24 de marzo
Quedarse a dormir
La misma historia en viceversa, ahora es mi cama quien tendrá tu compañía toda la noche, mis brazos ya no tendrán que apretar la almohada, el frío no se acercara a mi piel porque tu presencia ya la hace cálida…
Los besos que te doy no son de despedida, no tienen afán en su acto, mis labios se posan lentamente en los tuyos, los acarician suavemente, los humedecen y acto seguido mis manos acarician tu hermoso rostro, la raíz de tu cabello que nace en tu cuello…
Me pierdo por completo en ti, contigo… Y en leves suspiros y respiración calma nos vamos quedando poco a poco dormidos, porque ahora la despedida solamente es de centímetros o incluso nada…