Diciembre 21.
—¿Marck tienes pensado hacer algo esta noche?
Pregunté mientras recogía todas mis cosas y me despedía de la gente al igual que mi amigo.
—No, soy material dispuesto para lo que necesites —una gran sonrisa de satisfacción cruzo por mi rostro.
—Genial, en la universidad me pidieron dibujar a una persona y se me vino tu nombre en la cabeza.
—Por supuesto, te tengo encantada bajo mi hermoso físico —bromeó mientras me rodeaba por los hombros con su brazo.
Tampoco lo podía negar que Marck era atractivo, tenía una piel bronceada con su cabello negro desordenado, sus ojos color verde esmeralda y un cuerpo tonificado.
—Tienes razón, estoy totalmente enganchada por ti —suspire con dramatismo haciéndolo reír.
—Vamos, sube al auto mientras me despido.
Asentí y me dirigí a su automóvil, había acompañado a Marck en su carrera, al guial que yo él compite solo que lo suyo son los autos y ocasionalmente lo vengo a alentar.
Una vez él chico se subió a su auto nos marchamos a mi edificio.
—Entonces ¿Planeas aceptar mi oferta?
—Claro, no podría negar esta invitación ni aunque quisiera, no todos los días la bella Holly me hace una propuesta así.
—Genial, entonces estaciona tu carro y prepárate para no moverte en dos horas.
El ojo verde rio mientras aparcaba una vez nos adentramos a mi piso lo hice sentarse en la sala mientras que iba por mis cosas.
Mi profesor nos había encargado una pintura de oleo con un toque especial nos había dicho que teníamos que hacer un retrato pero le teníamos que añadir algo que identificara a la persona.
Una vez con todas mis cosas listas me acomode la sala para no pintarla y comenzó mi trabajo.
—¿Aunque sea poder hablar?
—Depende si no te mueves mucho.
—Lo intentare, el señor gruñón me aviso que iba a haber una clase de carreras abiertas para la persona que quisiera solo ir a ver.
No me había tocado este evento en todo el tiempo que corría, cuando se hacían las carreras no eran para un público abierto, solo los que apostaban y las personas cercanas al corredor pero a veces se hacían estos eventos.
—¿Piensas llevar a alguien? —pregunto intrigada.
—Aún no lo decido pero pensaba en llevar a una chica.
—Así que me van a remplazar eh —dije divertida.
Marck se llevó una mano a su corazón con dramatismo.
—Siempre tendrás tu lugar celosita, pero como te decía pensaba llevar a alguien.
—¿Cuál es su nombre?
—Tamara —contesto con una linda sonrisa.
—Pues espero que esa Tamara sea lo bastante simpática para caerme bien —advertí —no quiero otra equivocación y termines con el corazón roto.
—Holly esa chica no fue ninguna equivocación, solo no debíamos estar juntos —me corrigió sonriendo.
Le devolví la sonrisa enternecida y seguí pintando.
—¿Y que hay con ese Cameron?
—¿Qué hay con él? —consulté incomoda.
—Pues te he notado algo cercana —subió y bajo sus cejas con una mirada traviesa.
Ahogue una risa mientras le avente el cojín más cercano que tenía.
—No hay nada Marck, son imaginación tuyas.
—Imaginaciones mis unicornios, mira me cae bien el chico, paga la renta puntualmente y te trata bien para mi tiene un 10 hasta ahora.
—A mí me parece que necesitas una vida propia pero...
Mi frase quedo suspendida cuando se escuchó como tocaron la puerta, confundida me levanté para abrir.
—Estoy seguro que es el rey de Roma —bromeo haciéndome reír.
—De seguro y si —comete riéndome mientras abría la puerta.
A continuación abrí la puerta.
—Hola Blueberry.
—Hola ratoncito —devolví el saludo riéndome mientras me hacía a un lado para que pasara.
—¿Ratón? —me miro desaprobatoriamente y divertido a la vez.
— Me parece que tu apellido es igual al de la película de Stuart Little.
—No —contesto alargando la o —para iniciar Stuart es el nombre del ratón que claramente se escribe diferente a Stewart.
—Cameron, un ratón tiene tu apellido como nombre y aunque se escriba diferente es lo mismo, lo siento pero o tienes salvación —informé poniendo una mano en el hombro de castaño con dramatismo.
Una carcajada de Marck nos llamó la atención volteándonos hacia él.
—Eh —el castaño se rasco su nuca nervioso —Hola Marck, lo siento no te había visto.
—No te preocupes ratoncito.
—Y ¿A qué se debe el honor de tu visita? —cuestione.
—Me preguntaba si querías ir a la feria pero no me quiero entrometer en sus cosas —confesó incómodo.
—No hay problema, de todos modos ya había terminado de hacer el retrato podemos ir.
—Genial, te espero abajo —avisó el castaño muestras se marchaba del departamento.
—Creo que me iré —informó tomando sus cosas.
—¿Qué? No —proteste caminando hacia él —puedes ir con nosotros Marck.
—Holly creo que él quiere pasar la noche solo con tu compañía —habló destacando el solo.
—No digas tonterías, vas con nosotros y se acabó la discusión —ordene tomándolo del brazo —estoy intentando no cerrarme con la gente y eso implica que todos mis amigos convivan.
—Holly —me llamo deteniéndose, me voltee hacia él expectante —no tienes muchos amigos —comentó con diversión ganándose un golpe de mi parte en su brazo.
—Guarda silencio y va manos y para tu información claro que tengo amigos.
—¿Quién? Carlitos el hombre invisible —hablo riéndose.
Rede los ojos mientras tomábamos el elevador.
Había demasiadas luces de colores por todos lados, niños gritando y corriendo, muchos hombres intentando impresionar a la chica en varios juegos entre otras cosas.
—Bien, ¿qué quieren hacer primero? —cuestionó Marck cruzando los brazos.
—Pues tengo hambre —me queje abrazando mi abdomen.
—Tu siempre tienes hambre —contraataco Marck rodando los ojos.
—Ti siimpi tiinis himbri .
—Vi un puesto de Hot Dog adelante —anunció Cameron.