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Blood
-No debiste dejar que se fuera- me dice por quinta vez Kat.
-¿Por qué? Te recuerdo que cuando salimos de ese restaurante la primera que dijo que debíamos dejarla fuiste tú.
-Lo sé, luego de lo que pasó con Amapola, percibí un sentimiento que ya he visto en alguien más…-dice y me deja pensativo.
-¿En quién?
-…tú sabes en quien, ella se siente rechazada y nosotros solo empeoramos.
-Bueno, ya es tarde, ella ya se fue y esperemos que cumpla su palabra porque si no es así…
-¡Chicos!- interrumpe, Russell, abriendo la puerta de la cocina con fuerza y muy agitado.
-¿Qué pasa, Rus?- pregunta, Kat.
-Es Mich, regresó y vio algo.-Comparto una mirada con Kat y comenzamos a seguir a Russell hasta la sala.
-Bien, ¿ahora me pueden decir qué pasa?- digo tan solo llegar. Veo a todos con una expresión nerviosa hasta que mi mirada llega a Mich, el fantasmita que siempre sigue a Hiena. Avanzó hacía él que se encuentra parado en la puerta principal.- Escúpelo.
-Venía de Whi… de un pueblo,- corta la frase, lo dejo pasar porque simplemente no es de mi interés hacía dónde va.- estaba por llegar a la cabaña cuando vi una camioneta negra en medio del bosque, justo en la ruta que solemos tomar para llegar hasta aquí,- Suspira y- eran muchos hombres con armas, hombres que jamás había visto, al menos desde que estoy con ustedes.
»-Un señor trajeado estaba buscando algo específicamente, para su fortuna soy un fantasma,-dice haciendo comillas con los dedos cuando dice fantasma- así que escuche todo con claridad y detalle.
Suspiro con toda la calma del mundo.
-Mich, ve al punto, ¿Qué buscaba?
-Sí, lo siento, buscaba a dos chicas y una de ellas era, Florence- dice y todos nos alertamos.- hablando de que ellas serían de gran utilidad.
-¿Quién era la otra chica?- pregunta, Marina, noto como sus ojos brillan por la ilusión de saber quién podría ser.
-Una tal Alexa, Alejandra, no no, era algo como,- se queda callado por unos segundos- ¡ah! Alex.
-¿Apellido?- pregunta, Space. Ahora puedo ver la palidez que tomó su rostro, ella y yo sabemos de quién habla exactamente.
-Alex… era algo francés, como Rico o...
-¿Ricci?- pregunta, Space, ahora aún más pálida.
-¡Sí! ¿Cómo lo supiste?
-Ese apellido es italiano, tarado- le corrige, Shadow.
-¿Qué tan cerca de la cabaña estaban?- Cambio de tema, siento que Space está por desmayarse.
-Muy cerca, estaban tapando el camino directo hacía aquí, supongo que no han visto la cabaña gracias a lo que hizo Samantha.
-Pero no es suficiente, si ellos se están acercando y están vigilando notaran que hay algo- dice, Samantha. Se ha mantenido lejos del tema sobre Florence. Desde lo del restaurante, hace tres días, esta es la primera vez que habla.
´-¿No podrías hacerlo imaginar que hay un oso o algo?- Pregunta, Marina.
-No, si lo que dice Mich es cierto, usarán las armas y verán que no es real.
-Russell…- Llama, Shadow- ¿no puedes enviarles una estampida de vacas?
-¿Vacas? ¿En medio del bosque? Creo que no les cuadraba eso- niega mientras acomoda a la gata en el sofá como si fuera un bebé.
-Perdón por tratar de pensar en una solución- responde Shadow, poniendo los ojos en blanco.
-Enviar una estampida de vacas no es una solución- se queja, Marina.
-¿Y hacer que imaginen el ataque de un oso, si?- se burla, Hiena.
-¡Eso tiene más lógica que lo de las vacas!- grita. Y comienzan un debate sobre cuál tiene más lógica.
-Me voy a tirar de un puente- susurro para mí.
-¿Puedo apuntarme?- pregunta Samantha- Puedo hacer que imaginemos que vamos a caer en algodón en vez de en un río lleno de piedras.-Suelto una pequeña risa.
-Muy bien, ¡ya basta de pelear!- grito para que todos cierren la boca, logro mi cometido.- Tenemos que ahuyentarlos y solo lo lograremos solo si dejamos de perder el tiempo aquí, así que, Mich, regresa al bosque y ven…-pienso unos segundos lo que dire-... volando o caminando o como sea, solo ven si ves que están más cerca de la cabaña.- El fantasma asiente y se va.
-Ya nos dirás, ¿cuál es tu plan?- me pregunta, Odysseus.
-Calmate, Ody,- marcó el “Ody”, es increíble ver como le enoja ese estupido apodo.- Necesito ir hacer algo y en unos minutos les diré lo que haremos.
No espero una respuesta y me dirijo al sótano. Una vez ahí, saco mi móvil, el cuál ahora si funciona gracias a…
-...Florecen.-Giro para encontrarme con Odysseus.
-¿Cuántas veces debo de decirte que no leas mi mente?
-¿Cuántas veces debo de decirte que no me ocultes cosas?- suspiro y me tomo un momento para pensar cómo explicarle a quién llamaré.
-Bien… es un hombre al cual he conocido toda mi vida, la diferencia es que yo tengo cierto don y él no, pero es un estafador, hace poco me llamó para saber si yo aún existía y me pidió cierto favor…
-ajá, ¿Y cuál era ese favor, exactamente?
-sabe de mi don, por lo que me pidió que si llegaba a conseguir algo de información para un negocio, días después vi algo…-el recuerdo vuelve a mi-... creo que esta demás que te diga a quién vi, es increible lo que diré pero, te doy permiso para que entres en mis recuerdos.-Odysseus se queda con la boca abierta, con el tiempo halle la forma de bloquearlo pero cuando estoy distraído o le doy permiso, tiene libertad de divagar en mi mente.
-wow, apreciaré este momento por toda mi eternidad.- dice con todo el dramatismo que solo él sabe expresar pero antes de que me de cuenta, ya tiene ambas manos sosteniendo mi cabeza y comienza la parte que más detesto.
El dolor se mantiene pero es soportable. Abro los ojos y me veo de regreso al mismo edificio que ya había visto anteriormente y a mi lado Odysseus.