16 Lunas: Demonios

XVII

Ian

Traté contactar a Asa pero, se encontraba fuera de línea. Entré al comedor, miré a Anton en su celular. Me acerqué con él cuando me miró guardó su celular. Tomé asiento y sonreí levemente.

Ian-Que hay Anton-Dije. Anton sonrió

Anton-Hola-Dijo.-Me enteré que atraparon a Sunny y Ivy... es cierto que Ena las castigara por no decir la verdad?-Me preguntó.

Ian-La verdad no me esta gustando en como Ena se está comportando.-Confesé.-Ella no era así, tengo el presentimiento de que no es Ena.-Dije.

Anton-Ian, qué hace Ena cuando los prisioneros están en lonche?-Preguntó.

Ian-Se va hacía la bodega, no sé que tendrá ahí o que busca ahí pero, siempre va allí.-Dije. Anton asintió.-Pero, no creo que es importa.

Anton-Ian...aun no me haz respondido mi pregunta dijo.-Es cierto que Ena las castigara por no decir la verdad?

Ian-Anton.. seguirán interrogando a Sunny pero, a Ivy si la castigara. Si Sunny no confiesa también la llevará con las Lunas para su castigo.-Dije. Anton no se veía para nada feliz.

Anton-No puedo creer que no tienen piedad con las personas inocentes.-Dijo, se levantó de la mesa y se retiró.

-No tienen piedad con las personas inocentes?-Pensé.-A qué se refiere con eso?

Kaneki

Han pasado dos días, no ha regresado Asa y Sebastián. Daniela y Nathan finalmente llegaron después de unos retrasos con el vuelo. Ellos tragieron el tranquilizante que le hará efecto a Isla. Ena se estaba preparando para salir en buscar a Isla. Entré a los vestidores y miré a Ena poniéndose sus botines negros.

Ena-Hola hermano, qué sucede?-Me preguntó.

-Hermano?-Pensé.-Desde cuando me dice así?

Ena-Todo bien?-Me preguntó.

Kaneki-Claro! Solo vine a entregarte el tranquilizante.-Le entregué la bala.

Ena-Gracias, ya es hora. Volveré.-Dijo, se retiró.

Kaneki-No es la Ena que conozco.-Dije.

Asa

Isla me había curado dónde me había lastimado, pero noté que ella actuaba extraño cuando tocó mi herida. Sentí que tenía la necesidad de devorarme lo cual eso me hizo sentirme insegura por la noche. He pasado dos noches sin dormir. Me siento pésima, mis poderes están agotados y principalmente cansancio. Noa y Isla siempre vienen aquí a la cabaña a patrullar por las noches. No quise decirle a Sebastián lo que Isla quiso hacer.

Sebastián-Debemos irnos ahora, Isla nos trata como sus prisioneros.-Dijo.

Asa-No podemos, aparte de que ella envía a uno de sus compañeros a patrullar es imposible escapar.-Dije.

Sebastián-Encontré una salida dónde nadie patrulla. Es nuestro oportunidad de escapar.-Dijo, tomó una mochila y empezó guardar comida, agua, ropa y medicamento para el camino.-Toma, tiene lo mismo que yo le eché en mi mochila.-Tomé la mochila y me lo puse, Sebastián me llevó hacía la habitación. Retiró el espejo, había un pasaje secreto. Entré primero luego él, colocó el espejo en su lugar. Luego empezamos a caminar hasta dónde nos llevaba el lugar.

Después de un largo camino, finalmente llegamos a una puerta de metal. Sebastián usó sus poderes para abrir la puerta. Abrió la puerta y salimos. Llegamos a un edificio destruido, era un laboratorio que estábamos. Sebastián revisó el área luego, salimos. Estábamos en la ciudad, por suerte conocemos este lugar, esta calle nos llevará directo hacía dónde están los demás.

Sebastián-Debemos apresurarnos!-Dijo, empezamos a caminar más rápido cuando de repente un cuerpo cayó al suelo.

Asa-Qué horror!-Dije. Volteamos hacía arriba, Sebastián señaló el edificio dónde cayó.

Sebastián-Creo que esta hora es dónde Isla aprovecha en buscar sus presas. Debemos apresurarnos, de seguro ella está cerca.-Empezamos a correr, pasamos dos calles hasta ver hacía enfrente de nosotros unos autos llegar. Sebastián y yo nos detuvimos. Sentíamos la presión, habíamos encontrado más cuerpos en el camino y eran recientes. El auto blanco se detuvo, se abrió la puerta. Alguien se bajó.

Ena-Me alegran que estén bien chicos!-Dijo, se acercó con nosotros-Por suerte, ninguno de ustedes salieron heridos.

Asa-Nos alegra que nos hayamos encontrado.-Dije.

Ena-Estos dos días, lograron encontrar a Isla?-Nos preguntó, su sonrisa se borró al instante. Me sentí un poco incomoda y asustada cuando respondemos sobre su pregunta.-Les pregunto de nuevo... Lograron encontrar a Isla?

Sebastián-Ena, nosotros...no tuvimos éxito.-Dijo.

Ena-Enserio?-Dijo, estaba furiosa, sabía lo que nos iba hacer. nos castigara, ella no le importa si castiga a los hijos de las Lunas. Nos señaló que nos arrodilláramos. 

Sebastián y yo nos arrodillamos, miré que sacó un encendedor. Estrechamos nuestras manos hacía a ella. Sentí como el fuego tocaba mi piel. Me ardía, odiaba ese dolor. 

Ena-Tuvieron oportunidad en encontrar a Isla!-Dijo en tono de furia, Nos estaba castigando hasta que alguien la interrumpieron.

Isla-Por qué no dejas de ser tan cruel con las criaturas? Los vampiros te hicieron algo?-Preguntó, volteé ver y era Isla. Estaba manchada de sangre, sus vendas estaban muy manchado de sangre. De seguro tiene una herida.-Me gusta ver como los castiga, pero ellos son hijos de la luna y usted sabe muy bien que no se debe de faltar el respeto a las lunas.-Dijo, Ena sacó su arma y me apuntó hacía a mi.

Ena-Si realmente quieres salvarlos, entonces entrégate!-Dijo.-Eres una demonio! Atácame! Quiero ver que tan fuerte eres.. Atácame! Atácame! 




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