A solo un recuerdo de ti (en EdiciÓn)

7. Panorama incierto

"Mientras el corazón late, mientras el cuerpo y alma siguen juntos, no puedo admitir que cualquier criatura dotada de voluntad tiene necesidad de perder la esperanza en la vida."


 

Julio Verne.



 

Bella llevaba apenas una hora arribada en la casa paterna y Cecilia aún andaba de allá para acá arreglando todo para su estadía, indicando órdenes a la empleada,  y corriendo por todos lados haciendo modificaciones para que la recién llegada se sintiera a gusto.


 

— Mamá no hace falta que tires la casa por la ventana — le indicó Bella mientras la veía en uno de sus tantos ir y venir y pasar junto a ella, al segundo ya la había perdido de vista nuevamente.


 

Cecilia se devolvió sobre sus pasos y la observó.


 

— Sí, estoy como algo entusiasmada ¿no? — sonrió de oreja a oreja.


 

— Algo mucho bastante, sí — Bella rodó los ojos— Mamá pero hablando en serio no es necesario que te afanes tanto... estaré aquí una semana — le sonrió con ternura — Adoro cómo está la casa.


 

— ¿En serio? — sus ojos maduros reflejaron emoción.


 

— Palabra de mujer — Bella le tendió automáticamente la mano.


 

Bella, quedó observando un momento la mano de su madre estrechando la suya y sintió como si ya hubiese vivido esa escena previamente, encogiéndose de hombros extrañada.


 

— ¡Qué frase! — río divertida la madre — Nunca te la había escuchado antes.


 

— Si bueno... En algún lugar la escuché de seguro — encogió sus hombros pensativa.


 

Sintieron las ruedas de un auto acercase y se encaminaron a toda velocidad al ventanal de la entrada.


 

— ¡Es Magda! — exclamaron al unísono.


 

— ¡Y viene con Lucy! Qué alegría — Bella se volteó hacia su madre, feliz de ver a dos de sus amigas más queridas llegar en ese preciso instante.


 

Al momento de ingresar a la casa Lucy observaba a su amiga con cautela.... Incluso se veía de expresión titubeante.


 

— Bella no se si me rec....


 

— ¡Lucy! — exclamó la aludida abrazándola mientras sentía como su amiga correspondía en el acto abrazo.


 

— Bella, amiga. ¡Qué alegría me da verte! — la abrazaba  fuerte — Sabía que yo era inolvidable — replicó con un gesto de superioridad fingido.


 

Todas rieron de buena gana.


 

— Totalmente amiga — le guiñó un ojo.


 

— Bueno y cuéntanos cómo te sientes — tomó la palabra Magda observándola con atención una vez que se sentaron todas en la sala de estar.


 

— Pues... que les puedo decir chicas. Aún algo abrumada por todo lo sucedido. Pero feliz de poder recordar gran parte de mi vida — les sonrió Bella intentando mostrarse animosa. No sabía si confesarles que se sentía algo extraña, como si algo le hiciera falta. Incluso confundida, por ejemplo cuando se quedó inmóvil frente al departamento de Juli durante unos instantes sin saber el motivo.


 

Cecilia, casi leyéndole la mente tomó la palabra.


 

— ¿Saben chicas? Nos sucedió algo extraño con Bella al ir por su ropa y sus cosas al departamento— la observó cómo pidiendo aprobación para proseguir, a lo que Bella respondió con un ligero asentimiento de cabeza— Y bueno cuando llegamos al piso Bella quedó observando el departamento de Julieta por largos minutos, le pregunté que si sucedía algo, a lo que negó. Y bueno al salir de allí nuevamente se quedó observando el departamento de su vecina, daba el parecer que esperaba que alguien saliera por esa puerta —observó a su hija.


 

— Así fue — coincidió Bella— pero no sé el motivo que me detuvo frente al departamento de Juli dos veces — se dirigió a Magda — Quizás tú sepas si algo debía hablar con Juli está semana, ¿o si quedamos en algo pendiente tal vez? No me explico de otra manera del porqué.


 

Magda se volvió a Lucy y ambas se dedicaron miradas significativas. Magda finalmente carraspeó.


 

— Pues... Sí me parece que algo me mencionaste de esta semana y Juli... — observó a Cecilia — De hecho creo que esta tarde habían quedado en cenar juntas — carraspeó nuevamente.


 

— ¡Oh! Pues.. la verdad no estoy muy animada de salir hoy que digamos... Podrías discúlpame con ella por favor — meditó un segundo — También puedes contarle lo sucedido si pregunta. Pero por sobre todo no vayas a olvidar decirle que por favor me disculpe, que ya coordinaremos otra oportunidad.


 

Tras la emitir la última palabra sintió deseos de beber agua.


 

— Voy por agua — anunció— Ya regreso.


 

— Podemos pedirle a Laura que te traiga hija — señaló la madre  haciendo referencia a la empleada.


 

— No mamá gracias, yo puedo — indicó levantándose. Se resistía e incluso negaba  a acostumbrarse nuevamente a esta vida acomodada, pues no contaría con esos lujos al momento de volver a su departamento— Pediré que les traigan bebidas — señaló antes de dirigir sus pasos a la cocina.


 

En la sala de estar las tres mujeres conversaban a voz más baja.


 

— Magda, no sé pero no te noté muy convencida con lo de Juli — inquirió Cecilia con duda en sus ojos — ¿Será que sucede algo más?


 

Ambas chicas se observaron, tras lo cual  Magda se volvió a Cecilia.


 

— Cecilia la verdad es más que eso, tienes razón, pero tememos mencionarlo ante Bella para no confundirla — dio un respiro profundo — En ese departamento, en el de Juli, está habitando el chico que le gusta a Bella.



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En el texto hay: amor juvenil, romance, amor

Editado: 23.01.2020

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