♓
Yo que pensaba que lo más raro en este mundo era las personas que les gustaba el calor, pero luego aparecieron estos raritos…
-bien ¿esta vez sí se te quedo?- asentí aunque la verdad es que me seguía confundiendo.- ahora di los nombres y signos de cada uno- todos volvieron a formarse en línea mientras yo pensaba en qué clase de circo me metí.
Avance de nuevo al inicio y me pare en frente de la castaña, pensé y…- ¿Samantha?- asintió y saque el aire que tenía retenido- y tú eres… ¿piscis?- asintió de nuevo y ya era una menos. Paso el pelirrojo que ya lo tenía mejor identificado- Russell y tu gata Eris… eres tauro- sonrió como si fuera un papá orgulloso.
-nadie me olvida- dijo el rubio empujando a Russell. Hice como si pensara y frunció el ceño- ni se te ocurra olvidar mi nombre o lo pagaras caro- su ojos se oscurecieron con tanta rapidez que no lo pensé dos veces.
-Odysseus, eres géminis- me regalo una sonrisa chueca y se alejo dándole paso a la pelirroja con la que hable de primero- tu eres Cáncer y…- mi mente quedo en blanco por completo hasta que vi a la gata de Russell- te llamas Kat- sonreí lo menos que pude por usar una gata como referencia hacia su nombre.
-lo sé, da risa cuando lo piensas de ese modo- no lo evite y solté una risita al igual que ella.
La siguiente fue la rubia, y no entendí como rayos pero cada que ella pasaba se llevaba la atención de todos incluso la mía- Space, eres… ¿Leo?- asintió, era más fácil si compara su nombre con el espacio y su signo por un león, mala comparación lo sé pero era la manera más fácil. La siguiente fue otra pelirroja que casi siempre estaba en silencio pero que tenía una vibra muy… no tengo palabra alguna para describirla- Amapola- asintió- y eres Virgo- volvió a asentir y se alejo sin más.
-apúrate que ya me quiero ir a dormir- rodé los ojos.
-Blood y tu signo es Libra- suspiro pesadamente y se estiro.
-gracias al cielo, me largo- dijo mientras se alejaba.
-eso sí que no- lo detuvo la pelinegra- aun falta aclarar muchas cosas y el de la idea fuiste tú así que te quedas y nada de quejas- enfurruñado se sentó en el suelo junto a Samantha.- mi turno- sonrió al estar frente a mí.
-Marina y eres Escorpio- sonrió y me regalo unos pequeños aplausos. Le dio lugar al chico con saco dorado con negro- muy bien, no me hagas vomitar de nuevo ¿quieres?- hizo una mueca.
-Tampoco es de mi agrado verte vomitar, créeme.- le di la razón.
-Shadow y tu signo es Capricornio- torció su cuello dejando en claro que también estaba cansado. Y por último el chico con cabello revuelto y chaleco negro- Hiena y eres Acuario- y todos al mismo tiempo suspiraron.
-agh por fin- dijo Blood.
-falta alguien ¿no?- todos se quedaron en silencio.
-¿Quién?- levanto la mirada Russell.
-pues son 12 signos y por lo que veo ustedes solo son 10…
Las muecas que hicieron solo me rebelo dos opciones, la primera era que los dos que faltaban murieron o se enamoraron y se fueron, pero al ver la cara de Kat y la de Marina me llevo a tomar la primera.
-ellos pues…- hablo Space- ellos…- no completo la oración pero si lo hizo Blood.
-Sagitario y Aries- pauso haciendo una mueca- Sagitario era un ella pero… esa parte te la debemos explicar luego, pero Aries pues él se alejo al pensar que era mejor que todos nosotros, era muy conflictivo pero muy bueno para hacer negocios- vi las muecas de todos- se alejo cuando se la llevaron a ella, fueron el primer amor el uno del otro.
Bien puede que no se hayan muerto pero con la mención de ella la expresión de todos fue como si estuvieran en un velorio…
-¡carajo!- grite al entrar en razón.
-¿y ahora que tiene?- pregunto Blood.
-Shadow ¿Qué le hiciste?- pregunto Space.
-¡¿Yo?! ¡No eh hecho nada!
-no, no me hizo nada es solo que…- me acerque al sofá- ¡a un lado!
-¡ey! No remates conmigo- se quejo el rubio, Odysseus.
-ya vuelvo- dije casi en un murmuro cuando encontré mi celular. Me dirigí a uno de los pasillos y por fin marque a la persona que no veo hace meses, sonó tres veces antes de que por fin contestara.
-¡Florence! ¡Por fin llamas! ¿Cuándo regresaras?- su tono de preocupación trajo el recuerdo de lo que me niego a creer.
-yo… no lo… mañana, sí, mañana estaré por allá- la idea solo salió pero…- se que las cosas con mi padre no iban bien pero volveré, no te preocupes- quedo en silencio- adiós, mamá.- al regresar un poco a la realidad fue como si un balde de agua fría me cubriera el cuerpo.
Mi mente regreso a los últimos días en los que estuve con mi familia, todo era pelear y fingir que éramos una de las familias más perfectas del pueblo, que no tenían ni un solo problema y ninguna preocupación por sus costosos lujos.
-¿oye?- llamaron a mis espaldas, gire encontrando a Amapola, la que nunca habla- ¿todo bien por aquí?- su voz era tan suave, su expresión relajada, toda ella decía “PAZ”.
-sí, pero tendré que irme, tengo asuntos familiares que resolver- asintió y me señalo el pasillo. Por alguna razón supe que solo con mirarla me invitaba a decirles a los demás.
Cuando regresamos a la habitación todos estaban en una discusión de nuevo, me sitúe a lado de Amapola cuando se detuvo, estábamos en una buena posición en la que podíamos ver a todos los raritos.
-chicos…- llamo pero nadie presto atención, todos estaban muy entretenidos discutiendo sobre no sé qué cosa, eran palabras mezcladas- chicos…-volvió a llamarlos Amapola, y nadie respondió. Hasta que- supongo que quieren una lección para aprender a callar ¿cierto?- con eso todos en la habitación guardaron silencio, mi mirada fue hacia su rostro que seguía relajado y su aura solo traía calma, y fue cuando entendí el porqué las expresiones de terror de todos.