asht… —me exalto quejándome al sentir una pequeña cortada sobre mi brazo.  

—¡¿Qué pas… ?! —Neefar también se queja al recibir una cortada, al parecer Ashtaria está buscando sangre verde.  

—¡Ashtaria, por favor, no me cortes! —Rauzet suplica con un rostro asustadizo, pero es en vano, su sangre roja también se desliza sobre su brazo.  

La puerta de la habitación se abre por completo y todos dentro de la habitación gritamos: 

—¡Ashtaria!  

Rápidamente salimos de la habitación y entonces la vemos, Ashtaria voltea la mirada y sus ojos caen sobre mí, yo utilizo mi poder y corro a gran velocidad hacia ella, pero antes logra hacerse invisible y escapar.  

—¡Mierda! 

—¡De seguro va a ir a buscar a los demás miembros de la élite! —dice Rauzet. 

Salgo corriendo del centro médico y, al salir al exterior, intento ubicarla en los alrededores del asentamiento, pero es en vano, no se ve por ningún lado.  

Activo mi sistema de transmisión e intento comunicarme con la élite, pero antes, Neefar llega tras mi espalda y me detiene agarrándome del brazo.  

—¡No lo hagas! Si se lo comunicas a todos los miembros de la élite entonces podrías poner a Ashtaria en peligro, aquel Crooler podría prepararse para enfrentarla y con eso la pones en una peor situación. Dejemos que termine lo que intenta hacer, confió en que puede hacerlo. 

Confiar en Ashtaria… es lo que ella siempre ha esperado de mí, y creo que es hora de hacerlo. 

De repente, a lo lejos y a un lado del almacén de oro, vemos venir corriendo a Brawn, al parecer fue la próxima víctima de Ashtaria, se le ve chorrear un hilo de sangre rojizo a lo largo de su brazo. 

—¡Rauzet! —grita mientras le vemos aproximarse hacia nosotros.  

—Un sospechoso menos… —dice Neefar en tono bajo.  

Al llegar a nosotros de detiene frente a Rauzet y antes de decir algo intenta controlar su agitada respiración.  

—No me diga —Rauzet se sonríe de medio lado—… ¿Te acaba de atacar una extraña fuerza invisible?  

Brawn muestra asombro al encontrar las cortadas en nuestros brazos, él voltea a verme con un rostro intrigado y ahora espera a que yo le de una explicación.  

—No te preocupes, fue Ashtaria.  

—¿Ashtaria versión Crooler? Creí escuchar que le habían cortado la cabeza.  

—No, la que te atacó fue nuestra Ashtaria —le respondo.  

—¿Y por qué nos ataca? No comprendo…  

—Ella está buscando al supuesto Crooler que está infiltrado en la Élite…  

—¡¿Qué?!... ¿Un Crooler infiltrado?  

—Sí, es la única explicación que tenemos como para que ellos estuviesen interesados en el almacén de Zenfrex.  

—Ya veo…  

—Brawn, déjame ver tu herida —Neefar se le acerca y examina su herida—… ¡Vaya! Ashtaria se desahogó contigo, tu herida es bastante profunda. 

Rauzet se para a un lado de Neefar y también le hecha un ojo a la herida, yo no me quedo con la curiosidad y también me le acerco para verlo más de cerca.  

Es cierto, Ashtaria no se contuvo con Brawn. 

—Ay que coser tu herida, ven conmigo al centro médico —le dice Rauzet, y Brawn de inmediato le asiente. 

Al instante en el que vemos a Brawn y a Rauzet entrar al centro médico, escuchamos un estruendo proveniente del almacén de oro. 

—¡Debe ser ella! —Neefar sale corriendo rumbo al almacén, pero yo me le adelanto al usar mi poder de velocidad.  

En menos de cinco segundos me encuentro en el interior del lugar, todos los pilotos de las naves mineras están saliendo del almacén de oro, sus rostro se ven  envueltos en pánico, al parecer se está iniciando una guerra…  

¿Será que Ashtaria encontró al Crooler?... ¿Foxer es el Crooler infiltrado? 

—¡Ashtaria! —mi eco se alza por todo lo alto del almacén. 

Mis ojos encuentran a Foxer, me acerco a él y lo primero que veo es que ya tiene una cortada en su brazo, y su sangre es roja… 

—Tenemos a alguien sumamente veloz atacándonos, de seguro es Trox —dice y seguido aprieta su mandíbula con mucha rabia.  

—No, no es Trox… 

Foxer camina hacia unos cajones de madera que están regados por todo el suelo del almacén, al parecer ese fue el estruendo recién. 

—¡¿Quién carajos eres?! —Foxer gruñe enfadado y en voz alta—. ¡¿Cómo te atreves a venir a cortarme el brazo?! 

Él va dispuesto a acabar con aquella imprudente, pero antes vuelvo a usar mi poder de supervelocidad y me detengo frente a él. 

—Tranquilo, es Ashtaria… —pongo las palmas de mi mano frente a él e intento calmarle.  

El bufa enojado y luego aprieta los puños.  

—¿Tu hermanita busca que la mate?....  

—No, es solo que está decidida a encontrar a un Crooler que podría estar infiltrado en la élite,y  por eso quería comprobar tu color de sangre.  

—Pues se ha equivocado, no soy yo el Crooler —me muestra su cortada—… Espero de ella aunque sea una disculpa.  

—Dalo por hecho.  

Bien, si Foxer no es el Crooler, ni tampoco Brawn… solamente quedan dos candidatos: Kimku y Klea; justo ahora están juntos custodiando el almacén de oro, esa es una situación muy peligrosa, fácilmente el Crooler podría traicionarle por la espalda. Mi pecho se marchita al entender que alguno de ellos está en peligro, incluso podría estar muerto… o muerta.  

—¡Kiharu! —bajo la puerta del almacén aparece Neefar—… Tenemos que ir a buscar a Klea y a Kimku, ¡YA! 

«Neefar, tu lo entiendes, ¿verdad?».  

No sabemos hace cuánto ha estado este Crooler infiltrado en la élite, y tampoco es que alguien se haya parado frente a nosotros alegando haber sido suplantado por un Crooler… esto me huele a tragedia… la angustia es tan grande que hasta me provoca ganas de llorar junto con toda esta histeria que siento.  

«Klea…, ¿aún vives?».  
 




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