Pov’s Shayla.
El sol ha salido, pero no lo sé porque lo he visto, si no por el canto de las aves que aletean fuera de la mansión. Dentro de la casa ya han comenzado a moverse, los escucho con bastante claridad y es porque Lara quiere estar atenta a cualquier ruido.
Después de lo que me ha confesado Dante ayer por la tarde, pelee con Lara para que me dejara hablar, quería decirle que yo también me siento como él, que también estoy enamorada de su persona. No pude. Dante se quedó unos segundos mirándome sin decir absolutamente nada, pero no sé si esperando una respuesta de mi parte o solo por estar conmigo. Después de él, nadie más entro al calabozo.
En la parte de arriba de casa ya ha comenzado a haber movimiento, puedo oír claramente el sonido que hacen los zapatos al golpear la cerámica blanca que cubre todo el primer piso de la mansión. Desde ayer que Lara busca con impaciencia algún rastro que la lleve a Mailen, pero cuando llegamos en la mañana, ya había desaparecido bastante. Ayer por la tarde sentí el olor de Daniel cuando llego, pero no estaba del todo segura, debió haber pasado algo realmente malo para que él regresara, o bien va a pasar algo terrible y Dante lo ha citado a tiempo.
Antes de que el vampiro bajara a verme, he sentido el olor de un lobo, uno que me resulta conocido pero que no se asociar con nadie en específico, la verdad es que me ha dejado pensando de quien podría tratarse, pero ni cuando oí su nombre lo recordé. Algo que también me tiene muy intranquila es el hecho de que nadie me ha dicho absolutamente nada de Amira y yo sé que algo le ha ocurrido, he sentido su olor en aquel lugar, estaba mezclado con el de los demás lobos que aquel anciano tiene encerrados, pero pude sentirlo. Fue imposible no hacerlo, después de todo, prácticamente hemos crecido juntas. Apoyándonos siempre. Hombro a hombro.
Ya paso la hora del desayuno, junto con la del almuerzo y en ese mismo instante el timbre de la casa sonó y el olor de humanos me invadió, lo cual causo que Lara se inquietara dentro de mí.
—Hola pequeña… — el tono dulce que ha utilizado Ashy me deja desconcertada — ¿quieres acompañarme a la biblioteca un rato?
—Si… — susurra la niña en respuesta, sus pasos se alejan de donde se encuentra Dante junto a otras dos personas.
Lara se pone cómoda, quiere escuchar todo lo que ocurre allá arriba, la verdad es que no me molesta, yo también quiero oír la conversación, aparte cabe añadir que es muy aburrido solo estar encerrada.
—¿Ya han decidido que es lo que van a hacer con su cuerpo? — Dante se detiene, supongo que se han reunido en el living de la mansión, ahí se siente el olor de todos los demás miembros de la familia, también siento el aroma de Álvaro.
—Lo enterraremos… — susurra un joven y yo sé bien de quien se trata, es Breck, el hijo mayor de Miguel. Eso significa que la otra persona es su esposa y la niña que se ha llevado Ashy es la pequeña Sofía — calcinarlo no es una opción para los Chller después de todo, menos para lo que deseamos ser en un futuro.
—Tu padre me ha pedido que no te convierta hasta después de que cumplas la mayoría de edad Breck — el tono de voz que utiliza Dante para dirigirse al joven me hace sonreír, pues se nota que le tiene afecto — y tampoco debo hacerlo cuando te encuentres alterado ¿has entendido?
—Si — bufa el adolecente, su corazón ha comenzado a latir demasiado rápido, pero no de la forma en el que lo suelen hacer cuando se está enfadado, si como cuando tienes ganas de llorar y te estas aguantando.
En la planta de arriba la niña si se ha puesto a llorar, lo que lleva a que todos corran en donde ella se encuentra. Ashy se disculpa unas cuantas veces, diciendo que estaban jugando a la escondida y la pequeña se había ido al cuarto donde se encuentra Miguel. Tarde o temprano iba a tener que verlo, asique por eso mismo no le dijeron absolutamente nada.
—Ellos tienen que estar a solas — susurra Dante y todos salen de ahí, a excepción de la familia, claramente.
Por la noche, cuando ya todos dormían, pude escuchar como Aine fue a la habitación del difunto y lo arreglo, supongo que le ha lanzado algunas cosas por encima para que el olor a podrido desaparezca, pues ni yo lo siento en estos momentos, también debo suponer que le ha puesto una muda de ropa diferente, al igual que le debe haber limpiado las heridas. No me sorprende en lo absoluto, ella es así.
Al fin, alguien se hizo presente en el calabozo, Lara se acomodó enseguida y no lanzo ningún tipo de ataque o advertencia al volver a verlo. Peter, una vez más, se sacó la camisa y me mostro un cuadro blanco, dentro de él se encuentra una imagen en particular, una en donde salgo junto a Amira hace alrededor de dos años atrás, para mi cumpleaños. Ambas sonreímos, de fondo se aprecia el atardecer junto al mar. Fue un día increíble. Todos los días que me encuentro junto a mi mejor amiga son perfectos.
—¿La recuerdas verdad Lara? — Ayer, la mayoría de las veces que hablo, siempre lo hizo dirigiéndose a la loba — ¿saber por qué ella no ha venido a verte? — Silencio es lo que obtiene de nuestra parte — porque la tiene encerrada aquel anciano… — mi corazón late deprisa y Lara lanza un gruñido — debemos sacarla de ese lugar cuanto antes ¿estás de acuerdo conmigo? — ella ladra y se intenta trasformar en loba, pero solo quedamos a la mitad de ello, como antes, espero que cuando me encuentre mejor pueda volver a convertirme completamente en loba, no me agrada la idea de verme así — no le prestes atención a lo que está sucediendo allá arriba — señala el techo y Lara mira, las tres personas lloran — y solo enfócate en lograr ser la misma de antes.