Egan
Tengo que recoger q mi hermano. Ser hermano mayor es una mierda, a veces, no me malinterpretéis soy muy protector y quiero mucho a mis hermanos, pero hay días que no me viene nada bien.
– ¿Cómo lo quieres? – pregunta la chica.
– Solo – digo apoyándome en la barra.
– ¿Para llevar? – vuelve a preguntar. Ya me estoy cansando, para pedir un puto café te hacen un interrogatorio.
– Sí – digo empezando a cabrearme.
Mientras espero a que me prepare el café entra una chica y se acerca a la barra a pedir.
– Café con leche para llevar, por favor- pide. Es bastante más bajita que yo, castaña, y, al cruzar nuestras miradas puedo ver que tiene unos ojos verdes bastante grandes para su cara.
Cada uno sigue a lo suyo y me dirijo hacia la otra zona a que me den ya mi café mientras noto que me mandan un mensaje. Cojo el vaso y saco el móvil.
– Mierda – mascullo. Ya llego tarde a recoger a Owen me dirijo rápidamente a la puerta mirando el móvil y noto como me choco con alguien y empiezo a notar que me quemo.
– ¡Ohh, Dios! Lo siento un montón, deja que te lo limpie- dice la castaña mientras noto como se sonroja.
– Ehh no, déjalo ya me ocuparé yo- digo apartándola de un empujón- llego tarde a un sitio – murmuro lo suficiente alto como para que me oiga y se aparte más todavía con cara de sorpresa aún.
– Vale, yo… Lo siento – la oigo decir muy bajito.
Llego al colegio de Owen y toco la bocina para que sepa que estoy aquí. Sale con su mochilita a la espalda casi corriendo.
– Todos mis amigos se han ido y he tenido que hablar con la directora- dice el pequeño de ojos azules entrando al coche. – es maja, pero quería ir a jugar con mis amigos.
– Lo siento campeón, he tenido un incidente le digo enseñándole mi camiseta antes de arrancar.
Se ríe a carcajadas.
– Si que eres torpe para tirártelo todo encima- dice entre risas.
– No, no he sido yo, me he chocado con una chica y me ha manchado con las bebidas – le digo recordando lo que ha pasado mientras me incorporo a la carretera. Me sé cual es la siguiente pregunta que hará:
– ¿Cómo era? – a mi hermanito siempre le ha fascinado que habiendo tantas caras en el mundo haya muchas que no se pueda imaginar y no sepa como son.
– Era bajita, tenía el pelo castaño en ondas y unos ojos verdes muy grandes- digo recordándola.
– ¿Cómo es posible que haya tanta gente diferente? – dice fascinado volviendo a pensar en ello.
– Venga campeón ya hemos llegado – digo bajándome del coche para ir a ayudarlo. – ¿Tienes deberes, Owen? – le pregunto. Me mira con los ojos brillantes.
– ¡No! – dice entusiasmado.
– ¿Y que te parece si hacemos algo guay? – le pregunto entrando en casa.
– ¡Siiii! – grita saltando.
– Está bien, llamaré a Oliver para ver por donde va y que salgamos los tres, ¿Qué te parece, campeón? – pregunto dejando las llaves del coche en la mesa.
– Valep – dice subiendo las escaleras- me voy a cambiar – dice y se lo veo desparecer por en su habitación.
Cojo el móvil y escribo a mi hermano
Oli, dónde estás??
Volviendo, x??
Le he dicho a Owen que vamos a salir los tres así q ya estás viniendo si hace falta con un cohete en el culo
Valee tranquilo que ya casi llego
Dejo el móvil y espero a mis hermanos.
– ¿Y si vamos al cine? – pregunta Owen bajando las escaleras.
– Claro, ¿Qué quieres…? – empiezo a decir cuando oímos la puerta.
– Ya estoy aquí familia, ¿adónde me lleváis? – dice con una sonrisa pícara.
– ¡Nos vamos al cine! – dice Owen acercándose a Oliver, lo abraza y sale por la puerta hacia el coche. Cuando se da cuenta de que no le seguimos se asoma por la puerta – ¿A qué esperáis? – y se va.
Así pasamos toda la tarde, fuimos a ver una peli y comer palomitas, volvimos y pedimos pizza.
Me despierto con la alarma sonando. Mierda se me había olvidado, hoy empiezo en el BHHS.