En él 2025 se había proclamado una nueva enfermedad para la humanidad, se había determinado que no había cura para esta y que cualquiera que estuviese expuesto a ella iba a morir. No obstante, a muchos aquello no les importó, la sociedad se veía ignorante sobre esto y juraban que era falso.
Así que, en vez de evitar salir en lo que los doctores e investigadores encontraban alguna cura para esta rara enfermedad que aún no tenía nombre en esa actualidad, todos decidieron salir y hacer de su vida como si nada. Cuando inició aquello yo tan solo tenía 7 años, y aunque era pequeña para entenderlo bien sabía de alguna forma que estábamos expuestos a un gran peligro, mi padre solía decirme que como consecuencia de nuestros actos siempre seríamos castigados.
Aquello que había dicho me dejó pensando, mi mente no daba para más en aquel entonces. Pero, después de algunos años pude entenderlo. La humanidad comenzó a desvanecerse como si de una ilusión se tratase, los hospitales se llenaban hasta mas no poder y los doctores no podían hacer mucho ya que, no había cura alguna. Esta enfermedad estaba por todo el mundo y así como aumentaba más la posibilidad de que pudieras infectarte más personas morían. Si bien los primeros 3 años de que empezó esta rara enfermedad los químicos fármaco biólogos pasaban mucho tiempo en laboratorios estudiando la sangre de pocos de los infectados que había en ese entonces, pero aún así muchos intentos después, no pudimos hacer nada. Ni como humanidad, ni como personas en la actualidad.
Las noticias diarias informaban que no podíamos salir de casa si es que no queríamos contagiarnos de esto. Las escuelas y todo lo que tuviese que ver con la educación habían sido canceladas en su totalidad y, no sabíamos cuando habría algún regreso. Pará las personas que tenían que salir a trabajar como mi padre, tenían que usar diferentes líquidos, hidratarse a diario e inyectarse algunas defensas para su cuerpo al igual de uso de un hacía que su corazón sufriera pequeños paros cardíacos algunas veces pero que esta vez no se había podido salvar. Mi padre salía a trabajar a diario, solo eramos él y yo.
La vida en casa era aburrida no mentiré, pasar años sin salir o ver el sol por fuera o sentir el aire rozar tu piel era difícil. Muy difícil, más que después de un tiempo la mayoría de los jóvenes nos acostumbramos, ahora ni siquiera se como es allá a fuera, ya que solo los adultos pueden salir a la realidad mientras los jóvenes teníamos que estar en casa. Un día mi padre no llegó del trabajo, se hizo más de la una de la madrugada y él aún no había vuelto. Creí que se trataba de alguna fiesta en su trabajo o posiblemente se desvío a otro lado. Aunque era preocupante ya que al día siguiente no volvió. No volvió después de días, las llamadas no entraban y de un día a otro la señal cayó para todos los teléfonos móviles lo cual hizo que nadie pudiera recibir alguna llamada en especifico.
Había noches en que no dormía pensando que mi padre volvería hasta que un día tocaron mi puerta.
Había un tipo con un traje de goma que cubría su cuerpo y que al igual traía unas extrañas gafas transparentes.
—Usted es, ¿christa Abay?—frunce sus cejas al leer una hoja que tiene en sus manos—Necesito que me confirme ya que tenemos algo que decirle e informarle.
Asentí—¿Que pasa?
Pude ver como sus manos doblaron la hoja que traía en manos aquel hombre y la puso frente a mí como si quisiera que la agarrara.
La tomé con mi mirada extraña y la miré doblada en mis manos, no sabía si quería leerla, ni siquiera sabía de quién era esto.
—Permitame explicarle, esa es una carta de su padre.—¿mi padre?—Fue elegido hace unos días para ayudar a una asociación fuera lo cual no va a volver a casa por algunos meses o años o no sabemos con exactitud. Lo que sí le diré es que el gobierno apoyará a las familias de las cuales sus familiares fueron llevados a la asociación ya que no pueden salir por dadas las consecuencias. En esta tarjeta—saca una pequeña tarjeta también—Tiene el número del asistente encargado de esta zona. Si requiere algún suministro no dude en llamar.
Yo no podía creer en ese entonces nada de lo que había dicho, mi mente no procesaba aún ni la más mínima palabra de lo que él tipo había dicho. Él se alejó y yo cerré la puerta con la carta en manos. Me metí a mi habitación con la oscuridad que reflejaba el tener las cortinas cerradas por completo y el no tener luz encendida pero, encendí una pequeña lámpara que tenía a mi lado y me senté en la orilla de mi cama.
Querida christa, de seguro estas leyendo esto días después de mi desaparición. No te preocupes por mi, estoy trabajando en algo nuevo, el agente te lo explicara, solo pido que por favor no salgas de casa Abay, no salgas de casa por lo que mas quieras. Vive, trata de vivir. Algún día regresaré y creeme que espero que cuando regrese todo haya acabado de una buena puta vez. En todo caso Abay, el agente del gobierno me a informado que al ser parte de esto te ayudará a ti en suministros y cosas que necesites. Espero que lo demás te lo haya explicado el agente, si no no te preocupes tendré que explicartelo por esta carta. Cuando salí a trabajar al llegar habían en listado a muchos de mi trabajo para ser parte de esta asociación sobre experimentación y búsqueda de cura para esta enfermedad. No te culpo Abay, se que debes estar molesta por que no dije nada y ni siquiera me despedí pero, ni siquiera le dejaron hacerlo.
Cuando seguí leyendo la carta sentí que mi pecho se oprimía, que mi corazón se apretaba ya que me quedaría más sola de lo que estaba y que mi padre podía correr peligro. Pero Básicamente la carta de mi padre decía lo mismo que el hombre explicó sólo que un poco más... Detenida.
Pase lo que pase recuerda esto. Como consecuencia de nuestros actos, siempre seremos castigados.
Y con esa palabra, su carta dió fin.
Eso sucedió en el 2032, la asociación a la que había sido llevado mi padre y otras personas más de todo el mundo era sobre una serie de experimentos e investigaciones sobre la enfermedad de la cual hacía precencia en todos lados y en todas las muertes que ya habían pasado en el mundo, esta vez después de muchas pérdidas en población, se buscaba lo más pronto posible una cura. La población esperaba que ya la encontrarán para así volver a nuestra vida normal.