3. Cazadores Legendarios. Las Reliquias del Rey Mistico

16. La gema

Una vez que el batallón, o lo que quedaba de ellos, cruzaron la montaña y llegaron a lo alto de la meseta, comenzaron a descender todos juntos hacía la llanura que los separaba del castillo. Durante ese rato, Eric, Ryan y Alex pensaron en algún plan, pero lo único que podían hacer en ese momento era acercarse al objetivo y luchar con el batallón si fuese falta.

Lo único que los separaba de aquella misión, era una larga llanura despiertica y agrietada. Tardaron un rato en recorrerla, pero al final lograron cruzarla gracias a la persistencia de todos los cazadores.

A medida que se fueron acercando al castillo, vieron que tanto Stewis como el encapuchado no estaban solos, detrás de ellos había un ejército de soldados que estaban listos para luchar.

Unos minutos después, el batallón de los cazadores se paró a uno veinte metros del ejercito de los rivales. Ryan, Eric y Alex salieron del grupo y avanzaron hacía Stewis y el encapuchado, que hablaban entre ellos. Cuando se habían acercado lo suficiente, el encapuchado abandonó las filas del ejército y se dirigió hacia el interior del castillo haciéndose paso entre los soldados enemigos.

– Tengo que ir tras él – susurró Eric a Ryan.

– Lo sé – contestó Ryan–. Tengo un plan, dame un minuto.

–¿Qué susurrais? – Les interrumpióStewis–. ¿Estáis hablando sobre algún estúpido plan? – se rió–. ¡No va a servir de nada!

– Cállate traidor – le gritó Alex.

– Vaya, vaya. Si el chaval tiene agallas – se burló Stewis.

– Déjalo en paz Stewis– habló Ryan–. Tu problema es conmigo, no con él – dijo sacando la espada que llevaba –. Eres un bastardo que ha traicionado a los suyos – pausó –. Y lo vas a pagar muy caro... – alzó la espada –. ¡A por ellos batallón! – Gritó Ryan empezando a correr hacia Stewis.

De repente, todo se sumergió en un caos total. Los cazadores, entre ellos Alex, peleaban contra los soldados mientras que Ryan lo hacía con Stewis. Eric, que estaba quieto observando la batalla, se vio rodeado por cuatro soldados que le plantaban cara. Sabía que tenía que adentrarse en el castillo, así que primero tenía que quitar de en medio a los soldados que tenía delante. Para ello utilizó sus poderes primigenios. Lanzó un potentísimo lanzallamas que consiguió abrasarlos.

Una vez que ya se había librado de los soldados, utilizó de nuevo sus poderes. Pero esta vez los aprovechó de una manera diferente. Pegó un gran salto y logró sobrevolar toda la batalla, aterrizando en frente de la puerta del castillo.

Eric empujó las puertas y entró en el castillo. El recibidor era grande y gracias a la enorme alfombra de color rojo pasión, hacía que también fuese precioso. Había un montón de detalles en los que fijarse, pero Eric tenía prisa para encontrar al encapuchado. Pero, ¿cómo lo iba a hacer? Fácil, buscaría su respiración. A continuación, Eric cerró los ojos y creo su conexión. No sabía muy bien en que centrarse, pero al instante lo supo. Aumentó su audición en los oídos y empezó a sentir el aire hasta que por fin encontró lo que estaba buscando. La respiración era lenta, suave, tranquila, desapercibida y se encontraba en el piso de arriba.

Eric abrió los ojos y se dirigió corriendo a las escaleras que tenía delante. Subió los escalones de dos en dos y llegó al piso de arriba. No había dirigido su mirada hacía el pasillo cuando una espiral de fuego le da de lleno. Eric intentó defenderse, pero ya era tarde, el dolor empezaba a dar síntomas.

Cuando el fuego se disipó, Eric pudo descansar unos segundos, pero se vio sorprendido cuando recibió un puñetazo en todo el pecho del encapuchado, haciendo que saliese volando por los aires unos cuantos metros hasta que cayó en la otra parte del pasillo.

Eric se puso de pie lo másrápido posible, pero el encapuchado ya estaba delante de él. Puso sus dos gruesas manos en el cuello y empezó a hacer presión, le estaba ahogando. Eric tenía que hacer algo, así que creo su conexión con las pocas fuerzas que le quedaban y le pegó un testarazo con su mano en toda la mejilla izquierda. Al instante, éste soltó a Eric y se tambaleó unos segundos por el golpe que había recibido.

Tenía que aprovechar ese momento antes de que el encapuchado recuperase el equilibrio, así que le dio dos puñetazos con todas sus fuerzas, consiguiendo que ahora fuera él el que saliese volando. La cosa no acabó ahí, antes de que cayese al suelo, Eric le lanzó una bola de fuego, impactando de lleno en el cuerpo.

El encapuchado se recuperó rápido, se levantó muy enfadado y decidió atacar de forma diferente, le lanzó un armario a ras del suelo. Eric sabía lo que hacer, darle un puñetazo para poder partirlo en dos, pero se le ocurrió una idea bastante diferente, meterse dentro para así despistarle un poco. Lo hizo, en vez de parar el armario, pegó un salto en el momento oportuno y se metió dentro. Se acomodó y cerró las puertas.

Una vez que el armario paró en el pasillo y no ocurrió absolutamente nada, el encapuchado se extrañó mucho y decidió acercarse para ver qué había ocurrido. Cuando ya quedaban pocos metros para llegar al armario, el encapuchado lo movió a una pared con tan solo un movimiento de manos. Estaba en medio del pasillo y no quería que ese mueble estuviera estorbando. En el momento en que el encapuchado pasó al lado del armario, Eric salió de éste por sorpresa y le lanzó un fuerte lanzallamas a menos de un metro de distancia.




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