A los ojos de la luna somos inocentes

Capítulo 03

Liam

 

PASADO

 

   La Universidad era la etapa más difícil de todo ser humano en donde tiene que dar todo su esfuerzo para ganar todos los semestres y no morir en el intento. En mi caso todo era diferente ya que me estresaba fácilmente con los proyectos y generaba más enemigos al gritar en los grupales.

   Era muy cansado tener que ir al campus, hacer proyectos, caminar para llegar a todos los edificios donde recibía los cursos y lo peor de todo era trabajar por las noches para poder mantenerme o fallecería de hambre.

   ¿Por qué tenemos que pasar por todo esto? 

   Todo por tener dinero, huir de nuestros padres y sus reglas egoístas y andar de fiestas cada fin de semana para salir ebrio y caminando en zigzag.

  Mis padres no se dieron cuenta de que tal vez hubiese sido un chico distinto si ellos no me hubiesen obligado a seguir sus reglas de casa tan estrictas. Me prohibían llegar tarde cuando solo salía al pueblo y a no más de seis calles, no podía tener pareja por más ridículo que suene y las pijamadas en casa de mis amigos me eran negadas.

   No tenía paz, no era yo mismo en su casa y la Universidad fue una excusa para salir de eso y vivir mi propia vida, pero ahora quiero regresar a su casa y buscar su cariño de padres porque me siento tan miserable que quiero llorar como un niño pequeño.

   La tesis estaba sobre mis hombros susurrándome ponte a escribirme o perderás y temblaba por ello, los proyectos finales me estaban consumiendo con lentitud y casi no comía porque me habían bajado de puesto en el trabajo y ganaba menos dinero que antes.

   Estoy muriendo y nadie se da cuenta.

   Los viejos amigos se habían alejado por mis groserías y falta de interés sobre sus planes, el que era mi novio decidió romperme porque decía que yo no le daba todo el amor que se merecía, mis padres se mudaron sin decirme nada más que una mísera carta y mi hermano casi no lo veía y me dolía.

   La relación son mi hermano era nula, no compartíamos nada en común y me odiaba por quien era ahora. 

   —¡Mira por dónde vas! —Grita una chica con la que choco y recoge el libro que obviamente se había caído con el impacto—. Esta gente va perdida —susurra y me da una última mala mirada para desaparecer entre las personas.

   Sigo caminando con la cabeza gacha, con mis audífonos en mis orejas mientras cualquier canción sonaba en ellos y no me iba fijando en mi camino. La siguiente clase empezaba en veinte minutos por lo cual no tenía prisa alguna, aunque el edificio en sí estaba un poco retirado.

   Empujo a varios chicos más en mi camino hasta que uno se detiene y me saluda con una sonrisa. Se mantiene a mi lado y se mantiene en pleno silencio.

   —¿Estás perdido? —Pregunto retirando mis audífonos.

   Niega.

   —Somos compañeros de curso —contesta—, pensaba que sería buena idea irme contigo a la siguiente clase y hacerte un poco de compañía.

   No lo recordaba del todo, tampoco es que me fije mucho en mis compañeros de estudio, pero este chico decía querer acompañarme y no podía ser grosero con él.

   —No tengo ningún problema con eso —sonrío.

   —De hecho —dice—, mi nombre es Daniel y vivo aquí hace seis años. ¿Cuál es tu nombre?

   ¿Debía decirle mi nombre? 

 

   No seas grosero y haz un amigo por una puta vez.

 

   —Yo nací en New Jersey hace muchos años —río ya que lamentablemente adolescente ya no era, los años se me estaban viniendo encima y las rodillas ya me empiezan a fallar—. Y mi nombre es Liam, un gusto en conocerte, puedo sentir que me hablas de buena corazonada y no de mala manera.

   —¿Te han tratado mal antes?

   —Muchas veces —suspiro—, pero la verdad es que no me importa mucho a veces.

   El edificio estaba a dos calles, Daniel seguía hablándome sin detenerse y al llegar hay personas formando un círculo y gritaban que le diera más fuerte.

   ¿Es una persona? Esto es interesante.

   Tomo del brazo a Daniel y lo traigo conmigo al círculo de personas para ver de quién se trataba. Un chico de primer año estaba en el suelo lleno de sangre, otro que no logro adivinar de qué año es esta encima del otro dándole golpes sin piedad. Estaba matándolo mientras que las personas solo gritaban para darle más ánimos.

   ¿Por qué pelean?

 

   No, no te metas idiota.

 

   Empujo a las personas que están adelante mía y con todas mis fuerzas trato de separar a ambos chicos pero mi subconsciente tenía razón y no debí meterme. 

   Recibo un golpe en mi rostro y caigo de bruces al suelo, el chico me ve con furia y cuando se pone de pie para tirarse sobre mí Daniel lo toma del cuello y lo levanta.

   —¿A quién crees que vas a golpear? 

   —A él —me señala—. ¿Algún problema?




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