Mi madre regresa de pagar la factura y nos dice que se debe de ir. Le da la llaves de la casa ha Ho-Jin, y le pide que por favor me cuide hoy. Se despide de los dos y se va.
Ho-Jin: Me dice deberíamos llamar a un taxi mientras se toca los bolsillos como buscando algo.
Yo le digo ¿Perdiste algo?
Ho-Jin: No encuentro mi teléfono, creo que lo deje en tu casa. Mientras sigue tocándose de nuevo los bolsillos.
Yo le quedó mirando.
Ho-Jin: Creo que también deje mi billetera, ¿Tienes dinero?
Indignada le respondo se te olvida que me desmaye. Con un tono de enojada.
Además, le digo ¿Por qué sacaste tu billetera de tu bolsillo?
Ho-Jin: La traía en la mano junto a mi celular.
Yo le digo y ahora ¿qué hacemos?
Ho-Jin: Pues creoooo que tendremos de caminar, además tú casa está cerca de aquí.
Yo solo le miro molesta
Salimos del hospital y nos dirigimos a la casa, se me hacía complicado caminar me sentía débil y caminaba muy despacio. Ho-Jin me sostenía del brazo.
Llegó un momento que me enoje y le grite ¿Cómo es posible que tenga de caminar en este estado?
Ho-Jin: Apenado me contestó si quieres te puedo cargar.
Yo enojada me quedo pensando por un instante y acepto.
Ho-Jin: Me cargó durante el resto del trayecto, cuando llegamos parecía que le iba a dar algo, estaba todo sudado y me dijo a pesar de no estar comiendo nada, pesas demasiado.
Indignada, le digo Yi-Jin me sabía cargar y nunca mencionó nada sobre eso. Le digo creo que tú eres el débil lucho aquí.
Después de eso hubo un silencio incómodo.
Ho-Jin: Deberíamos mejor preparar algo para comer.
Después de eso Ho-Jin estuvo cuidándome todo el día, y se comenzó a tener una buena relación con mi madre, casi todos los días venía a mi casa, decía que mi madre le decía que me cuidara.
Además, hizo que tomara la decisión de ir a la psicóloga, ya que a pesar de estar mejorando había veces que recaía. Pues parecía que el hecho de ser mi primer amor era uno de esos amores que nunca se pueden olvidar, ni con el tiempo.
El primer día que fui donde la psicóloga, Ho-Jin me acompañó y me dio ánimos, pues el tiempo que pasamos juntos nos había hecho más cercanos.
Estaba nerviosa ese día. Entré al consultorio y me senté después de saludar a la doctora. Ella me dijo Hee Do ¿Cómo te encuentras?
Le respondí bien
Ella me dijo muy bien cuéntame tu historia de porque estás aquí.
Pues un amigo me dijo que debía recibir ayuda para poder olvidar a una persona, pues eso está afectando mi salud.
La doctora me dijo y ¿Quién es esa persona?
Yo le contesté pues solo es alguien que para mí era un arcoíris y luego se convirtió en amor.
La doctora me dijo mmm ¿un arcoíris?
"Si pues al igual que un arcoíris aparecía cuando mi vida comenzaba a lloviznar y hacía que mi vida se torne de colores".
Después de la primera sección, la psicóloga me dijo que debía escribir cartas a Yi-Jin sin enviarlas, que eso me permitiría soltarlo poco a poco. Y así fue comencé a escribir en esas cartas cada cosa que hacía y quería contarle a él.
Entre esas cosas estaban que volví a practicar la esgrima y comencé hablar de nuevo con mis amigos, pues cada uno estaba ocupado en su vida sin embargo siempre estaban pendientes de mí. A pesar de retomar mi vida, había veces que quería verlo y abrazarlo.
Luego de un par de terapias, mi psicóloga me dijo que me vendría bien irme de viaje por unos días.
Al principio la idea era irme sola, sin embargo, mi madre hablo con Ho-Jin para que me acompañe.
Aunque no quería termine aceptando la idea.
Compré los boletos de avión a Estados Unidos dónde estaba Yi Jin, y le mentí a Ho-Jin que iríamos a otro lugar, pues sabía que si le decía algo él de seguro le iba a contar a mi madre.
Ya sé que es algo loco ir a verle a Yi- Jin a pesar de querer olvidarlo pero ya saben cómo soy, pues el solo hecho de verlo sabía que me iba hacer regresar el alma al cuerpo y me iba hacer muy feliz .
El día de viaje, Ho-Jin me vino a ver en la casa, subió mi maleta al taxi y le dijo a mi madre que no se preocupara que él me iba a cuidar.
Una vez en el aeropuerto estaba ansiosa y emocionada por el viaje que caminaba muy rápido. Ho-Jin venía atrás de mi corriendo con las maletas y diciéndome Hee-Do espérame.
De pronto Ho-Jin corrió hacia a mí y tomo mi mano.
Yo me quedé estupefacta y luego de un momento de volver en sí, quité mi mano.
Ho-Jin: Dijo lo siento, es que caminas muy rápido pensé que era la única forma de detenerte.
#11377 en Novela romántica
#1672 en Novela contemporánea
amor y desamor, primeramorcomediaromantica, amor romance humor
Editado: 02.09.2024