Capitulo 4

Tip. 2Acercarte y ser atenta. Que sienta interés de tu parte.

—Lindsey —decía con melancolía Isme— Deja de llorar amiga.

Ismerai acariciaba mi cabello mientras yo estaba en mi cama hecha bola y enrollada como un taco en mis sabanas mientras miraba la nada, tenía lágrimas en mis ojos, me sentía una niña llorando por una tontería y ¡Soy una niña! tal vez si es una tontería, pero duele...

—Tiene novia Isme—le dije recordando el momento de nuevo.

—Shh, no importa, él se lo pierde —Sonrió y se acostó mirándome a la cara— Deja de llorar, si un hombre te moja más los ojos que los calzones, ahí no es.

Me reí, me hizo reír su comentario, no sé cómo le hacía para levantar mi ánimo.

—No quiero que me moje los calzones —respondí riendo.

—Eso dices ahora —Me contesto con una risa.

—Deja de decir tonterías —le avente una almohada en la cara.

— Vas a ver —Isme brinco encima mío y me estaba pegando con la almohada, en eso la puerta se abrió de la nada. Ella y yo nos quedamos ahí mirando al chico del otro lado que había entrado. Y no, no era Jean.

Isme se le quedó mirando al chico como si fuera encantada por él.
¿Quién es ese tipo?

Y ¿Qué hace en mí casa?
Me levanté de la cama confundida.

—Disculpa ¿Quién eres y que haces en mi cuarto, en general en mi casa? —lo mire fijamente, mi voz había sido firme y fría.

—Me equivoqué de cuarto, Disculpa —Se dio la vuelta.

—Te pregunté ¿Quién eres? y ¿Qué haces aquí? —Repetí.

—Soy Alejandro y Tú mamá me dio permiso de quedarme en una habitación y solo me he confundido —paso su mano por sus cabellos mojados, yo solo podía ver su espalda.
Su camisa blanca estaba mojada y llena de lodo.

— ¿Qué mi mamá hizo qué? —respondí sorprendida— Bien... —murmuré tratando de analizar la situación—No toques nada, adiós.

Y se fue.

—Bien este chico si me mojo los calzones —Comento Isme luego de que cerré la puerta.

Yo no conocía al chico, ¿Por qué mi mama había traído a un extraño?

(...)

Daba vueltas a fuera de la cafetería, no sabía si entrar o no, no tenía el valor, sabía que había soltado la lengua, pero aun así no debí gritarle o expresarme de tal forma, Jean es mi mejor amigo desde hace tres años... No puedo perderlo.

Esto es culpa de ambos.

—Queda bien con el siguiente Tip —comentó Isme mientras leía—Mostrar interés. Darle la paleta es un extra.

— ¿Qué haces con la libreta de mi mamá? —le pregunté.

— ¿Qué? Es como un diario, me gusta el chisme y está mejor que el tuyo. Pero como tú mejor amiga te apoyo, te haré caso y te ayudaré —ni bien dijo eso y me empujó a la cafetería.

Ya estaba dentro, mire a mi alrededor, había muchas personas por todos lados, los nervios me invadieron las piernas sentía que me iba a caer si no caminaba.

¿Qué debo hacer ahora?

Darle la paleta Duh

Ay...

Camine en dirección a Jean, ya lo habíamos visto momentos antes, él estaba solo con los audífonos puestos, estaba leyendo algo.

—Hola —dije, pero no me escuchó.

Trae audífonos, tonta.

Claro. Me senté a su lado discretamente, mire la mesa como si fuera lo más interesante y deje la paleta que tenía frente suyo... él me miró con una sonrisa de esas que me encantan.

—Hola Lin —me dijo con ánimo mostrándome sus dientes.

—Hola Jean... Ah, oye... Bueno ya sabes que no soy buena con las disculpas, pero... Es que me sentí abandona dos meses y luego hablábamos y no hablábamos, sé que no te gusto y está bien... Lo...

—Pensé que ya no sentías nada por mí —me interrumpió.

—¡Escúchame! Y aunque no sienta nada o si sienta algo ¡Tengo sentimientos! ¡Tonto! —exclamé.

El me miró sorprendido como si apenas se diera cuenta de que su ausencia me había lastimado.

—Estaba enojada ese día, también vi a la chica y pensé en "ya me cambió" soy muy insegura Jean y me abandonaste y aparte me ignoraste una semana cuando según ya habíamos arreglado las cosas y me sentí mal —baje mi cabeza— sé que cometí un error y quiero arreglarlo...Lo siento.

Jean tomó la paleta que había puesto en la mesa y se quedó callado, me miraba con alguna especie de ternura, solo quería que dijera algo, no que se quedara callado... En eso sentí un jalón, me estaba abrazando.
No puede ser.
Me está abrazando...
Hace más de tres meses que no sentía sus brazos y su calor.

—Te quiero Lin —dijo y beso la coronilla de mi cabeza— Perdóname por haberte dejado sola... Yo pensé que necesitabas tu espacio, pensé muchas veces en hablarte e ir a verte, no sabía cómo ibas a reaccionar, sé que eres insegura y no quería empeorar la situación... —me separó para que lo viera y al mirarnos a los ojos él se encogió en hombros y sonrió— Eres mi mejor amiga y eso jamás va a cambiar, no hay nadie como tú y nadie tomara ese lugar.

Directo a la Friendzone.

Sentía algo en mi estómago, mi corazón latía muy rápido y estaba muy feliz y a la vez sentí que estaba dejando en claro que solo íbamos a ser amigos y que soy muy tonta en pensar que tengo oportunidad.

No sabía emoción sacar, así que solo lo volví a abrazar.

— y ¿Qué haces? —pregunté mirando el libro que estaba en la mesa, mostrando interés por lo que hacía.

— Preparó una presentación para el Club de Literatura, me inscribí en el mismo club para estar contigo...—al escucharlo, lo miré directo a los ojos con entusiasmo y esperanza.

¡Se había inscrito al mismo club que yo! ¡Por mí!

Él solo miró hacia la izquierda mientras rascaba su cabeza.

¡Jean! Me haces esto tan difícil y confuso.

— ¡Que increíble! —le exclamé— ¡Estaremos juntos!

—También estará Tiana —dijo de golpe, como si eso nos volviera a poner en el lugar de mejores amigos.

¿Qué?
No puede ser, mi pequeño mundo de fantasía se había caído en menos de 5 segundos y hasta lo más profundo de la tierra.