Cameron Stewart.
Cuando Holly entro por la puerta de su departamento solté un fuerte suspiro dejando que mis hombros se destensaran y sin estar consiente volví a respirar con normalidad.
Tenía que admitir que el plan de la noche no consistía en más personas, el hecho de que Marck se uniera me molesto un poco, desvió grandemente mis planes, sin embargo me alegraba convivir un poco con él ya que era un amigo cercano de Holly. Eh de admitir que sentí alivio cuando su amigo se fue y pensé por un momento que podría convivir con ella tranquilamente sin interrupciones.
Que equivocado estaba.
Había tenido un día bastante pesado y por una razón que no quería admitir estar con esa chica agridulce me tranquilizaba de una manera que no entendía pero al parecer todo estaba encontra mía esta noche.
Iniciando con el hecho de que se sentó una señora en el asiento que estaba a lado mío sin importarle que había una persona casi sentándose ahí, después su compañero se sentó a su lado y es que no podía ignorar el hecho de que fuera el mismo chico que había estado en la fiesta y encima él que la había besado.
Quería creer que ella había olvidado ese hecho o algo similar, tal vez no fue lo suficientemente importante para ella como lo fue para mí. Sabía que estaba mal, no éramos nada más que amigos pero me era imposible no sentir como el pecho se me quemaba, como el chico la había mirado descaradamente sin que ella se hubiera dado cuenta con su ropa se había ajustado a su figura por lo mojada que estaba.
Tampoco lo podía recriminar, cualquier ser humano se podía figar en ella y más en el estado que se encontraba pero ¡Por favor era el mismo chico que le había correspondido el beso!
Frustrado me lanza a mi cama restregándome mis manos contra mi cara y cansado me deje dormir con mil preguntas en mi cabeza.
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Diciembre 24.
—Mamá explícame como es que piensan viajar a Florida para pasar navidad con unos tíos cuando tu hijo favorito no se puede ir del estado por la universidad —recrimine como niño chiquito.
—Lo siento mi vida pero nos invitaron a pasar allá las vacaciones y tu hermana está muy emocionada con la idea de viajar. —se escuchó como suspiraba cansada.
—Pero mami yo estoy acá y ¿con quién pasaré la navidad?
—Cameron Stewart eres lo suficientemete grande para pasar estos días solo, tienes buenos amigos que no creo que se molesten al tenerte como invitado, aparte ¿que harás cuando seas más grande y nosotros no estemos?, no podrás hacer un berrinche por eso ¿me escuchaste joven? —me recrimino intentando hacer una voz firme y dura.
Solté un suspiro resignado, nunca había pasado la idea de pasar navidad sin mi familia.
—Está bien mamá, les mando un saludo a toda la familia.
Después de eso nos despedimos los dos y a los pocos segundos la llame.
—¿Hola?
—Hola Holly, ¿te encuentro ocupada?
—No, no te preocupes ¿en qué te puedo ayudar?
Vacilé un poco antes de decirle.
—No podre pasar estas fiestas con mi familia ya que se van de viaje y como la escuela solo nos da 24 y 25 sin clases no podré viajar con ellos —hice una pausa —¿podría pasar navidad contigo?
Solo se escuchó su respiración, algo que me puso aún más nervioso, no sabía si esto era mucho para ella tomando en cuenta que mi pregunta traía como consecuencia conocer a su familia.
—Está bien Cameron, puedes pasar con nosotros navidad —habló al final quitando toda incertidumbre de mis hombros —el viaje es algo largo así que iremos en tu carro está mañana para llegar en la noche a casa de mi padre -ordenó.
—Está bien.
—Entonces cuando llegue a mi apartamento nos iremos.
Colgó a los pocos segundos.
Por fortuna no tenía la presión de hacer una maleta ya que estaba lista por el supuesto plan de irme con mis padres. Pasó alrededor de una hora cuando tocaron mi puerta, metimos tanto sus cosas como las mías en la cajuela y después de eso partimos a nuestro viaje.
Tan solo eran nueve horas y media de Bismarck Dakota del Norte a Helena Montana donde vivía el papá de Holly. Por lo que había entendido, su padre vivía en la capital mientras que su madre en las afueras del estado.
Holly conecto su teléfono a la radio y al instante se reprodujeron varias canciones de Olivia Rodrigo e Imagine Dragons y los dos nos sumimos en un silencio incomodo, después de la salida a la feria me había comportado distante.
Así que las nueve horas fueron una eternidad, Holly cantando a todo pulmón las canciones ignorándome y yo ignorándola por ignorarme. Y es que aún estaba incomodo por la situación, hace semanas que Holly había dejado a de ser solo una amiga a no sé qué ser pero para ella no estaba en esa posición esa posición
—Deja te pongo el google maps para poder llevar —comentó cuando llegábamos a la capital.
—Estaría bien, gracias —balbucé —¿Y cómo es tu familia?
—Normal supongo —respondió encogiéndose de hombros.
Cerré los ojos por unos momentos queriendo ignorar la tensión e incomodidad que se sentía.
Recuerda que es tu culpa Cameron.
—Espero caerles bien a tus hermanos, entiendo que son de las personas más importantes para ti —confesé.
—Supongo que te los podrías ganar jugando con ellos, son niños muy simples —comento.
—¿Les gusta un deporte en particular? Me siento algo incómodo llegar con las manos vacías.
—Hay un supermercado a unas calles.
Murmuré un débil Perfecto mientras maniobraba para doblar la esquina, una vez llegamos nos dirigimos a la primera juguetería que vimos.
Esto sería muy diferente si fueran niñas sus hermanos, no tendría que buscar ningún regalo.
Holly se mordisqueaba su labio inferior con un aire distraído mientras veía unas pistolas de juguetes, posteriormente me acerque a ella.