GIRASOL NÚMERO 73
Zayn Sanderson
Mierda, soy un asco buscando regalos.
Llevo al rededor de dos horas caminando por el centro comercial buscando un regalo para la italiana.
Desde que no va a la universidad recibo todos los días un girasol por el portero de mi edificio, el girasol de hoy venía con algo distinto en la notita.
Mañana es mi cumpleaños. Espero que no lo hayas olvidado, porque sí te lo había comentado.
Que tengas un buen día.
Con cariño, Sarah (tu italiana favorita)
Pd: Me gustas<3
Envidio la forma en que expresa sus sentimientos tan fácilmente, yo aún no puedo pronunciar esas palabras tan jodidamente difíciles, pero al menos sabe que me pasa lo mismo. No se lo he dicho directamente, pero lo sabe.
¿Qué querrá exactamente?
¿Ropa? ¿Chocolates? ¿Maquillaje? No se me ocurre nada y ni siquiera tengo buen gusto para comprar cualquiera de esas cosas. Bueno, tal vez chocolate si.
En el fondo quiero darle algo que le guste tanto como me gustó a mi su regalo, pero no se me ocurre nada.
¿Qué cosas le gustan?
Bueno, la verdad es que a Sarah le gusta todo, nunca la he escuchado quejarse de nada... pero también la he visto mostrar un gusto especial por dos cosas. Los girasoles y los delfines.
Me detengo abruptamente frente a una joyería y como si fuera obra del destino o la casualidad, un collar aparece en mi campo de visión, tiene dos perlas y dos pequeñas ramas se desprenden de ella sujetando un girasol, es de oro y es el collar perfecto para la italiana. El girasol ya está cubierto, otra idea llega a mi cerebro y con ella ya tengo a los delfines cubiertos.
Le encantará mi regalo.
* * *
Hoy ya es el cumpleaños de Sarah y estoy frente a su casa, sé que ahí adentro estarán sus dos amigos, su tía y probablemente su jefa y la señora a la que ayuda en la florería, la verdad estoy un poco nervioso de entrar ahí y... no lo sé, entrar en su vida y en su mundo aún más.
Okay, puedo hacerlo.
Las personas no son lo mío, pero puedo hacer esto. Por la italiana, ella quiere que me quede en esa casa con esas personas y no que solo le entregue el regalo y luego me marche (que fue lo que pensé hacer en un principio)
Finalmente me armo de valor para tocar la puerta y en un par de segundos esta se abre, dejándome ver a la italiana con su cabello completamente peinado y con un vestido amarillo y zapatillas blancas. Nunca antes la había visto con vestido y se ve increíble.
—Si viniste— dice en un suspiro con una sonrisa.
Asiento— ¿Puedes salir un poco? me gustaría darte mi regalo... ya sabes, en privado.
Sonríe y asiente saliendo a la calle.
—Tengo dos regalos— le digo mostrándole la caja y el sobre.
Sonríe emocionada— Me van a gustar mucho, estoy segura.
—A ti te gusta todo.
—Me gustas más tu.
Asiento— Si, enfócate. Sé que soy muy atractivo, pero por favor.— digo en broma y ella suelta una risa, suelto un suspiro y le paso la caja primero.
Sus manos tiemblan un poco y toma la caja, la abre y su rostro de sorpresa es muy notorio.
—Dios mío, Zayn, es... hermoso— susurra mirando el collar con el girasol completamente plasmada.
—¿De verdad?
—Si, me encanta... me refiero a que... de verdad me encanta.
—¿Te ayudo?—le pregunto señalando el collar, ella asiente con una tierna sonrisa, me pasa el collar y se da media vuelta levantando todo su cabello con una mano. La rodeo y le pongo el broche al collar, puedo oler su aroma y ver la pálida piel de su cuello y hombro, se ve suave y de pronto me entraron unas jodidas ganas de besar su cuello, pero obviamente me contuve.
Se da media vuelta mirando su nuevo collar.
—Gracias— dice levantando su mirada a mi, asiento y le paso el sobre.
—Este es el segundo regalo—digo y me sonríe mientras recibe el sobre, lo abre y revisa su contendido.
—¿Esto es..? ¿Es en serio?— pregunta y suelta una pequeña carcajada— ¿Pases VIP para el acuario de los delfines de Florida? ¿Y podré nadar con ellos? ¿Es un acuario que rescata a los delfines? ¡Madre mía!— no puede dejar de sonreír de oreja a oreja y me siento bastante satisfecho con su reacción— ¡Esto es maravilloso! ¿Iremos juntos? ¿Los dos?— me pregunta y asiento.
—El pase VIP es solo para ti, pero podré entrar y acompañarte en todo momento. Será un viaje en carretera.
Sonríe sonrojada— ¿Solos tu y yo?
Asiento— Solos tu y yo, italiana.
Suelta una risa volviendo mirar el pase del acuario.
—No me lo puedo creer, ¡Nunca he visto un delfín! ¿¡Y podré nadar con ellos!? ¡Es un sueño!— vuelve a mirarme y se acerca rápidamente a mi para darme un abrazo pasando sus brazos por mi cuello, me toma desprevenido, así que tardo unos segundos en rodear su cintura con mis brazos— Gracias, en serio gracias.
—Está bien—susurro y tras un par de segundos se aleja de mi.
—¿Listo para entrar?— me pregunta con una sonrisa, tomo aire y luego lo suelto. Sigo nervioso.
—Si, entremos.— digo finalmente.
Sarah no estuvo más de dos segundos dentro de esa casa sin gritarle a todo el mundo los regalos que le he hecho. Se los había dado en privado por una razón, pero en fin, ya está. No he podido evitar sonreír al verla tana emocionada.
Efectivamente están las personas que creí que estarían, nadie más ni nadie menos. La señora de la florería y la jefa de la italiana de la tienda están hablando con Tina y parecen estar pasándola de maravilla cerca del área de la cocina. Por otro lado, en el área de la sala estamos Liam, Julie, la italiana y yo, los primeros tres hablan sin parar y yo me mantengo en silencio tomando de mi cerveza. Liam y Julie están sentados en un sofá y la italiana y yo en otro.