Yuji había presenciado todo anonadada. Al poco tiempo, todos comenzaron a reírse de Yuu.
—Te dije que lo pagarías, cariño. Nadie me deja en ridículo —comento Aiko con rencor.
Yuji rápidamente se acerca a Yuu y lo aleja del reflector, llevándolo al baño para limpiarle toda la pintura.
Yuu no hablo en ningún momento, se quedaba callado.
—Mira esto… —decía al limpiarle la pintura—. El baúl te lastimo un poco.
Yuu se queja por el dolor.
—Lo siento… —sigue limpiando su cara.
—¿Por qué haces esto? —Pregunto con un nudo en la garganta.
Yuji lo mira confundida.
—¿Hacer qué?
—Esto —mueve sus manos—. No merezco que me tengas lastima —responde desanimado.
—Yuu—san… —lo mira desanimada—. No justifico lo que hiciste, en lo absoluto. Lastimaste a mi mejor amiga y revelaste su intimidad —reprocho molesta.
Yuu baja la mirada avergonzado.
—Sí, debes de sentirte mal —impone—. Pero eso no significa que voy a dejar que se burlen de ti.
Yuu la mira confundido.
—Debes enmendar tu error de alguna u otra forma… Aunque no lo parezca, Nozomi—chan te aprecia mucho y yo también —confiesa—. Sé que tus sentimientos por ella eran sinceros…
Yuu se cubre la cara, irritado.
—Yo… Yo no era así, ¿sabes? Era una mala persona que jugaba con los sentimientos de los demás en la escuela —revela—. Pero conforme seguía con el plan de Aiko… Me enamore de Nozomi—san… Su sencillez, su sonrisa, su carisma, su personalidad me cautivo en su totalidad —revela.
—Lo se… —respondió Yuji—. Por eso te saque de allá… Tú querías proteger a Nozomi—chan de esto, pero fue demasiado tarde ¿no?
Yuu asiente. Yuji suspira aliviada.
—Bueno, será mejor que terminemos de limpiarte para que vayamos a buscarla —se coloca frente a él y se disponía a seguir con su labor, pero Yuu la mira con sorpresa.
Yuji tenía un par de lágrimas saliendo por sus ojos.
—¿Eh? —se toca la cara y se da cuenta de que está llorando.
—¿Yuji—san? ¿Estás bien? —pregunto espantado.
Yuji ríe sínicamente.
—N—No… —se limpia las lágrimas—. Solo… Solo no pensé que todo esto me afectaría tanto —admite.
Yuu comprende de inmediato que no sabía la verdad absoluta sobre Nozomi.
—Lo siento —dice con impotencia.
—Y—Yo pude ayudarla ¿Sabes? Si necesitaba ayuda… Yo pude apoyarla… ¿Acaso no confía en mí?
Yuu la abraza.
—Ella confío en nosotros… Más que en nadie… Por eso no nos lo dijo, para no preocuparnos por ella y la tratáramos con especial cuidado.
—¿No te dijo nada a ti tampoco? —dice entre sollozos.
Yuu niega con la cabeza.
—Yo… Indague en su vida… Para nada correcto y me arrepiento por lo que hice —admite con dolor.
Yuji ríe.
—Ambos damos lastima, ¿no crees? —Comento—. Tu odiándote por lastimarla… y yo lamentándome por querer hacerlo.
—Créeme… Ella te adora.
Yuji ríe.
—Eso espero…
Ichiro y Nozomi corrieron lo más lejos que pudieron del lugar, hasta detenerse por el cansancio.
—Nozomi… ¿Estas bien? —pregunto preocupado.
Nozomi no responde, estaba agitada por todo lo que corrió.
—Lo lamento, debí sacarte antes del baile —se culpa.
—No… —lo mira—. Ichiro no te culpes por esto… Yo… Fui muy ingenua —admite con pena.
Ichiro se acerca y la abraza.
—No te preocupes, todo está bien —reconforto Ichiro.
Nozomi sintió alivio por poco tiempo, pues algo en ella le hizo sentir miedo repentinamente. Ichiro se aparta y la mira confundido.
—Nozomi… ¿Qué pasa? —pregunto asustado.
—Sayuri… Algo va mal… —comento espantada.
Ichiro entendió de inmediato y la toma de la mano para correr hacia el hospital.
Al llegar, se acercan a la recepción rápidamente.
—Buenas noches, ¿qué necesitan? —pregunto la recepcionista.
—Quiero ver a Hoshino Sayuri —dijo Nozomi alterada.
—¿Son familiares de la paciente?
—Sí, soy su hermana —respondió veloz.
La recepcionista hizo una mueca al ver su computador.
—Lo lamento, pero el horario de visitas ya venció y… —un doctor interrumpió a la recepcionista.
—Hoshino—san —hablo el doctor de Sayuri.
—Doctor… —Nozomi lo miro con miedo.