Ellos nunca habían sido exactamente el tipo de pareja que hiciera cosplay. En su juventud ambos jugaban videojuegos, veian series americanas o anime, pero jamás se les había apetecido imitar a algún personaje. En aquellos tiempos habían otros héroes que eran los mas icónicos de la época. Mientras los pequeños de la actualidad admiraban a All Might y Hawks, en sus tiempos todos deseaban ser como Crismont Riot, Sakki o Alareco.
Mic y Rei eran fanáticos de una pareja de héroes que, según ellos, los representaban perfectamente. Muchas veces habían bromeado acerca de asistir a una convención vestidos igual que ellos e inscribirse en un concurso de cosplay, pero jamás llegaron a hacerlo, no era algo que realmente les robara el sueño.
no fue sino hasta varios años después, cuando se habían casado y tenían una familia feliz, que aquella oportunidad se volvió a presentar.
—Papi, para mi cumpleaños quiero que todos vayan vestidos de superhéroes —ordeno la pequeña Melody, que con próximamente nueve años de edad, era la primogénita de Mic y Rei.
—¿De veras? —inquirió su padre mientras peinaba la larga cabellera rubia que su hija había heredado de él. Le puso un moño blanco para contrastar, y miro al espejo donde él y su niña estaban reflejados. Se fijo en los ojos esmeralda que amos compartían. Cualquiera que los mirase podía asegurar que Melody era la viva imagen de su padre—. Muy bien nenita, le diremos a todos los niños que deben de asistir vestidos como su héroes favorito.
—Pero no solo los niños —se quejó la pequeña inflando las mejillas.
—¿A que te refieres, nenita? —inquirió ya un poco preocupado por verla actuar de forma tan extraña en tan poco tiempo. ¿Acaso le había hecho enojar?
—Quiero que tú y mi mami también se disfracen —respondió girándose a su padre—. Quiero que ese día todos seamos una familia de héroes.
Hizashi estaba un poco confundido por la petición de su hija. Elevó el dedo índice a modo de pedirle que esperara un momento, y asomo la cabeza afuera del baño.
—Nena, can you come a moment please? —llamó a su mujer y solo pasaron un par de segundos antes de que Rei se acercara ante el llamado de su esposo.
—¿Ocurre algo, 'Zashi? —preguntó apenas estuvo ahí.
—Nena, la nenita quiere que hagamos cosplay de héroes en su cumpleaños.
La cara de Rei se puso roja como una amapola al escuchar semejante noticia. La simple idea de que a sus treinta y un años estuviera haciendo cosplay en una fiesta infantil le abochornaba. Comenzó a negar con la cabeza mientras apretaba los labios de la vergüenza. Hizashi se rio un poco al ver la reacción tan adorable de su mujer.
—No deberíamos consentirla tanto, cielo —respondió la mujer desviando un poco la mirada.
—Anda, mami, por mi —suplicó la niña mirándole con ojos falderos mientras juntaba las manos—. Quiero que en mi fiesta mis hermanos y mis padres se vistan de héroes conmigo. ¡Quiero que seamos una familia de la justicia!
—Solo escucha sus palabras, nena —secundó Mic—, ¿no le hemos enseñado a nuestros hijos que siempre deben de hacer lo correcto?
—No tengo inconvenientes en que Kide y Kuura se vistan de héroes ese día —explicó—. Pero yo ya estoy vieja, amor, no me imagino vestida así en una fiesta infantil.
—¡Hagamos esto, nena! sería divertido que hiciéramos ese cosplay que no hicimos antes. Además, ¿no crees que seria bueno hablarles a los niños de los héroes de nuestra infancia?
Ella miró un momento los ojos suplicantes de su hija, y luego el brillo de los de su esposo, y supo que no podía hacer nada en contra de ese par de caritas que tanto amaba. Suspiró un momento, y luego de un rato aceptó. Melody y Hizashi soltaron uno de sus característicos Yeah! de celebración.
—¿De quién planeas disfrazarte, hija? —preguntó la albina para pensar mas o menos en lo que debía ir consiguiendo para la fiesta.
El rostro de la niña se iluminó ante semejante pregunta, y esbozando una sonrisa orgullosa se giro a ver a su padre.
—¡Quiero ser como Present Mic!
—Nenita, tienes los buenos gustos de tu madre —respondió el varón con un par de lagrimas de conmoción al borde de salirle de los ojos.