Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

79. Una amiga sin destino

Voy corriendo por los alrededores del templo piramidal que construyó Handul, siento fuertes palpitaciones en mi pecho y una desesperación que solo me permite pensar en ir a buscar a mi mejor amiga: Klea; rápidamente activo mi brazalete y hago un llamado a la misma nave de la fuerza armada con la que llegue, habilito la zona de abducción y me posiciono bajo la zona iluminada, mi cuerpo empieza a desintegrarse y al instante aparezco dentro de la nave. Al sentarme frente a los controles veo aparecer a mi lado las naves de Neefar y Ashtaria.

 

Ambas chicas suben a sus naves y luego los tres salimos disparados volando bajo el radiante cielo, nos dirigimos hacia la cueva que está en aldea de los Tiakamitas ya que esa fue la información que le pudimos sacar al Crooler que nos atacó hace un rato, solo espero que Klea esté bien, porque si no lo está no descansaré hasta acabar con aquella maldita Crooler que la mató.

 

Al llegar al lugar, la primera en bajar por la zona de evacuación es Ashtaria, le sigue Neefar y por último yo. Ashtaria sale corriendo a gran velocidad entre las miradas curiosas de los Tiakamitas, va rumbo a la cuerva que está en el fondo de la aldea, es la misma cueva donde los Tiakamitas hacen sus artes, donde plasman sus vivencias diarias con dibujos sencillos que son pintados con sangre animal. Neefar también sale corriendo hacia la cueva, va tan rápido que hasta logra alcanzar a Ashtaria, yo trato de no quedarme atrás y también empiezo a correr aumentando mi velocidad.

 

Entramos a la cuerva y la oscuridad nos atrapa, inmediatamente activamos las linternas que tenemos instaladas en nuestros brazaletes y empezamos a alumbrar cada rincón de este húmedo lugar. Aquí dentro empieza a ponerse muy oscuro y nosotros estamos actuando cada uno por su cuenta, deberíamos permanecer en equipo ya que esta visita podría resultar muy peligroso, así que utilizo mi poder de supervelocidad, corro hasta quedar frente a ellas y las alumbro con mi linterna.

 

—¡Ashtaria, Neefar, esperen! —ambas detienen sus pasos y se me quedan viendo—. Es mejor ir juntos, no sabemos si es una trampa, pueden haber Croolers esperándonos.

 

Ashtaria asiente con rapidez y muestra aceptación de lo antes dicho.

 

—Tienes razón, es mejor andar precavidos.

 

—Pero seamos rápido, por favor, Klea puede estar en peligro… —Neefar se ve muy preocupada.

 

—Bien, ustedes vayan en modo defensa, yo iré en ataque —ordeno y enseguida todos cubrimos nuestros cuerpos con el metal más resistente de Mikadea.

 

Solo el sonido del viento puede escucharse, es tan silencioso que hasta logramos escuchar las goteras de agua que caen al suelo, no nos hemos encontrado con algún tipo de ser vivo, no hay nada que nos ponga en alerta, seguimos avanzando con cautela, en silencio y preparados para cualquier embocada.

 

—¿Sienten ese olor? —pregunta Ashtaria en un tono susurrante.

 

—Sí —todos nos detenemos y tapamos nuestras narices—, ¡es muy nauseabundo!

 

A Neefar parece no importarle aquel olor y se aleja corriendo hacia el fondo de la cueva.

 

—¡Neefar! —trato de detenerla con mi supervelocidad, pero se me pierde en la oscuridad.

 

Ashtaria y yo levantamos las linternas y la paseamos por todo en lugar… Esto no pinta bien, frente a nosotros hemos notado que existen dos rutas, no sabemos cuál ha tomado Neefar, tal vez ni siquiera ella se dio cuenta de este detalle.

 

—¡Maldición, Neefar!

 

—¡Neefar, ¿nos escuchas?! —Ashtaria la llama, pero no tenemos respuesta de Neefar.

 

Estas acciones no son propias de Neefar, pero se trata de su mejor amiga, comprendo que se esté arriesgando sola de esa manera; sin embargo, me preocupa que esté sola en un lugar como este.

 

Un grito ahogado en llanto se alza como un gran eco y recorre todas las paredes de las cuevas hasta zumbar sobre mis orejas, claramente puedo reconocer el grito de Neefar, con mucho espanto volteo a ver a Ashtaria y ella, sin permitirme perder más tiempo, me toma del brazo y me jala haciéndome correr hacia una de las rutas, al parecer Ashtaria ha notado que el grito provino de esta dirección.

 

—¡¡Neefar, ¿dónde estás?!! —grita mientras continuamos corriendo, mientras intentamos resistir aquel olor a carne podrida.

 

La luz de mi linterna logra encontrar a Neefar, está sentada en el suelo y se ve paralizada, con su linterna se mantiene alumbrando, de manera temblorosa, sobre un bulto que está tirado en un charco de lo que a mi distancia parece ser agua.

 

—¡No puede ser… ¡¡NO!! —el llanto de Neefar me aprieta el corazón de manera asfixiante, tanto que hasta siento que me empiezo a marear.

 

No estoy seguro si esta debilidad y este mareo es producto del fuerte olor o si es por el hecho de que estoy aceptando que la he perdido, aquel llanto desestabilizador de Neefar me da a entender que ella ha encontrado a su amiga, y nada parece estar bien… ¿Sera que… todo está perdido?... Me es difícil aceptar que los Crooler ya conocían acerca del poder que posee Handul y que ya sabían que hacer para evitar que la reviviéramos.

 

Klea… podría estar decapitada…

 

Con gran temor y a pasos lentos avanzo hacia donde está Neefar, evito cruzar mirada con aquel cuerpo decapitado, pues no quiero confirmar que realmente es mi amiga la que está tirada sobre aquel charco de sangre, de que este olor es por ella y que el mar de lágrimas que derrama Neefar es por la pérdida definitiva de su mejor amiga. Me agacho a un lado de Neefar y la abrazo por los hombros, y sin decirle una sola palabra hago que deje de alumbrar aquel cuerpo sin vida, recuesto su cabeza sobre mis hombros y le acompaño en el dolor cerrando mis ojos… y los aprieto con dolor para que se dejen caer hasta las últimas lágrimas, nos permitimos desahogarnos en llanto y evitamos regresar la mirada hacia el cuerpo de nuestra amiga, pues no deberíamos recordarla así, es mejor conservar aquella sonrisa traviesa que siempre intentaba alegrarnos el día.




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