*****aclaración: Andrea y Andi son la misma persona, Andi es un mote
Axa
Me despierto con el sonido de la alarma, hoy empiezan las clases. Lo bueno es que voy a ver a Robin y Andrea, lo malo, todo lo demás.
Salgo de la cama y me meto en el baño, me ducho y salgo con la toalla, decido ponerme una sudadera ancha, unos jeans negros y mis converse negras, me hago una trenza y bajo a desayunar. Mis padres se fueron hace una semana y mi abuela no va a venir de visita así que estoy sola en casa. Cojo una manzana y salgo de casa, fuera me espera Andrea.
– ¡Hola! – me grita, sale corriendo del coche y se me tira encima abrazándome. – te he echado mucho de menos – me susurra.
– Y yo a ti Andi, ¿qué tal te ha ido el verano? – le digo mientras nos separamos y vamos hacia su coche.
– Muy bien la verdad, como sabes, nos fuimos a España a pasar las vacaciones, es todo precioso, Granada era muy bonita, pero la que más me gustó fue Barcelona. Es una pena que tus padres no te dejaran venir – dice con tristeza. No es que mis padres sean muy malos y no pueda ir, es que estuve de misión en Canadá, pero Andi no sabe nada sobre que soy espía, es demasiado arriesgado, de hecho, ni ella ni Robin lo saben, es por su seguridad.
– Ya, igualmente me alegro de que te lo pasaras tan bien – le digo sonriendo. Y de verdad lo siento, me alegro muchísimo por ella, era lo que necesitaba después de la muerte de su abuelo, Miguel era muy querido por todos, cuando éramos más pequeños nos construyó una casa del árbol y nos ayudaba con los deberes del colegio.
– Venga vámonos, o llegaremos tarde en nuestro primer día- dice Andrea arrancando el coche. En la radio suena Still My Girl de One Direction y la cantamos a todo pulmón de camino al instituto.
Salimos del coche y en cuanto veo la cabellera castaña de Robin con un grupo de chicos salgo corriendo y me monto a caballito.
– Hola Rob – lo abrazo muy fuerte –, ¿qué tal el verano?
– Hey, Maggie, el verano ha ido bien, pero suelta un poco que me ahogas – dice intentando respirar exageradamente. Suelto un poco el agarre.
– Opps perdona – digo riéndome – no pretendía abrazarte tan fuerte – me bajo de su espalda y al darse la vuelta me abraza.
– ¿Y vuestros veranos? – pregunta cuando nos metemos en el edificio.
– Bien – respondemos las dos a la vez. Cuando llegamos a las taquillas me doy cuenta de algo – Mierda- digo – Andi, déjame las llaves de tu coche me he dejado ahí la mochila.
– Toma, pero date prisa, ha sonado la campana y están entrando todos – dice pasándome las llaves de su coche.
Voy mirando el móvil cuando noto como me choco con alguien.
– L-lo siento, yo... – me quedo a media frase cuando miro hacia arriba y me encuentro al castaño de ojos azules de la cafetería enfrente mío –, perdón iba mirando el móvil y no te he visto.
– Pues a ver si miras la próxima vez – dice sin reconocerme y se va. Salgo corriendo al coche de Andrea y cuando vuelvo a clase ya están todos en clase y el chico de ojos azules está junto al profesor Anderson.
– Vaya, por fin se digna a aparecer señorita Callagan – me regaña. Me sonrojo por la vergüenza, me disculpo y voy a mi sitio junto a Andrea al final de la clase –, como iba diciendo hasta que vuestra compañera Axa nos ha interrumpido, este es el señor Egan Roberts y es su primer año aquí, así que hagan que se sienta integrado, y, como castigo, señorita Callagan usted va a enseñarle las instalaciones – yo ruedo los ojos y asiento – bueno, pues entonces eso es todo, Axa guía al señor Roberts.
Me levanto y salgo de clase sin esperar a que me siga. Le enseño donde están los baños, las clases a las que tendrá que ir, el gimnasio, la cafetería, y, por último, el campo de futbol americano donde los jugadores están entrenando.
– Las pruebas para futbol fueron hace días, antes de empezar, así que a no ser que seas muy bueno y el entrenador Jhonson te acepte no vas a poder entrar en el equipo – digo girándome para volver a clase, no me gusta perder clase, no porque me gusten las clases, sino porque luego es un rollo copiar los apuntes.
– Tampoco es que quisiera – dice encogiéndose de hombros.
– Pues debes de ser el primero, porque cada temporada se apuntan a las audiciones como doscientos sin exagerar – digo entrando, cuando justo suena la campana que marca la hora de comer – adiós – me despido y voy con mis amigos que están saliendo de literatura- hey chicos, ¿qué tal literatura? – les pregunto cuando nos juntamos. Vamos caminando hacia la cafetería.
– Pues seguro que no tan divertida como tu escapada – dice Rob subiendo y bajando las cejas. Ruedo los ojos.
– No ha sido una escapada, tenía que enseñarle a un compañero el instituto y eso he hecho – digo finalizando la conversación.
Cuando entramos nos vamos a nuestra mesa de siempre, que está un poco apartada de las demás y mientras espero a que Robin y Andrea van a por nuestra comida veo como Egan va a sentarse con Dylan, Néstor y Chris, los tres badboys del insti, frunzo el ceño, se saludan como si se conocieran de toda la vida, y tal vez sea así, aparto mi mirada y veo como Andi y Rob vienen con las bandejas.
– No me había dado cuenta de cuanta hambre tenía les digo a los chicos cuando se acercan. Salto para abrazar a Robin cuando veo lo que me ha traído- Ohh, por esto te adoro – digo plantándole un beso en la mejilla. Y pensareis madre mía la que ha debido de montar, pues dejadme deciros, que no, nadie se ha fijado en nosotros eso es lo que pasa cuando eres como un fantasma en tu propio instituto, ni, aunque corrieras delante suya se fijarían en ti, y eso es lo que nos pasa, aunque este año Rob ha entrado en el equipo de futbol americano así que el ya no es tan fantasma como nosotras.
– Causo ese sentimiento en las chicas – dice encogiéndose de hombros.