El laberinto se había disuelto como la niebla bajo el primer rayo de sol, pero la sensación de su presencia aún flotaba en el aire. **Leona** y los demás signos se encontraban ahora en una vasta llanura, más allá de lo que parecía ser el corazón del laberinto. El suelo bajo sus pies estaba marcado por símbolos antiguos, sus contornos brillando con una luz tenue, como si la tierra misma estuviera guardando secretos profundos.
A lo lejos, se erguía una enorme puerta de piedra, rodeada por columnas que parecían desmoronarse por el paso del tiempo. La puerta estaba en silencio, pero algo en el aire susurraba. **Leona** no necesitaba preguntar. Sabía que lo que aguardaba tras esa puerta era la clave de todo: el poder verdadero del **Cetro del Destino**.
Los signos avanzaron en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Las sombras que habían enfrentado los habían dejado marcados, pero también fortalecidos. Habían descubierto la verdad sobre sí mismos, y ahora estaban listos para enfrentar lo que se ocultaba detrás de esa puerta.
**Escorpio** caminó junto a **Leona**, sus ojos fijos en la puerta de piedra. Su relación había cambiado desde la última vez que se encontraron en ese laberinto de sombras. Ya no solo luchaban juntos por la misión, sino por algo más profundo: la aceptación y la fuerza que solo surgía cuando se conocían a sí mismos en su totalidad.
—No sé qué nos espera dentro —dijo **Leona**, su voz firme, pero con una tensión que traía consigo la incertidumbre. Había algo en el aire, algo que sentía que se estaba acercando con cada paso.
—Lo sabremos pronto —respondió **Escorpio**, su voz grave y calmada. Pero había una intensidad en su mirada, una chispa de conocimiento compartido.
Al llegar a la puerta, **Géminis** tocó los símbolos en la piedra, y estos comenzaron a brillar con un resplandor intenso. Un ruido bajo y resonante vibró a través de la tierra, como si la puerta misma estuviera despertando después de siglos de letargo.
—Es un mecanismo antiguo —comentó **Géminis**, su mente afilada analizando cada movimiento. Sabía que la entrada no sería fácil. Las puertas de este tipo siempre requerían algo más que fuerza.
Un extraño susurro se levantó del suelo, como si el viento mismo estuviera hablando, pero las palabras eran incomprensibles. **Libra** miró alrededor, buscando alguna pista que pudieran haber pasado por alto. Los símbolos brillaron por un momento, luego desaparecieron, dejando una sensación de inquietud en el aire.
**Tauro** se adelantó, sus manos firmemente colocadas sobre la puerta. —Necesitamos entender qué nos está pidiendo. Este lugar no es solo una entrada, es una prueba.
**Aries**, impaciente como siempre, frunció el ceño, observando a los demás. —¿De qué estamos hablando? Es solo una puerta, ¿no? —dijo, desenvainando su espada con una sonrisa desafiante. —¿Quién quiere abrirla de una vez?
**Sagitario** le dio una palmada en el hombro. —La paciencia, **Aries**. Todos tienen su parte en esto. Vamos a descubrir qué nos exige.
En ese momento, la puerta comenzó a moverse lentamente, abriéndose como si estuviera reaccionando al toque de **Tauro**. Un resplandor rojo emergió de las grietas en la piedra, y la temperatura aumentó repentinamente. Las runas alrededor de la puerta comenzaron a brillar con fuerza, y el aire se volvió denso, como si todo lo que había sucedido hasta ese momento se estuviera condensando en un solo punto.
Al cruzar el umbral, una sensación indescriptible los envolvió. El espacio detrás de la puerta parecía estar distorsionado, como si el tiempo y el espacio se estuvieran deshaciendo. La oscuridad los envolvía, pero no era una oscuridad física. Era una oscuridad mental, emocional, como si el lugar estuviera escudriñando lo más profundo de sus pensamientos.
**Leona** sintió la presión aumentar. El **Cetro del Destino** en su mano tembló levemente, como si percibiera lo que se estaba gestando en el aire. Había algo aquí que los conectaba a algo mucho más antiguo, algo que no podían comprender completamente.
De repente, una voz retumbó en el aire, grave y resonante, como si proviniera de todos los rincones del espacio.
—**Bienvenidos**. Los que buscan el poder del Cetro deben enfrentarse a su propio reflejo. Solo quien pueda dominar sus propias sombras podrá avanzar.
Una luz cegadora emergió del centro de la oscuridad, y en ella, una figura apareció. Era etérea, su cuerpo formado por luz y sombras en constante movimiento, como si fuera la manifestación de todos los temores y deseos de los signos.
—**Yo soy la guardiana de los secretos**. He vigilado este lugar durante milenios. Aquellos que buscan el poder deben probarse a sí mismos. Cada uno de ustedes debe enfrentar lo que más teme. Solo entonces podrán reclamar lo que les corresponde.
La figura se desvaneció, dejando tras de sí un portal oscuro que parecía ser el centro de la prueba. El aire se volvió pesado, y una sensación de urgencia llenó el espacio. **Leona** miró a los demás, su corazón acelerado. Sabía que lo que estaba a punto de suceder cambiaría todo. Este no era solo un reto físico. Era una confrontación con lo más profundo de sus almas.
—**Leona** —dijo **Escorpio**, su tono suave pero firme—. Este es nuestro momento. Lo que enfrentemos aquí nos hará más fuertes, o nos destruirá. Pero si estamos juntos, no hay nada que no podamos superar.
**Leona** asintió, su determinación brillando en sus ojos. Lo que había visto en el laberinto de las sombras había sido solo el principio. Ahora sabían lo que se requería: enfrentar sus miedos más profundos y, más importante aún, aceptarlos. Solo de esa manera podrían dominar sus sombras y reclamar su destino.
**Géminis** adelantó un paso, sus ojos fijos en el portal. —La verdad siempre nos encontrará. Lo que está por venir no será fácil, pero no podemos retroceder.
Juntos, sin dudar, cruzaron el umbral hacia lo desconocido, sabiendo que esta nueva prueba pondría a prueba no solo su fuerza, sino su capacidad para aceptarse en su totalidad. El futuro estaba esperando, pero para alcanzarlo, tendrían que superar lo que más temían: el poder de la oscuridad que residía en cada uno de ellos.