La fiesta de compromiso de la madre de Sky fue bastante linda y emotiva. Siempre había tenido dudas respecto a mí misma, no me sentía cómoda en un vestido o sobre tacones muy altos, por lo tanto, siempre era un dilema y una tortura para mí discutir aquello, incluso con mis amigas. Pero esa noche, no me sentí para nada excluidas de ellas, me sentí bien y segura, sentí que podía llegar a ser igual de hermosa, ellas me han dado la confianza y el apoyo necesario a lo largo de todos estos años y Lee, bueno, él me ha demostrado que a veces puedo subestimarme. Muchas cosas han cambiado en mí este último año de clases, no me siento más madura o más adulta, pero me siento con una mentalidad nueva acerca de lo que respecta a mí, me he dado cuenta que todo este tiempo, me hacía falta un poco de autoconfianza y valor, ahora sé lo que valgo y lo que soy y no me da miedo mostrarle al mundo mis defectos y mis virtudes.
Esa mañana del domingo había despertado con la cara de un mapache. Me había olvidado de sacar el maquillaje, ya que no acostumbro a usarlo y se me olvida que tengo que retirarlo por las noches. El delineador y el rímel negro se me habían corrido por las mejillas y mi rostro lucía más blanco y demacrado que de costumbre. A pesar de odiar mi reflejo en el espejo, me obligué a mí misma decir que no estaba tan mal.
Eran las 10 de la mañana, supuse que mis padres ya se habían levantado, pero mis amigas no, por lo tanto no iba a poder llamarlas o hacer video-llamadas con ellas, pero si podría bajar a desayunar.
Mis padres comían en silencio en la mesa, y solo emitieron ruidos al verme bajar por las escaleras. Me senté al lado de mi padre quién leía el periódico del día y mi madre me sirvió unas tostadas con mantequilla.
Después de desayunar, decidí que era un lindo día para salir a caminar en vez de quedarme en casa a hacer tareas. Estábamos a punto de terminar las clases, esta semana estarían todos con el asunto del baile de promoción, se escogerían a los reyes y todos estarán vueltos locos con el asunto de las campañas y las votaciones. Solo un milagro podría salvarme de esta semana, por lo tanto, merezco descansar mi último domingo.
Quería ir al cine y quería que Lee me acompañara. Marqué varias veces su número de teléfono pero nunca me contestó. Dejé mensajes de voz y varios mensajes en su celular, pero nunca recibí nada de parte de él. Eran las dos de la tarde y yo todavía no me movía de mi casa. Sí Lee no iba al cine conmigo, entonces iría sola.
Salí de casa y tomé un autobús que me dejara cerca del cine que se encontraba en el centro, fue entonces cuando mi celular comenzó a sonar. Miré con enojo y alivio (al mismo tiempo) la pantalla, ya que era Lee quién me estaba llamando.
Mis planes de cine fueron cambiados automáticamente después de eso. Corrí hasta la primera estación de buses y me encaminé hacia el hospital. Me encontré con Chuck y Cole en la sala de espera, ninguno de los dos tenía su sonrisa habitual, ambos se limitaban a observarse las manos y a mirar el piso como si estuvieran esperando un milagro. La desesperación crecía dentro de mí, pero la controlé, tenía que saber la verdad antes de armar un escándalo.
Cole me dijo que Lee estaba en la habitación A209 junto a sus padres, pero que podía ir con ellos cuando quisiera. No esperé demasiado, al llegar vi como los padres de Lee estaban hablando con él mientras su hermano pequeño se encontraba sentado en la silla, al lado del jarrón de agua. Lee fue el primero en notar mi presencia en la habitación, estaba despierto, los latidos de mi corazón dejaron de armar tanto alboroto ahí adentro e hicieron que mis músculos se relajasen. Lee sonrió en cuanto me vio, me saludó con una mano y me invitó a entrar, me armé de valor y caminé con una inesperada sonrisa hasta él y su familia. Sus padres fueron amables, no los había conocido formalmente hasta en ese momento, y realmente sentí que la situación era un tanto drástica como para presentarme como la novia de Lee, así que me limité a sonreír nerviosamente como una estúpida y a preguntarle a Lee si estaba bien. Por suerte, sus padres me dejaron a solas con él por algunos minutos, los cuales fueron suficientes para besarlo de la manera que no podría frente a su madre.
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Editado: 14.05.2019