Zombie Love Never Dies.

La guerra final ha comenzado. 13

Se siente como si hubiesen pasado años sin vernos, pero solo fueron 3 meses y Aren había cambiado demasiado, estaba más corpulento, se había cortado el cabello y estaba más delgado… Aren había cambiado mucho y lo podía notar. Con mis manos le tomo el rostro para analizarlo mejor y ver todas sus facciones… en sus ojos… en esos ojos rojos tan intensos podía ver un ápice de felicidad y tranquilidad, podía ver que mi corazón y el suyo al fin estaban en completa sincronización y sentía que aquí era donde tenía que pertenecer el resto de mi eternidad…Aren era mi lugar, era mi hogar y era al zombie que yo más amaba, sin duda estar lejos de su protección me hizo darme cuenta de mis sentimientos más profundos y Karsten también me lo hizo notar… me hizo recordar como era en un comienzo, en como yo trataba a Aren y como esto comenzó, de su historia conmigo y de que alguna manera estábamos destinados, era necesario volver a encontrarnos, podíamos cambiar todo lo que nos rodeara y verlo me hizo ver lo jodidamente hermoso y sexy que es este zombie. Sin poder aguantar un momento más, me acerco a sus labios y lo beso profundamente, él inmediatamente acepta y nos fundimos en la necesidad, en la memoria, en el furor, en la sensación de cariño, nos estábamos convirtiendo en uno y yo estaba más que feliz…

No importaba que todo el mundo nos mirara, este era nuestro momento, era lo que estábamos esperando y necesitando por mucho tiempo y así recompensar todo el tiempo perdido, de que no es necesario tomarse tanto tiempo para estar con alguien, de que el día de mañana podrías no volver a verlo, de que no importaba nada que no fuese solo Aren, para mí ya no habían paredes que derrumbar, no había que convertirnos en amigos, no había que pasar por exs amantes, que no era relevante… todo no valía, solo quería estar en los brazos de él y sentir piel con piel que estaba ahí conmigo, que nos pertenecíamos.

Uno….

Dos…

Miles de besos después, nos separamos, y ahora es el quien toma mi rostro en sus manos y me mira fijamente…

 

-       Por favor dime que no es mentira y que no estoy alucinando y realmente estas en mis brazos al fin… por favor dime que estás aquí…

-       Aquí estoy Aren, al fin estoy contigo, es real… tú también puedes sentirlo… nuestros corazones están en armonía.

 

Con una mano la llevó a su pecho, en donde está su corazón y su mano se va al mío, juntamos nuestras frentes y nos dedicamos a sentir la hermosa sinfonía que nos tenían nuestros corazones, era júbilo, era felicidad máxima, era… perfecto.

Siento como viene mucha gente corriendo y nos separamos unos momentos, y de esas personas Adonis venía a toda velocidad, miro a Aren y él entiende que necesitaba estar con mi hermano…Corro a su encuentro y me lanzo a él, alcanza a agarrarme y nos abrazamos tan fuerte que podíamos asfixiarnos de tanto cariño que estábamos transmitiendo, mi hermano, mi gemelo, mi todo… uno de los seres más importantes en mi vida, estaba aquí. Me baja y comienza a inspeccionarme, toma mi rostro en sus manos y comienza su análisis personal, verificando que estaba todo correcto, cuando se encuentra satisfecho vuelve a abrazarme y yo le devuelvo el gesto, sin duda lo había extrañado tanto que mis lagrimas salían solas… llorar ya era una costumbre, era algo tan natural para mí, pero claramente para los demás no era así por lo cual Adonis se asustó como la mierda cuando vio esas aguas salir por mis ojos…

-       No entres en pánico, solo son lagrimas…

-       ¿Lágrimas?

-       Si hermano, lágrimas…

-       ¿Pero porque te salen así?

-       Porque te amo y te extrañaba un montón…

 

No me dice nada más y vuelve a abrazarme… no sé qué haría si Adonis no estuviese, la conexión que tenemos es tan especial que no quiero perderla nunca.

 

-       Es mi turno Adonis, no te la lleves tú sola egoísta…

 

Escucho la voz de mi mejor amiga, me aparto de mi hermano y voy directamente a sus brazos, mientras ambas llorábamos, cosa que me sorprendió, nos reíamos, porque era muy loco toda esta situación, era irrealista y caso es como si me la hubiese imaginado y no fuese real… pero aquí estaban… todos los que me importaban… me miraban, esperando creo yo una respuesta a sus innumerables preguntas, pero yo solo quería abrazarlos y tenerlos mucho tiempo más, pero ya íbamos a tener tiempo para eso, o eso más bien esperaba.. inmediatamente pienso en Karsten y en como todo tenía que llevarse a cabo con nuestro plan, por lo cual me separo un poco de ellos y busco a Aren, que estaba detrás de mí, lo tomo de la mano y le hablo…

 

-       Aren… tenemos que hablar.

-       Lo se Atenea…pero quiero que aproveches este día para descansar y que estés con tu hermano y tu mejor amiga, yo te esperare…

 

Lo miro nuevamente… la verdad se que sonará de lo más malagradecida y poco familiar que pueda existir, pero quería solo estar con él, quería tener todos esos besos, caricias que no pudimos darnos por estos tres meses, necesitaba de él, pero también entendía que quizás él necesitaba procesar todo esto y por qué estoy aquí si supuestamente yo había muerto. Nos miramos y yo asiento ante su sugerencia… el se devuelve al palacio, lo veo marcharse y como las grandes puertas se cierran detrás de él, me giro ante mis seres queridos y nuevamente los abrazo, los extrañaba muchísimo. Nos dirigimos hacia el jardín los tres y todos en silencio, quizás esperaban que yo empezara el relato y les diese una explicación y que paso estos tres meses…

 

-       Espero que puedan tener una mente abierta a lo que les contare, porque no es fácil…

-       Solo quiero saber porque nos dijeron que habías muerto, donde estuviste, con quien estabas, ¿Karsten te hizo mucho daño?- inquiere Adonis-

-       No hermano, no crucifiques antes de tiempo a Karsten, la verdad es que tenemos una mala perspectiva de lo que realmente es el rey de los desterrados…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.