A través de mi espejo

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  • Coraline, saca la basura por favor — Pidió mi madre antes de desaparecer por la puerta principal.

 

  • ¿Ok? — deje mi teléfono sobre la mesa que había en la sala de estar — ¡Josh, dijo mama que por favor saques la basura! — Vocifere a mi hermano quien a los pocos minutos apareció cargando las bolsas llenas de basura para sacarlas, pero claro que no sería tan sumiso como parece pues estaba lanzando maldiciones al aire.

 

  • ¿Por qué no te lo pidió a ti? — interrogo Josh, quien en ese momento acababa de entrar a la casa luego de hacer mi trabajo. Reí por lo bajo.

 

Josh podría ser mi hermano mayor pero aun así seguía siendo más idiota de lo que pensaba. El número de mi familia no es elevado pero tampoco es pequeño. En total somos 6: Mis padres, mi hermano mayor y mis 3 hermanas pequeñas.

  • ¿Por qué soy su hija favorita? — volví a tomar mi teléfono ignorando a mi hermano.

 

‘’Hey, ¿Boliche hoy?’’

‘’¿A qué hora?’’

‘’ Te veo a las 7, coraline’’

Hoy era domingo, que significa noche de diversión con mis amigas. Teníamos un lugar especial en donde siempre nos reuníamos: ese era el Boliche. En ese lugar nos conocimos y empezamos a hablar. Hoy no sería la excepción.

Me llego otro mensaje de un número desconocido que ignore para dedicar mi tiempo y paciencia a parecer presentable hoy. Mi pelo cobrizo estaba hecho un asco y necesitaría tiempo para dominar esta melena.

(***)

Cuando termine me coloque frente a mi espejo. Me mire y ¡demonios! De verdad me gusto lo que vi. Mis ojos verdes se encontraron con los de mi reflejo y sonreí.

Le envié un mensaje a mis amigas para hacerles saber que estaba lista. Alrededor de 15 minutos después la bocina de un coche resonó en toda la calle desolada.

Vivía en una calle poco transitada pues éramos muy pocos los que vivíamos alejados del centro de la ciudad. Mis padres se mudaron aquí 5 meses antes de yo nacer y desde ese día este ha sido nuestro hogar. Es una casa grande de 2 pisos que resulta ser bien acogedora.

  • Hola, chicas — salude y me metí en el coche. Betty estaba al volante mientras que Jess en el asiento del copiloto.

 

  • Se te ve bien, Coraline — Jess me regalo una sonrisa antes de voltear al frente y encender la radio del coche.

 

Kiwi de Harry Styles resonó por todo el coche y nosotras no tardamos en unirnos a la melodía. Me gustaba estar con mis amigas. No había silencios incómodos, compartíamos los mismos gustos en Literatura o en la música.

 

Si nuestros físicos un fuesen tan diferentes podrían jurar que éramos trillizas, porque la verdad somos inseparables.

 

(***)

 

Llegue a casa casi a las 11 de la noche. Antes de dormir tome un baño de agua caliente para relajarme. Tome mi pijama de Osito Cariñosito y me senté en mi escritorio. Tome mi diario y empecé a escribir:

 

Querido Diario:

 

Hoy me la pase muy bien. Pude olvidar el hecho de que mis padres nunca se encuentran en casa por el trabajo. Sé que ellos quieren que no me falte absolutamente nada. Ni a mi, ni a mis hermanos. Pero eso no significa que no me duela no poder entablar una conversación normal con ellos sin que algún asunto de su trabajo nos interrumpa en el camino.

 

Cambiando de tema, Jess me conto que sus padres están divorciándose y que probablemente termine en custodia de su madre.

 

Aun no puedo creer que yo esté quejándome de que mis padres trabajan todo el día mientras que Jess tiene que cargar con el hecho de que sus padres están por separarse.

 

Dime, ¿Qué puedo hacer para ayudarla querido diario?

 

Me levante del escritorio y me fui a la cama pues mañana tengo que ir al instituto.

 

(***)

 

Odio, odio con el alma los Lunes.

 

Me levante de la cama con cara de Poker y fui directo al cuarto de baño. Hice pis, lave mis manos y tome una rápida ducha.

 

Justamente el día de hoy no tengo absolutamente nada que ponerme, es como si toda mi ropa ha desaparecido de mi closet. Busque y busque hasta que encontré un jean que me resaltaba bien el trasero y una blusa blanca de tirantes.

 

  • Lista — me mire al espejo pero faltaba algo. Me puse un poco de rímel y brillo labial antes de salir de mi habitación.

 

Baje hasta la cocina en donde no encontré a nadie. Tome una manzana y salí rumbo a la sala en donde tampoco había nadie. En conclusión, se habían ido sin mí.

 

Llame a Betty para saber si podría venir a buscarme en su coche y afortunadamente dijo que si. Luego de casi 30 minutos esperando tocaron el timbre de la casa. Salí de la casa para encontrarme a Betty en el umbral de la casa imitando una pose tipo Bad boy. Reí y procedí a darle un gran abrazo.

 

  • ¿Qué hay?

 

  • Nada nuevo en realidad.

 

  • ¿Qué tal tu noviazgo con Shawn? — pregunto Betty mientras encendía el carro.

 

  • Todo va perfecto. El es un lindo, aunque ayer no hablamos mucho porque iba a visitar a su familia paternal.

 

  • Bien, ¿Quieres escuchar Youngblood de 5 seconds of summer?

 

  • Esta mas que perfecto.

 

Llegamos a la escuela justo antes de que la campana tocase. Me sorprendió mucho darme cuenta de todas las miradas estaban puestas en mi. Nunca había pasado esto. Así que mire con extrañeza a las personas que habían cotilleando y riéndose no tan disimuladamente.



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En el texto hay: humor, juvenil, ficcion juvenil

Editado: 26.05.2020

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