Zona de Vuelo [omegaverse]

Capítulo 21 – El Silencio Entre Frecuencias

El helicóptero descendió sobre la base como una exhalación de acero. Damian bajó con paso firme, las botas resonando con ese eco de poder y rutina que había añorado en silencio. Al instante, varios compañeros lo rodearon: palmadas en la espalda, abrazos rudos, risas contenidas.

—¡Mira quién volvió del retiro romántico! —bromeó Vargas, un alfa fornido de sonrisa fácil—. Ya extrañábamos tus gritos, Sorel.

—Y tus maniobras suicidas —añadió Ledezma, con una mirada cómplice.

Damian sonrió. Se sentía… bien. Bien de verdad. Como si por fin una parte de sí se hubiese reconectado.

—¿Creyeron que iba a dejarlos solos mucho tiempo?

—Nah. Solo pensábamos que te habías vuelto un actor también —dijo Vargas mientras le lanzaba un casco—. Aunque debo decir… tu omega sí que sabe robarse el show.

El nombre de Ren bastó para que el pecho de Damian se apretara.

Sí, era bueno volver. Pero también era insoportablemente distinto.

...

Las jornadas eran duras. El nuevo entrenamiento aéreo se enfocaba en reconocimiento estratégico y misiones de rescate simuladas en zonas complicadas. Damian debía mantenerse alerta, sus sentidos enfocados. El ejército lo necesitaba más que nunca.

Pero en las noches, cuando la adrenalina bajaba y el eco de los motores se disolvía en la oscuridad, el silencio se volvía un enemigo.

Dormía mal. Soñaba con Ren en escenarios que se desvanecían antes de alcanzarlo. Y a veces, entre los informes y los ruidos de la base, llegaban retazos de noticias.

“Ren Lysander nominado a mejor actor revelación…”

“El joven omega deslumbra con su presencia…”

“…una ovación de pie en Cannes…”

Damian se quedaba mirando la pantalla portátil en la sala común hasta que alguien cambiaba el canal. La señal de la base era irregular, pero los destellos de Ren —esa imagen perfecta, sonriente, reluciente— bastaban para prenderle un calor bajo la piel.

A veces intentaba llamarlo, pero las interferencias lo impedían. O el sistema encriptado no lo permitía. O simplemente… Ren no podía contestar.

Y no era por falta de ganas. Lo sabía. Pero eso no evitaba que doliera.

...

Una noche, después de una misión de reconocimiento en condiciones climáticas extremas, Damian volvió agotado. Se dejó caer en su litera, con los músculos tensos y el corazón pesado. Vargas le lanzó una lata de bebida energética.

—¿Estás bien?

Damian la atrapó sin mirar.

—Sí. Solo cansado.

—¿De volar o de esperar?

No respondió.

Vargas se sentó a su lado. Su tono bajó, más fraternal.

—Yo sé que es difícil, Sorel. Tener a alguien allá afuera. Más si ese alguien es tan público como Lysander. No es fácil ver que todo el mundo lo desea.

—No es por eso —dijo Damian, y su voz tenía un filo oculto—. Es no poder cuidarlo. No poder estar ahí si lo necesita. No saber si está durmiendo bien. Si come. Si… si piensa en mí cuando se apagan las cámaras.

—¿Y tú? ¿Sigues pensando en él cuando enciendes los motores?

Damian lo miró, lento. Luego asintió.

—Cada vez.

Vargas lo palmeó una vez más.

—Entonces aguanta, hermano. Porque si tú te rindes, ninguno de nosotros aguantará esta tormenta.

...

Esa noche, Damian salió a la pista vacía. El cielo estaba despejado. El viento tenía esa calidad extraña que solo existe entre el rugido y la calma. Se sentó en la escalinata del hangar y levantó la vista.

—Ren… —susurró—. Quiero verte brillar tan alto como una estrella en el cielo… aún si tengo que hacerlo entre las sombras.

La voz se apagó entre las estrellas.

Y aún así, parecía que alguien lo escuchaba.

...

...

Holi

Capítulo corto, pero lleno de sentimiento :(




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