Capitulo 2

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When I'm lower, lower, lower, low…¡Ah-oh-ah-oh-ah! ¡got me feeling drunk and high!- cantaba en la ducha del pequeño cuarto del hotel donde me hospede o más bien donde entre a escondidas para no pagar hospedaje. Llevaba una semana escondiéndome de los hombres de mi ex, Steve Robinson.

Salí de la ducha, me apresure a vestirme para irme de una vez, esa gente tenía acceso a todo el pueblo. Así era cada que me quedaba en un lugar, me quedaba una semana o lo que podía para luego ir a otro lado. ¿Por qué no solo irte del pueblo? La causa es que el tiene algo mío y debo recuperarlo o mejor dicho algo que podría salvar mi pellejo de cualquier cosa que me quiera hacer.

Cuando termine prepare las únicas armas que podrían servirme como defensa, no sabía nada pero alguna de estas cosas pueden ayudar. Una glock 9mm, gas pimienta y un paralizador que le robe a uno de los policías, quienes también me buscaban.

Metí mi computador a la mochila y tome mi chaqueta de lona para por fin salir. Había una sola razón por la cual Steve no se rendía para tenerme a su lado y era mi don con las computadoras, teléfonos y cualquier otro aparato electrónico. Todo lo que se pudiera hackear era mi área para tomar información y luego dársela a Steve.

Eso y nuestra “Relación” de “Amigos” con derechos, pero que más bien parecíamos novios tóxicos, en definitiva la peor relación que eh tenido.

Tome algo de él cosa que no le gusto y me lo devolvió haciendo los mismo con el collar que mi padre me dio para cuando cumplí 16, algo que para mí era muy importante.

Evadí las cámaras y alarmas del hotel desde mi teléfono, borrando cualquier pista de que estuve aquí, baje por la salida de emergencia llegando hasta un callejón que no era más que un basurero.

Puse mi capucha por encima de mi cabeza y comencé a caminar hacia el norte, lugar donde se encontraban los almacenes y equipamiento de los hombres de Steve, al igual que su oficina.

Tenía el plan listo solo para tomar mi collar, era muy loco que fuera sin una pisca de conocimiento sobre pelea o armas pero mi talento con las computadoras y saber pasar desapercibida ayudaría de algo

Llegue a la parada del bus, porque a pesar de ser pueblo están divididos desde clase alta hasta baja y en el norte está la clase baja. Subí viendo a 4 pasajeros entre ellos una ancianita y su chihuahua blanco en su bolso, una niña que la acompañaba, un vagabundo… creo, y un chico con un saco dorado con negro.

Ignorando el repugnante olor que tenía el bus fui hasta el fondo pasando por el chico quien no me prestó la más mínima atención. El bus siguió el camino haciendo una parada en una gasolinera en la que por cierto bajo el chico que no estaba tan mal ya que lo observe durante el transcurso.

Bueno adiós al chico lindo de saco dorado con negro.

Luego de unos minutos llegamos al lado norte, baje con cierta cautela por si uno de los hombres de Steve se encontraba cerca. Pase varias casas hasta llegar a uno de los edificios abandonados que casi nadie se atrevía a entrar porque según las personas pasaban cosas raras.

Me importo un carajo claro está.

El edificio estaba completamente vacío, con basura y uno que otro grafiti. Era de tres pisos, decidí irme por el segundo piso que dejaba justo a la vista el almacén principal justo donde se encontraba siempre Steve.

Saque mi computador, cámara y una pequeña caja metálica con un objeto en forma de joya sobre ella, creado por muah.  Para recibir señal y saber la ubicación de cualquier persona, lo llamo Rubí en honor a las luces rojas brillante que van en sus orillas.

Me puse manos a la obra conectando la cámara y poniendo en acción a mi bebé Rubí.

Una vez mi computador tuvo señal me dedique a intervenir en las cámaras y alarmas, porque Steve sí que se dedico a su seguridad y pues como desaprovechar a alguien como yo para crear su propia seguridad como si fuera el mismo presidente.

Así que interrumpir su señal y deshacerme de las cámaras y alarmas no fue un problema. Espere una media hora a que llegara la camioneta donde transportaban sus armas, cuando vi el momento baje dejando la cámara encendida, la que me ayudaría a vigilar que pasaba por fuera viendo todo desde mi celular.

Cuando llegue pase por el callejón que casi nunca usaban, me metí por una de las ventanillas que daba al ático justo donde llevaban las cajas llenas de armas. Cuando estuve dentro busque una de las cajas me asegure de que era suficientemente grande para mí y me metí lo más rápido posible antes de que llegaran el resto de los hombres a dejar más cajas.

Sabía que haría Steve en cada movimiento así que solo espere revisando cada tanto las cámaras que tenia a mi control. Esta vez no tardo tanto como creí y escuche sus botas bajando hasta el ático.

-¿Viene completa?- pregunto.

-así es, como lo ordeno- respondió uno de los hombres.

Escuche como avanzaba y se tomaba el tiempo de ver que caja revisaría primero, hasta que sus pasos pararon, no mentiré al decir que me latió muy fuerte el corazón al saber que estaba a un paso de la caja donde yo estaba pero mi suerte surgió y abrió la caja de al lado.

-muy bien- dijo por fin, luego de unos segundos- ya saben donde llevarlas, tendremos un nuevo socio- termino y sus pasos se alejaron.

Los hombres comenzaron a cargar las cajas, pude oír como dos de ellos se acercaban a la caja donde yo estaba. Se agito un poco pero al final ambos mantuvieron bien el peso, encendí mi celular para ver desde las cámaras. Cruzaron varios pasillos hasta llegar a las escaleras que los llevaron a la mismísima oficina de Steve.

Dejaron las cajas en fila y salieron, vi por las cámaras que estuvieran lo suficientemente lejos y salí. No había cambiado nada, seguía ese estúpido aroma de loción mezclado con nicotina.