-9 Meses Para Enamorarte-//kim Namjoon

Capítulo 30.-

¿Cómo le diría a Larisa que mi madre tenía un secreto? ¿Por qué nos habría ocultado algo? ¿Qué fue lo que ella nos ocultó? Esas preguntas rondaban en mi cabeza como un terrible tsunami en una diminuta isla, intentaba convencerme a mí misma que todo estaba y estaría bien, que lo que pudiera ser que mi madre oculto tantos años sería algo simple, pero necesitaba descubrir que era. 

 

-Lara, ¿tú serías capaz de odiar a mamá por alguna razón?- pregunté en un solo hilo cuando nos subimos al auto

 

-No, no creo que haya algo que pueda hacer que la odie, mi mente y corazón están inundados con bonitos recuerdos de ella cuidándonos y estando con nosotras, así hubiese sido una asesina… creo que no podría odiarla- me observó con seguridad.

 

-Ella dejó una carta, es por eso que me encontraste llorando hoy- la miré con una sonrisa triste -duró muchos años ocultandonos un secreto a las dos y se lo llevó con ella a la tumba, aunque creo que deberíamos leer la carta que dejó para ti, quiza ahi diga algo de aquel secreto- la miré atenta, esperando cualquier posible reacción por parte de Lara.

 

-Después de la fiesta de Papá Kim, ¿Vale? así podremos estar bien en mi presentación como Kim Larisa- rió intentando animarme.

 

-¿Y si es algo terriblemente grave?- quizá las hormonas por el embarazo me hacían pensar mucho en eso, pero quería descubrir que era -sea lo que sea, promete que estaremos siempre juntas- me recosté en su hombro y me sujeté fuerte de su brazo.

 

-Hasta ser huesitos danzarines- respondió abrazándome.

 

Llegamos a la fiesta de Kim Daehyun, el mejor jefe, padre y suegro de la vida. El lugar estaba hermoso y bastante impecable toda la decoración, quién diría que todo eso lo organicé yo solita por medio del teléfono, justo al bajar, Namjoon se acercó a Lara y a mí.

 

-Jamás imaginé que mi futura esposa se vería tan hermosa- sonrió tomando mi mano, luego se puso a la altura de mi pancita -ni que tendría a un monstruito a quien amar- comenzó a dejar muchos besos en mi pancita.

 

-Ugh ¡Alquilen una habitación!- exclamó cubriendo sus ojos -Alguien por favor, tráiganme insulina- pero qué exagerada. 

 

-Lo mismo diré de ti cuando tengas novio, hermanita- la miré fingiendo molestia, sin duda ellos dos eran mi lugar seguro y quienes me hacían olvidar cualquier problema.

 

-Yo… Cuando tenga uno ni se enterarán hasta que yo quiera y lo trataré de bicho raro- se alejó del lugar después de ver una bandeja de comida.

 

Entré con Nam a la fiesta, tomados de las manos, justo en ese momento todas las miradas se posaron en mí. Era el centro de atención, cosa que me hizo ponerme más nerviosa de lo que ya me encontraba. En mi mente pasaba la imagen de nosotros dos siendo pequeños e indefensos venados rodeados de tigres. Era algo que ya me esperaba de su familia y socios, enterarse que Namjoon será padre de la nada y con la madre de su bebé con una pancita un poco crecida era inimaginable y nada esperado por ninguna de las personas que se encontraban ahí, pero por suerte pude ver al señor Kim y correr a abrazarlo.

 

-Papá, dime que no soy la única que nota la mirada de todos sobre mi- me aferre a su abrazo, él sabía lo mucho que yo detestaba ser el centro de atención, a diferencia de Lara, que en momentos parecía agradarle demasiado.

 

-No eres la única, peor eres tan linda que se debe llevar todas las miradas- sonrió -además- susurró a mi oído -Tienes un moco en la nariz- 

 

-¡Papá!- me separé de él revisando mi nariz -Estoy feliz de que sea tu cumpleaños, ¡Feliz cumpleaños papá viejito!- reí un poco llevándome un pequeño golpe inofensivo en la cabeza por parte de él -Aish- me queje bajito.

 

-Le escuché a Lara decir algo una vez “Tome pa’ que lleve”- rió mostrando su lengua, la mencionada aún continuaba afuera -¿Qué estará haciendo? ¿Y Namjoon? ¿Desapareció?- juntos empezamos a buscar por todo el lugar con la mirada, pero no había rastro de él, ni de Jimin o Jin, o cualquier otro de los chicos.

 

-Estaba justo aquí hace un momento- lo tomé del brazo -bueno, parece que me quedaré junto a ti hasta que ellos vuelvan- sonreí tímida, realmente no me quería quedar sola.

-Eres un pequeño caracol garrapata- me despeinó con suavidad 

-Gracias por quitarme parte de mi belleza- reí un poco acomodando mi cabello.

Después de ese pequeño momento en el que perdimos de vista a Namjoon, él ya no volvió a aparecer, ni los chicos, ni Larisa, lo cual era bastante extraño. Pero sabiendo que hoy presentarán formalmente a Lara como una Kim, no me sorprendería que el señor Kim la haya puesto a estudiar un poco lo que diría para que saliera todo a la perfección y que ellos serán su público. Nunca había dicho mi nombre tantas veces como en los últimos treinta minutos, sin exagerar, me había presentado y hecho reverencia con alrededor de diez grupos de personas, desde familia hasta socios de mi querido papásuegro. Para ser sincera, el término nuera era muy lindo proviniendo de él.

-Es un placer conocerla señora- sonreí haciendo una reverencia -es un enorme gusto poder conocer a la abuela de Namjoon- sonreí un poco, por dentro estaba muriendo de miedo, solo podía ver como el señor Kim se alejaba porque uno de los chicos de staff le llamó.

-Por fin conozco a la señorita que se robó el corazón de mi nieto- respondió con seriedad -¿Qué intención tienes con él? 

-Yo…- tragué grueso y contuve la risa -si es que la vida nos lo permite, tener una bonita familia y apoyarlo en todo- sonreí de manera dulce.

-Siendo honesta, nunca lo escuché decir que quería tener una familia, más bien… Casarse y divorciarse para no tener más responsabilidades que el trabajo- sonrió -Me alegra que piense así y veo que eres una encantadora muchachita.



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En el texto hay: namjoon, kimseokjin

Editado: 17.12.2021

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