Zona de Vuelo [omegaverse]

Capítulo 16 – Bajo Juramento

La sala donde se llevaba a cabo el juicio militar estaba llena de ecos del pasado. Damian permanecía de pie frente al estrado, con el uniforme de gala bien ajustado, aunque con un rostro que mostraba más años de los que en realidad tenía. El juicio no era solo un trámite para definir su futuro profesional, era también una confrontación con los demonios que no había querido enfrentar desde que Marcus murió.

Las preguntas iban y venían, secas, objetivas, necesarias. Damian explicó las maniobras, las decisiones, el momento exacto en el que supo que Marcus no saldría con vida. Su voz se quebró una sola vez, pero fue suficiente para silenciar a todos por un instante. El fiscal se limitó a asentir, mientras el tribunal tomaba nota.

Cuando salió del juzgado, Ren ya no estaba esperándolo en el auto. Habían quedado en verse más tarde. Había insistido en ir solo.

—Necesitaba hacerlo así —murmuró mientras respiraba hondo, dejando que el viento le llevara los recuerdos.

Horas después, Damian se dirigió al set de filmación. El equipo estaba grabando una de las escenas más complejas del guion, en un terreno amplio simulado como base aérea. Desde la distancia, vio a Ren con un traje de vuelo, corriendo líneas junto a otro actor y ajustando su posición en el montaje del fuselaje del avión.

Todo parecía bajo control, hasta que una chispa de tensión atravesó el set.

Un estallido de gritos y ruido de metal sacudió la escena cuando un soporte colapsó en la plataforma cercana a Ren. El omega, sorprendido, tropezó y cayó de rodillas. Julius fue el primero en correr hacia él, levantándolo rápidamente.

—¿Estás bien? —preguntó Julius, tomándolo por los brazos con fuerza, inspeccionando sus piernas.

Ren asintió, aún aturdido por el susto. —Estoy bien... creo. Gracias.

Damian llegó segundos después, sus ojos recorriendo el cuerpo de Ren con desesperación y luego posándose en Julius, a quien apartó con una mano brusca, sin decir palabra.

—Ya estoy aquí —dijo Damian en voz baja, pasando su brazo firmemente por los hombros del omega.

El silencio fue abrumador. Ren podía sentir las feromonas de Damian arremolinándose a su alrededor como un escudo invisible. Nadie se atrevía a acercarse mientras el alfa evaluaba cada centímetro de su pareja, buscando heridas.

—Estoy bien, Damian... No pasó nada grave —dijo Ren con voz temblorosa, posando su mano sobre el pecho de él.

—Pudo haber pasado —murmuró él, con la mandíbula tensa.

Luego de asegurarse de que Ren estuviera a salvo, lo llevó a un rincón más tranquilo del set, donde finalmente se sentaron.

—Ya no puedo seguir callando esto... Le conté a producción lo del acosador —dijo Ren, con el corazón en un puño.

Damian levantó la vista, sorprendido.

—¿A producción?

Ren asintió. —Después de lo de hoy, no podía seguir esperando a que algo peor pasara. Necesitan saberlo para tomar medidas de seguridad. No solo por mí, sino por todos.

Damian bajó la cabeza, procesando la información.

—¿Dijeron que harían algo?

—Sí. Seguridad extra en el set, revisión de accesos, y van a contactar a las autoridades si vuelve a aparecer algún indicio. —Ren respiró hondo—. Yo solo quiero terminar esta película sin mirar por encima del hombro todo el tiempo.

Damian tomó su mano.

—No vas a estar solo en esto. No otra vez.

Ren sonrió levemente. A pesar de todo el miedo, de las heridas abiertas y las sombras que amenazaban con invadirlo, ahí estaba Damian. Su alfa. Su lugar seguro.

—Gracias por venir hoy —susurró Ren.

—Siempre que me necesites, estaré.

Y por primera vez en ese día, Ren sintió que, a pesar de todo, iba a estar bien.




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