-Muchas gracias -le dije con una sonrisa en mi cara-, por cierto, ¿Cómo te llamas?
-Mi nombre es RK.7016 -dijo, yo me quede pensativo, ¿Sería una especie de nombre falso para ocultar su nombre real?,
-Que nombre tan raro… -le dije con la entonación apropiada para que entendiese que quería saber el por qué.
-Es porque soy un androide -dijo, vaya sorpresa, todo el tiempo pensando que era una persona con sangre en las venas y resulta que estaba hablando con una maldita máquina.
-Esto, vale, y ¿Qué haces aquí?-
-Mi dueño me encargó venir, su dron captó como un chico había caido del cielo, y me han mandado a mi, junto a muchos más como yo a buscarlo, el video que grabó el dron ha tenido tal efecto en solo unos minutos que todo el mundo está buscando al chico caído del cielo.
Vale, estaba metido en un buen lío, el túnel de luz por el que viaje me debió dejar caer y por eso me desperté ahí tirado, tuve que caer desde una altura considerable… Todo el mundo me había visto caer del cielo por culpa de ese dichoso dron que pasaba por allí y se creerían que era una especia de ángel o algo así, así que tenía que esconderme cuanto antes antes de que me encontrasen.
-Bueno, yo me tengo que ir -le dije al androide.
-Hasta otra -dijo.
Lo primero que hice fue quitarme la sudadera que llevaba y tirarla a una especie de contenedor que desintegraba cualquier cosa que tirases en el, por suerte tenía la capucha puesta cuando viajé, así que sería más difícil que me reconocieran.
Pensé: “Vale, ¿Tengo a alguién que me pueda ayudar en todo esto? No estoy solo. ¿Conozco alguna manera de volver al año del que vine? No.
¿Que puedo hacer?, tengo que salir de esta ciudad pero ¿Cómo?, el caso del “Ángel caido del cielo” habrá tenido su mayor repercusión aquí en Cambridge, así que tengo que huir y buscar a alguien a quién pueda confiarle mi secreto, pero ha de ser alguien que entienda de esto, no cualquier persona puede creer posible que haya viajado en el tiempo, ¡Claro!, alguien que sepa de Física cuántica, quizá hasta pueda explicarme por qué me ha sucedido esto, de cualquier manera necesito uno de esos smartphones del futuro para buscar esa información, y un medio de transporte para irme de aquí.
Pude ver un vehículo muy raro estacionado a un lado de la calle, su respectivo dueño acababa de entrar en la tienda de enfrente a por unos bollitos, así que le esperé escondido detrás, tenía el plan perfecto para hacerme con todo lo que llevara encima.
Cuando salió le dije amablemente que me había perdido y que si me podía llevar, como no conocía el nombre de las calles le dije que yo le iría explicando por dónde tenía que ir, el tío no paraba de comer bollitos mientras conducía, bueno más que conducir pilotaba, porque íbamos por el aire, en cuanto se despisté metí una de mis pastillas para dormir en uno de los bollitos (padecía insomnio ocasional y las llevaba en el bolsillo del pantalón), y el hombre no tardó mucho tiempo en quedarse dormido, cuando lo hizo yo agarré el mando del aeromóvil (sí, así se llamabán), no era muy dificil de pilotar, además tenía un sistema radar que detectaba lo que había alrededor y si te ibas a chocar frenaba automáticamente. Fui unos metros más adelante y lo aparqué como pude en una calle poco transitada
Le hurgué en los bolsillos y ahí estaba lo que buscaba, una especie de chip que se implantaba en la mano y emitía una pantalla de luz en la que se accedía al Virtual World, o la red del futuro como yo la llamaba, en el tenía todos sus datos, los cuales borré para que no me rastreasen. En sus bolsillos había una tarjeta negra muy extraña que también me guardé porque no sabía para que servía.
Saqué como pude al señor del aeromóvil y lo dejé tirado en la calle, tardaría unas diez horas en despertarse, eran unas pastillas muy potentes y más aún para quién no tiene insomnio y no está acostumbrado a ellas.
Me metí de nuevo en el aeromóvil y me marché de allí en dirección a Hartford, una ciudad que hay más al oeste en el estado de Connecticut, tenía que desaparecer de Cabridge cuanto antes…