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Semana 4. Jueves.
La clase de David estaba en el aula de electricidad impartiendo dicha asignatura y atendiendo al profesor.
– Bueno. Creo que os he exigido demasiado – pausó Delamarte –. ¿Por qué no cambiamos de ejercicio? ¿Por qué no intentáis encender las bombillas que tenéis en el cajón de vuestra mesa?
David y Nicole, que se sentaban juntos, bajaron a la vez la mirada y abrieron el pequeño cajón que había individualmente en cada mesa. Encontrándose con un juego de cinco bombillas normales y corrientes.
– Vamos a ver si al fin hacemos algo... – Susurró Nicole mientras cogía una sola bombilla y se ponía a practicar con ella.
David, que no tenía ningún tipo de problema con ese elemento, cogió dos bombillas, una en cada mano, y las encendió casi al instante.
– ¿Pero cómo lo haces? – Refunfuñó Nicole llena de rabia. Haciendo que explotase su bombilla al intentarlo otra vez –. ¡Mierda!
– ¿¡Pero qué haces!? – Le regañó David al ver trozos de vidrio esparcidos por toda la mesa.
– La ira nos puede perjudicar a todos, señorita Nicole – le dijo el profesor al ver lo que hizo –. ¿Por qué no se tranquiliza y lo vuelve a intentar de nuevo?
– Perdonad que os interrumpa a todos – dijo el director mientras entraba al aula y la recorría hasta llegar al fondo –. Pero os vengo a comunicar, de que en cinco minutos, todos los alumnos de primero os iréis de excursión al ministerio.
Hubo un pequeño revuelo por toda la clase.
– Si – continuó hablando el director –. Yo también me he visto sorprendido por la invitación. Pero no me queda otra que aceptarla. Así que por favor, dejad vuestras cosas aquí y coged solo lo imprescindible. ¡Vamos! ¡Os espero en el patio!
Entonces, y mientras que el director abandonaba el aula, los alumnos recogían sus cosas y se preparaban para aquella excursión sorpresa.
– ¡Qué guay! – Dijo Nicole con mucho entusiasmo –. Nunca he visto el interior del ministerio... Así que vendrá bien el ver el cómo trabajan.
– ¿Pero...
– ¡Vamos, por favor! ¡Id yendo al patio! ¡Yo me encargaré de vuestras pertenencias! – Gritó Delamarte.
– Decidme que estáis muy entusiasmados – apareció Dewa junto a Erik.
– ¡Sí! – Asintió Nicole –. ¡Vamos a visitar el ministerio! – Nicole agarró a Dewa y a continuación salieron corriendo hacia el exterior acompañados de Erik.
David quería seguir a sus compañeros, pero no pudo, ya que toda la clase salió en avalancha hacia el patio, quedándose él solo en el aula.
– Vamos, David – le dijo Delamarte.
– Sí, claro – respondió él mientras salía al pasillo.
Ir al patio no tenía mucha complicación, ya que el aula de electricidad se encontraba en la planta baja. Así que recorrió el pasillo entero hasta llegar a la puerta, momento en el que se abrigo bien y salió al exterior.
Todos los alumnos de primero estaban apelotonados junto al director y Adam, por lo que David se acercó también, eso sí, se quedó a un par de metros de la aglomeración de personas.
– Veo que ya estamos todos – anunció el director.
David intentó buscar a sus compañeros entre toda esa gente. Pero le fue imposible el encontrarlos, ya que con total seguridad, estarían en la primera fila. Eso sí, se llevó una sorpresa al ver que Alessia, Robin y Emily se encontraban atrás del todo, casi al lado de él.
– Las normas de la excursión son sencillas. Uno, seguir las instrucciones del personal del ministerio. Y dos, no os salgáis del perímetro señalado, ¿entendido? – Explicó Adam.
A lo que los alumnos de primero respondieron con varios síes.
– Podéis ir pasando por el portal, vamos – ordenó Adam.
Entonces, los alumnos que estaban en primera fila, que eran los que más emocionados estaban, entraron en el portal corriendo. En cambio, David se quedó quieto en esa posición esperando a que todo ese grupo de chicas y chicos se desalojase. Pero a pesar de aquello, David no pudo dejarse de ver por el grupo de Emily.
– ¡Eh David! – Le gritó Robin.
David se giró hacia él y le respondió con un saludo.
– ¡Únete a nosotros! ¡Ven! – Añadió Alessia.
En ese instante, David no quería unirse con ellos, ya que apenas les conocía. Pero claro, sería bastante feo el decir que no, y más cuando estaba ahí solo. Así que sin decir nada, se acercó lentamente hacia ellos.
– Gracias, chicos – fue lo único que respondió David.
– ¿Dónde está Nicole? – Preguntó Alessia –. Como siempre vais juntos...
– Habrá cruzado ya junto con Dewa y Erik – quiso imaginarse David.
– ¡Ah! – Respondió Alessia –. Bueno, es incluso casi mejor – se sinceró ella –. Así te podemos captar durante un rato – se rió levemente.
– Eso si no se harta antes de nosotros – objetó Robin.
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Editado: 12.05.2021