Llegamos a un edificio grande. Había varios tipos con mascaras. Nos llevaba hacía el techo del edificio. Cuando salimos del edificio miré a una chica con vendas en ambos brazos, pelo largo color blanco con plateado. Miré en uno de sus pies que estaba vendada. Usaba un vestido corto, en su pie Izquierdo tenía puesto un tacón color blanco y una calceta larga color negro, en el pie derecho que estaba vendado tenía un tacón color negro.
-Ya está aquí-Dijo uno de los enmascarados. Aquella joven volteó hacía nuestro dirección.
-Bienvenidos!-
-No puede ser! Qué le ha sucedido?-Pensé
-Preparasen, la guerra ya está por comenzar.-Dijo.
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Me senté en la cima de un edificio, miré los edificios se derrumban, la gente grita y las llamas. Tantas llamas.
-Es hermoso-Pensé.-Tú fuiste el que me obligó a decirte a ti misma, ellos te obligaron a hacerlo.- Volteé hacía el crystal que estaba en el suelo, pude ver mi reflejo. La pequeña luz en mis ojos decía lo contrario, la oscuridad susurrando me llamaba a actuar de nuevo.
-El mundo fue hecho para ti, ¿por qué no hacer que se doble a tu voluntad? ¿Por qué perder el tiempo con otros que solo te lastimarán al final? ¿Por qué esperar? Te llevará por completo de todos modos.-Aquella voz aparece de nuevo en mi mente. Rodando los hombros mientras salto de la repisa en la que me senté
-Intentas hacerlo tuyo, el diablo sabrá tu nombre. Te convertirás en el próximo gobernante del infierno si eso significa que puedes hacerles pagar. Quemaste nuestro mundo! Maldita perra! Miré lo que hiciste! Eres una maldita!-Podía escuchar los gritos de los humanos que estaban enfadados y destrozados por dentro y afuera. Los ignoré por completo, seguí observando la ciudad hasta que escuché un disparó. El crystal se quebró en pedazos, pude ver la bala que se había atravesado por completo al crystal. Volteé hacía la dirección donde vino la bala. Era un tipo que tenía su franco en sus manos. Estaba aterrado. Me levanté del suelo y me acerqué lentamente hacía el tipo pero, el tipo había huido de ahí.
Entré al edificio, todo estaba silencio solamente podías escuchar las gotas de agua caer dentro del edificio y mis pasos. Mi olfato se activó, el olor a sangre humana me dirigía hacía las cámaras de seguridad. Entré al habitación dónde se encontrabas las cámaras de seguridad, había varias pantallas dónde podías ver el edificio y afuera del edificio. El olor a humano me llevaba directo hacía debajo de un escritorio que había. Me detuve enfrente del escritorio sin bajar mi mirada.
-Oye, la verdad me gustaría que aquella bala hubiera atravesado mi cabeza, pero veo que no tienes buena puntería.-Dije con sarcasmo.-Por qué huyes? Sabes que te haré más daño si te escondes humano.-Empecé a caminar lentamente hacía la puerta.-Tu no tienes por dónde esconderte, para mi es demasiado fácil para encontrarte, pero creo que me equivoqué por esta ocasión.-Me retiré de la habitación.
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Escuché a la demonio irse de la habitación, salí rápidamente debajo del escritorio. Revisé todas las cámaras no había ninguna señal de ella. Decidí correr hacía afuera. Cuando salí de la habitación me encontré aquella demonio con dos pequeños cuernos negro en su cabeza, sus ojos color plateados y tenía guantes color negro. Estaba enfrente de mi, usé mi franco para defenderme.
-Aléjese!-Advertí.-Sino, esta ves si le disparo directo a su corazón!-Empezó caminar lentamente hacía a mi, empecé a retroceder.-Le digo enserio! Se lo advierto demonio!-Apunté con mi franco directo a la chica, tiré el gatillo pero no salió ninguna bala. En ese momento supe que no debí tomar esa decisión que asesinar al demonio. Sentí mis pies temblar de miedo, la adrenalina correr por todo mi cuerpo. Estaba aterrorizado. La chica tomó mi franco rápidamente y me golpeó en mi cuello. Caí al suelo.
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El humano cayó al suelo, estaba aterrorizado. Podía oler su miedo, desesperación y pánico. Coloqué mi pie derecho encima de su cabeza. Trataba retirar mi pie derecho encima de él.
-Por favor! Ten piedad! Haré lo que le pide!-Rogaba. Me reí por lo que había dicho. Escuché una llamada en un celular.
"Qué sucede? Dónde está? Deme su ubicación!"
Reconocí aquella voz, era la chica que me había dado su revolver. Tomé el celular del tipo y aclaré mi garganta.
"Hola?"
-Hola Ivy..-Dije en un tono dulce.
"No puede ser..."
-Veo que quieres saber como está el humano cierto?-Le pregunté, hubo un silencio.-El humano está bien, no tienes por que angustiarte.
"Ni se te ocurra hacerle algo..."-Me advirtió. Me reí de nuevo.
-El está bien, como ya te lo había dicho. No tienes por que angustiarte. Él está en un lugar seguro.-El humano empezó a pániquear, trato moverse pero puse mi peso encima de él.
"Dónde está?"
-En un lugar lleno de paz...-Miré al humano, sonreí.
-Por favor no! Se lo suplico! Por favor! No!-Empezó a suplicarme. No importó lo que decía el humano, usé mi fuerza para reventar la cabeza del humano. Gritaba de dolor, sentí que mi tacón se encajó en algo hasta que escuché un crack.
"Dónde está?! Está bien?!"
-Él está bien Ivy...-Dije.
"No me digas que lo..."-Interrumpí
-Asesinaste?-Me reí levemente.-Claro...
"Eres una maldita zorra! Ya tenemos tu ubicación...Quiero enfrentarme ante ti Isla Rymer!"
Isla-Será para la próxima Ivy.-Le colgué, tomé un poco de comida para tener más fuerzas luego me quité mis guantes negros. -Mi demonio interior se acabó de despertar...no me detendré hasta encontrar al enemigo.
Los personajes me pertenecen.
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Editado: 19.06.2021