Zero Date

Capítulo 5: Rastros

Día 56:

 

Desperté.

No había nada ni nadie frente a mí.

Solo el típico parque con la fuente. Aquella fuente donde siempre estaba Hanako.

Tenía una nota e mi mano.

 

“Ahora no importa si ella se entera de la falsedad de este mundo. Sin embargo, ten cuidado con las demás reglas. Cada consecuencia es peor que la anterior.

Att: ¿?”

 

— Lo detesto. Detesto a ese tipo.

 

Jamás creí llegar a odiar a un Ángel, y menos que este estuviese jugando conmigo.

 

Después de un suspiro para mantener la calma, recordé cierta duda que tenía.

Él dijo cosas muy extrañas ayer. Si lo pienso bien, puede que haya un mensaje oculto. Pero más importante que eso. ¿Qué había sucedido con Hanako?

Tal y como mencionó, estamos en una Caja de Schrödinger.

Ella podría estar viva o podría estar muerta. Nunca lo sabré aquí encerrado.

 

— Si ella está viva, entonces la Hanako de este mundo es falsa. Pero, si ella también está en coma, ¿puede que la proyección de su conciencia esté manifestada aquí en el Limbo?

 

Mi cabeza daba vueltas y vueltas. Solo sabía una cosa con certeza:

El maldito Ángel no me respondió.

Caminé al frente para sentarme en el borde de la fuente.

No tenía ganas de nada.

Las palabras de Hanako me derribaron.

Tenía muchas dudas al respecto.

 

— ¿Quién es ella? ¿Cómo pudo conocerme tan rápido?

 

Mi respiración comenzó a acelerarse.

Mi pulso igual. De cierta manera tenía miedo.

 

— Cálmate, cálmate.

 

Pasaron las horas.

 

3:44 pm

 

Decidí buscarla.

Caminé por la ciudad con algo de esperanza de encontrarla.

No tenía licencia o conocimiento para conducir un auto o motocicleta.

Al final, solo perdí mi tiempo.

 

00:00 am

 

El día se reinició.

 

Día 67:

 

Lo intenté muchas veces. Conducir auto no se me daba bien. Terminaba estrellándolos contra semáforos u otros autos. Era bastante difícil estar al pendiente de los cambios y el acelerador. Lo peor de todo es que incluso con las calles vacías soy un asco manejando.

Dejando el coche abollado en mitad de la calle, me marché.

Preferí caminar.

Pasando por una de las calles, creí ver una silueta en el fondo.

Corrí, pero mi enfermedad me detuvo.

Al final, no pude encontrarla.

 

00:00 am

 

El día volvió a reiniciarse.

 

Día 71:

 

Después de caminar por todos lados, decidí volver a intentar conducir un auto.

Busqué algún manual que me guiara sobre el manejo adecuado.

 

En medio de la práctica, aceleré demasiado y terminé chocando contra un edificio.

 

— Duele… duele… duele mucho…

 

Mis brazos se quebraron y mi pierna derecha quedó atrapada y desgarrada entre el asiento y el volante.

 

— ¡Ayuda!... que alguien me ayude, por favor… duele, duele mucho… — Rogué de manera agonizante.

 

Al final nadie vino a ayudarme.

 

—  Cierto, lo olvidé… solo existimos ella y yo… que irónico…

 

La sangre se drenó por mi pierna. No era consciente de cuánto tiempo había corrido, pero podría apostar que eran un par de horas. Forcejé tratando de liberarme de algún modo, pero el fémur roto se clavaba en mi muslo y dolía demasiado.

Poco a poco me quedé sin fuerzas hasta dormirme.

 

Muerte por desangrado.

 

El día se reinició.

 

Día 72:

 

— ¡¡HAAAAAAAA!!!

 

Desperté aterrado y gritando. Caí sobre mi trasero.

Sujeté ambos brazos y me toqué la pierna izquierda.

La sensación de mis huesos rotos y el dolor en mi pierna aún perduraba a pesar de ya no ser real.

No quería volver a subir en un auto.

 

— Esto es una pesadilla… una maldita pesadilla… — Murmuré con mis labios temblando ligeramente.

 

3:07 pm

 

Me costó ponerme de pie, pues la sensación de mi pierna desgarrada aun proseguía. Pero después de mentalizarme un rato, decidí caminar para despejar mis pensamientos.

 

— Entonces, si muero, el día también se reinicia.

 

Lo anoté en el cuaderno junto con otras pistas y detalles de este mundo.

A medida que caminaba, mis ojos rebuscaban en los lugares.

Inconscientemente estaba buscando a Hanako.

Al final no pude encontrarla.

 

00:00 am

 

El día se reinició otra vez.

 

Día 78:

 

Dejé de lado lo de manejar auto.

Subí a una motocicleta.

 

— Quizás y tenga más practica en dos ruedas.

 

Por alguna razón, me era más sencillo que manejar auto.

Me caí y rompí una pierna. Era de nuevo, la pierna derecha.

Pero el dolor ya casi no lo sentía. Seguí con mi objetivo.

Arrastrándome, no paré de buscarla.

 

No pude encontrarla.

 

00:00 am

 

El día se volvió a reiniciar.

 

Día 84:

 

Después de muchos intentos en los bucles anteriores, aprendí a manejar una motocicleta.

De nuevo, busqué a Hanako.

El desplazarme en un vehículo, sin duda marcaba la diferencia y me ahorraba tiempo.

Examiné la ciudad pero no había pistas visibles de que ella estuviese cerca.

Al final, no pude encontrarla.




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