Zombies, Caos y su Mirada

Capítulo 6

6:45 a.m.
-¿Cuándo comeremos?- se acercó hacia mí, no debí hablar.
-Toma- me dio una de sus barras. 
-Gracias.
Ella posee una cara singular, no es una cara de niña pero tampoco parece madura, hoy se ve amable quizá pueda hablarle.
-¿Puedo hacerte tres preguntas?
-No- aquí vamos de nuevo.
-Por favor.
-Sólo dos y después de eso debes callarte.
-Hecho- no podía desperdiciar mi oportunidad, sabía que no me diría su nombre de todas formas.
-¿Cuál es tu edad?
-17 años.
-¿En verdad? Tenemos la misma edad.
-Dato irrelevante, siguiente pregunta.
-¿Qué sabes sobre los leprosos?- ella parecía saber bastante y podría ser útil para mis notas.
-Bien, seguro conoces la historia que distribuyeron por los medios... la cura de cáncer que en realidad sólo fue un virus hecho por científicos locos para hacerse millonarios.
-Si, ellos son los únicos culpables.
-Eso sólo es una parte.
-Sigue.
-Es cierto que son responsables de este caos pero no fue su propósito inicial contaminar al mundo así que ahora están desarrollando una cura para venderla nuevamente bajo otro nombre, el problema es que el virus con el que infectaron a todos es indestructible, no harán más que asesinar al resto de los que siguen vivos.
-Es por eso que cazan a los leprosos- recordé esa noche.
-Así es, necesitan sujetos sanos e infectados.
-¿Sabes algo sobre el virus?
-Se comporta como un parásito, primeramente destruía las células cancerígenas pero después notaron que también podía dañar lentamente células sanas entre ellas las cerebrales lo que tiene como consecuencias la demencia, pérdida de la memoria y la descomposición de sus cuerpos, prácticamente se convierten en muertos con instintos asesinos y eso no es todo.
-¿En verdad hay más?- no podía creer todo lo que había pasado detrás.
-Pon atención esto es importante.
-Lo lamento, continúa
-Conocemos dos tipos de zombies hasta ahora: las personas que fueron infectadas por medio de la vacuna, el tiempo de transformación depende de la víctima, se descomponen un poco más rápido y sólo tienen dos fines comer personas y seguir transmitiendo el virus 
-¿El siguiente tipo es peor?
-Si- se recargo sobre un árbol y suspiro- cuando no son devorados por completo o al menos su cabeza queda intacta, el virus viaja rápidamente a través de la sangre hasta llegar al cerebro donde comienza a dañar células y esto nos deja a un zombie demente y sumamente agresivo.
-¿Por qué?
-La parte pensante del cerebro es la más dañada por eso enloquecen, su propósito principal es asesinar todo lo que tenga pulso. Hemos notado que su descomposición exterior es más lenta.
-¿Hemos notado?
-No estoy del todo sola, cuando lleguemos al refugio conocerás a mis amigos.
-¿Entonces por qué viajas sola? 
-Salir con un grupo es peligroso y aburrido.
-¿Y si tienes ese refugio por qué estas afuera arriesgando tu vida?
-Detesto estar en un solo lugar rodeada de la misma vista y las mismas personas, sin nada que me haga sentir viva. Además una de mis tareas es salir por víveres y armas.
-Ya entiendo.
-Cuando lleguemos voy a quejarme.
-¿A qué te refieres?
-No es mi tarea rescatar personas.
Sé que le debo la vida pero porqué tiene que ser tan arrogante. Decidí callarme el resto del camino, había logrado conocerle un poco más y abrirme paso a su confianza.
-Lo hiciste bien Andrew- me dije a mí mismo.

1:55 p.m.
-¿Podemos parar un segundo?
- Si.
Estaba totalmente exhausto y me dolía cada parte del cuerpo, ella no era la excepción.
-Oye.
-¿Si?
-¿Tienes agua?
-Claro, toma- le di mi botella que apenas sobrepasaba la mitad.
-Gracias- me devolvió la botella con suficiente agua para parar mi sed.
Mientras llevaba la botella a mis labios recordé los animes que veía y pensé que si bebía sería como recibir un beso indirecto.
-No creo que eso sea real- bebí lo que restaba.
-Vamos- se levantó nuevamente.
-Claro- aún me mataban los pies- ¿Hacia dónde?
-Derecho, necesito cartuchos.
-¿Sólo de escopeta?
-Uhmm no en realidad tomaremos todo lo que encontremos pero esas son obligatorias.
-Bien.

3:43 p.m.
A pesar de que los rayos solares no nos tocan, siento que mi cuerpo está demasiado caliente y sudoroso, tan sólo quiero llegar y arrojar esto.
-Espera- dijo cargando su arma.
-¿Qué sucede?
-Dame mi mochila, te quedarás cerca de mí y no hagas nada a menos que te lo pida.
-¿Ya llegamos?
-Estamos a unos metros.
Continuamos caminando hasta llegar a lo que parecía un pueblo, había muchos cuerpos tirados sobre la carretera y el olor casi me provocaba el vomito.
-Será mejor que tengamos cuidado- le dije.
-Ten cuidado tú- respondió sarcástica.
Ella apuntaba sólo hacia mí, parecía que sólo yo era la amenaza, después de todo nunca me acercaré a ella.
-¡Ah!- grité al ver el grupo de leprosos.
-¿Puedes callarte?- me dio la mochila y sólo llevo consigo un machete oxidado.
-Deberías llevar una pistola.
-¿Y llamar al resto de esas cosas? Yo creo que no.

La vi acercarse a ellos sin temor, uno a uno caía sobre sus pies, la sangre cubría sus tenis, era asqueroso pero no podía dejar de verla, se supone que yo debería estar haciendo eso y en cambio estoy detrás de este auto volcado.


-¡Ahh!- no note el par de muertos que estaban acercandose a mi, me arrastre por debajo del auto hasta llegar a ella- tengo dos problemas.
-Cómo si no tuviera suficiente- me dio su machete cubierto sangre y piel de leproso- es hora de que me ayudes.
-Pero...- mis manos temblaban.
-Es sencillo- saco una navaja de sus jeans y penetró la cabeza de los que me seguían.
No dejaban de aparecer muertos, sentí que mi corazón se detenía.
-Dame eso- me quitó el machete al ver que no le servía en nada- escóndete detrás de ese auto.


Me sentía totalmente avergonzado por dejar todo sobre sus hombros pero no podía hacer nada.



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En el texto hay: gore suspenso misterios, romance amor sangre

Editado: 19.01.2019

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