Semana 11. Jueves.
Todas las camas eran iguales, así que David pudo dormir sin ningún tipo de problema. Eso sí, para no perder la costumbre, se despertó a la misma hora de siempre. Pero claro, había un problema, y es que Emily seguía dormía y lo más probable es que se despertase más tarde. Lo que le obligó a levantarse de la cama sin hacer ni un solo ruido, dándose cuenta de que sus cosas ya estaban en la habitación y de que encima de la mesa, había un libro y dos cartas que anoche no estaban. Así que se dirigió al armario, cogió algo de ropa limpia y se fue al baño compartido para cambiarse.
En cuanto volvió a la habitación ya cambiado, entró sigilosamente y se acercó a la mesa para ver qué era lo que les habían mandado. Una carta era del director en la que se les comunicaba el aumento de poder de los delegados. La otra cosa era un fino libro con todas las normas del colegio que se tendrían que leer más tarde. Y por último, había una carta dirigida a los delegados por parte del consejo de profesores.
Así que cogió el libro de las normas y lo tiró encima de su cama. Y seguidamente agarró la carta del consejo de profesores y se fue al pasillo para poder leerla con una luz mejor que en la oscuridad en la que estaba.
Así que una vez fuera, abrió la carta y la comenzó a leer.
"Buenos días, delegados
Os escribimos para daros la bienvenida al consejo y para daros algo de información útil.
Lo primero que debéis saber, es que la reunión del consejo de profesores se realiza todos los domingos en la sala B de la cuarta planta."
– ¿Cuarta planta? – Susurró David bastante sorprendido.
"La reunión se suele hacer a las 12 de la mañana a excepción de algún festivo o evento. Lo que nos obligaría a trasladar la reunión a otro día o a otra franja horaria.
Para acceder a la cuarta planta, debéis de ir al despacho de profesores, que se encuentra en la sala número 5, debéis meteros en el ascensor e introducir la contraseña wafiele que os permitirá subir a dicho piso.
Una vez que estéis ahí, buscáis la sala B y entráis junto a los profesores. ¡Pero atención! En cuanto entréis a la habitación, un hechizo de privacidad os caerá en vuestros cuerpos. Lo que significa, que cuando estéis fuera de la sala, solo podréis hablar con los miembros del consejo sobre los temas de la reunión. Lo que nos permitirá vigilar el flujo de información."
– ¡Pero qué dices! – De quedó David incrédulo al leer eso último.
"Y por último y no menos importante. Hemos decidido que los delegados sean asesorados por profesores. Por lo que David será asesorado por Jennifer. Luna por Narba. Y Castor por Guirol."
– ¡David! – Gritó Nicole tras haber salido de la habitación y mientras que se dirigía hacia él.
"Esperemos que esta carta os haya servido de ayuda y añadir que, todos los miembros del consejo os damos las gracias por ayudarnos.
Os vemos el domingo.
Firmado por todos los miembros del consejo."
Y tras ver las firmas de todos los profesores, la carta empezó a arder lentamente. Convirtiéndose en ceniza a los pocos segundos.
– ¿Y eso? – Quiso saber Nicole en cuanto llegó a su posición.
– Una carta del consejo de profesores – respondió David mientras palmeaba sus manos para quitarse los restos de las cenizas –. ¿Y qué tal tu primera noche con Dewa? – Preguntó a continuación.
– Bien. Nada raro – respondió ella –. Aunque su habitación es un autentico caos... – Refunfuñó –. ¿Y tú? ¿Qué tal con... – Hizo un gesto hacia su nueva habitación.
– Normal. Apenas hemos hablado – respondió él –. Aunque me ha sorprendido bastante que tuviese la habitación bastante limpia y ordenada.
– ¿Y por qué estabas leyendo la carta aquí fuera? – Curioseó su amiga –. Se supone que está prohibido... – Le susurró.
– Porque Emily sigue dormida y porque no podía ver nada ahí adentro – sentenció.
– ¡Ah! Entiendo. Ósea que yo te echo de menos y tú me echas de menos a mí, ¿no? – Pausó –. Vaya par de semanas que nos esperan... – Se lamentó.
– Es lo que toca... – Comentó él
– Bueno, ¿qué? ¿Bajamos a desayunar?
– ¡Por supuesto! – Respondió David enérgicamente por volver al fin a la rutina.
Unos minutos más tarde, en el comedor...
David y Nicole, como de costumbre últimamente, fueron los primeros en sentarse a desayunar en la mesa. Pero aquello les duró poco, ya que apareció Dewa y prácticamente detrás, Erik.
Ya estaban todos, o eso pensaron ellos. Ya que Ángela entró en el comedor, cogió su bandeja con su desayuna y se sentó, para sorpresa de todos, al lado de David. Pero la cosa no acabó ahí, ya que Luna y Castor entraron juntos y también se sentaron con ellos. Castor al lado de Erik y Luna al lado de Ángela.
Entonces, cuando pensaron que nadie más se les podía unir a ellos, Emily hizo acto de presencia y se sentó en la mesa. Eso sí, se sentó en la esquina contraría a ellos y alejada del todo el mundo. Lo que significaba, que a partir de ahora, la mesa la iban a formar ocho alumnos y no cuatro cómo este último trimestre.
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Editado: 12.05.2021