En toda la noche no pude conciliar el sueño, se me hizo una velada muy larga.
Mis pensamientos dominaban mi mente; manteniéndome despierta.
Me movía de un lado a otro buscando una manera de acomodarme y poder dormir, pero no, abrace una de mis almohadas, no podía dormir. Me quede mirando la ventana observando las luces que se reflejaban a través de mi cortina.
—Odio esto—murmure disgustada, no dormía porque mis pensamientos por Jean me estaban volviendo loca, coloque mi cabeza en mi almohada buscando una nueva manera de acomodarme— Quisiera poder sacar estos sentimientos que tengo por ti...—Cerré mis ojos con fuerza, solo decir esas palabras me hacían sentir mal— ¿Por qué tengo Ilusiones contigo si estas con alguien más? ¿Por qué no te dejo ir?
"¿Realmente quieres conquistar a tu mejor amigo?"
De nuevo la pregunta de Alejandro paso por mi mente, ¿Qué es lo que realmente quiero? ¿Debo renunciar a esto que siento? Jean me gusta, pero él ya está con alguien...
Si persisto en esto, no sé qué puedo llegar a ocasionar, Tania puede salir herida y ellos no merecen eso.
Pero...Me duele.
Alejandro me ayuda con eso pero...
¿Por qué el amor es tan complicado?
No quiero vivir un triángulo amoroso donde me gusta un chico y yo le gusto a otro, realmente empiezo a pensar más seriamente en los comportamientos y acercamientos que tengo con Alejandro, él no me gusta, pero lo que me hace sentir sí.
Si me dejo llevar por el dolor que siento y lo que me hace sentir Alejandro, yo... no quiero usarlo para olvidar a Jean...
Esto me hace sentir mal, como si fuera una mala persona.
Yo solo quiero ser feliz por un momento.
¿Qué debo hacer?
(...)
Escuchaba sonidos a lo lejos, me sentía cansada y me costaba concentrar mis sentidos en lo que pasaba a mi alrededor, en eso escuche mi nombre varias veces, pero apenas y podía entenderlo.
Hasta entre abrí mis ojos, por lo poco que podía enfocar y analizar había alguien que entró a mi habitación y me estaba hablando.
Después de unos segundos pude ver que era mi bella y adorada madre, me senté en mi cama mientras me tallaba los ojos y la observaba moverse por mi habitación moviendo una maleta.
¡No puede ser!
En ese momento me levante de la cama en un brinco — ¡Se me olvido!—dije alarmada viendo a mi madre, en ese mismo instante entre al baño para alistarme.
No puede ni disfrutar el baño, debía apurarme, hasta jabón entró en mi ojo izquierdo por la prisa.
Al salir encontré mi cama acomodada y a mi progenitora sentada en ella, viendo un álbum de fotos que había tomado de su caja de recuerdos.
La mire con una sonrisa y empecé a pasarme la toalla por mi corto cabello para secarlo, me acerque a ella y le pregunte: —¿Qué vez? — en ese momento ella cerro el álbum.
—Mis viejos amigos —Respondió rápido y saco una foto para luego dejar el álbum a un lado.
—Oh— Me regresé hacia mi tocador y empecé a colocarme un poco de base y corrector para cubrir mis ojeras, no me pensaba maquillar, pero al no poder dormir amanecí como un mapache, mientras lo hacía observe su ropa; tenía puesta una blusa roja de manga larga que era de rayas y una falda de mezclilla que le llegaba arriba de la rodilla, también traía suelto su largo cabello ondulado.
—Te vez muy bien —le sonreí.
—Tu padre—Dijo con timidez bajando la mirada— El quería que me vistiera asi, y también me soltó el cabello.
—Bueno papá siempre ha sabido aprovechar los buenos atributos que tienes, los cuales ocultas con la ropa de tu trabajo— me rei y ella se sonrojo.
Me encantan mis padres, parecen niños enamorados.
—He visto que te llevas cada vez mejor con Alejandro— cambió el tema de una manera extrategica y la que se sonrojo esta vez fui yo.
—Ah si —respondi tratando de sonar de una manera indiferente— me agrada.
— Me alegro—dijo y se levanto de mi cama—porque te toca sentarte con el en el viaje —Sonrio triunfante, camino hacia mi escritorio y coloco una foto de ella junto a mi padre de jóvenes frente una cabaña y salió de mi habitación.
Yo me había quedado perpleja, apenas y podía estabilizar mis pensamientos, aún no había razonado bien que estaremos juntos en un viaje de 10 días, y ahora esto.
Ya empezaba a buscar escusas para no ir o ignorarlo en todo el viaje, pero ir juntos en el camino lo complica, ignorarlo no funcionara de esta manera.
Ya no se como pensar las cosas, no siempre estoy con Alejandro y cuando coincidimos es bonito y agradable pero estar con él mas tiempo de lo que ya pasamos significa mas momentos juntos, sentimientos por encontrar...
Tengo miedo.
No soy tonta, empiezo a sentir cosas pero me niego aceptarlas porque aun me gusta Jean y no quiero sentir que uso a Ale para olvidarlo, además él es mayor que yo.
Se bien lo atractivo que es y tenerlo cerca es conocerlo, pasar tiempo y tener momentos como cuando me enseño las constelaciones y lo que casi pasa...
Esto es muy tentador y debo sacar una tarjeta roja y poner un alto.
¿En que momento unas pequeñas vacaciones se volvieron en panico?
Tranquila Lind, respira.
Tu progenitor estará contigo y no te dejara con el chico que no le agrada.
Termine de arreglarme y baje con los pelos de punta baje a la sala.
Ahí estaba Guillermo y Alejandro.
Ale portaba una camisa de cuadros manga larga de color azul y un pantalón color beige oscuro, era extraño no verlo con el uniforme de la escuela.
—Te vez bien —me comentó con una sonrisa.
En respuesta sonreí y me di media vuelta para ir en busca de mis papas a otra parte de la casa, él obvio se dio cuenta y frunció sus cejas para luego seguirme observando.
Estoy huyendo de ti y si no te importa no me hagas cumplidos ni me mires.
Por pensar en escusas y lo que me hubiera gustado responder choque con mi padre.