Debería ser hermoso poder apreciar esos atardeceres sola,
Lástima que pocos ayudan con los demonios de afuera.
Aquellos que nos ultrajan, rebajan y humillan.
¡Aquellos que protegen y me matan!
Debería poder salir a la calle con mi falda y mi sonrisa al viento,
Y no con gas pimienta en mano y mi ubicación a mi madre.
Odio el que me hostiguen y culpen,
Odio que digan que las cosas no suceden,
Odio que me digan exagerada,
Odio sus manos,
Odio sus intenciones,
Y lo que más odio es no poder saberlas de antemano.
Yo soy fuerte,
Pero contigo tengo que poner la muralla china entre todos,
Porque la sociedad me enseño que al salir estoy sola,
Que al salir tal vez mis gritos no se escuchen,
O que tal vez encubrirán tus delitos.
¿Difícil?
Eso es abrir el baúl de los nombres de las desaparecidas,
De las diosas y guerreras que ya no pueden gritar
Que sus risas ya no serán escuchadas,
Y sus hijos rezarán al cielo su nombre,
Plegarias de unas esperanzas secas,
Lágrimas derramadas en madrugada,
Y mis gritos en un lugar sin voz.
¿Valentía?
Esa la has sentido solo si has caminado sola en la calle con las llaves en mano,
Pero no es aquella de los héroes,
Es aquella que tenemos que tener para sobrevivir en un lugar que supone que el estado nos garantiza la protección por nuestros impuestos.
Lo admito, tengo miedo.
El miedo no me hace más débil y tampoco significa que dejaré de pelear,
El miedo significa que aún tengo sentimientos y por lo tanto sigo viva,
Y porque estoy viva,
Reiré,
Viviré,
Defenderé,
Y seré más fuerte que esa sombra que nos sigue en las noches.
Me tendrán miedo como a sus pesadillas,
Yo seré su nueva pesadilla,
Una mujer con miles de presentaciones más fuerte que cualquier provocación,
Más fuerte que sus miedos,
Más fuerte que cualquier borracho,
Más fuerte que la impunidad del gobierno.
La mujer maravilla tendrá un nuevo significado y nuevos disfraces,
Hasta que llegue el punto en el que te pienses dos veces en atacarme por tener miedo a que yo te haga pagar por las consecuencias de aquellas chicas en coches,
Las madres violadas,
Las niñas ultrajadas,
La confianza devastada,
Y nuestras vidas robadas.
¿Vidas robadas?
Creo que, si alguna vez alguien me preguntara por mi mayor miedo,
Sin duda alguna seria tener a mis padres llorando por mi desaparición
O mis sueños morir por tus intenciones sínicas que me roban los momentos más hermosos de mi vida.
Una vez me dijeron que el odio era malo,
Y lo es,
Pero más malo lo que tú nos haces.
Ya no hay presas o pequeños borregos,
Ahora solo hay tigres y alfas feroces a devorarte al primer movimiento.
Te diría cuidado, aunque sería hipócrita de mi parte.
Adiós al ciervo pequeño ya no le quedan más fuerzas para llorar,
Bienvenida sea el jaguar de manchas doradas que me he convertido que te aseguro que con águila en mano te destruirá.