¿Un día aprenderemos a demostrar como aprendemos a lastimar? Ambas son más parecidas de lo que tienes idea. Si tener empatía se calificara, un diez tendría, es una lástima que tenga su dificultad y la mayoría no aprueba las pruebas. Estoy harta de sentir tanto todo, ¿por qué les gusta que sienta dolor? Si la luna se prende fuego y el sol se torna frío, mi valor será implacable en tus sueños sombríos.
Este día lloviznó en mi corazón, tu mano y la mía están lejos de decirse adiós. Si pudieras sobornar al destino con un plan divino lo harías y sabes que te lo devolvería. No estoy mejor, pero estoy y eso es mejor que nada.
Mientras camino los rostros de las personas se borran de mi pensamiento, así no desaparecerán nuestros problemas. Pero que lleves mi foto en tu pecho y yo tu sonrisa en mis venas, provoca que la tempestad sea cálida y el hambre esté satisfecho. Estás cansado de remar tanto en lodo, las balsas se hundirán y solo cuentas cuándo te ahogarás. Si sale el sol y vuelve el barro sólido, en la noche la luna iluminará un lugar para descansar tranquilos.
En las noches que me cuesta dormir y las tardes donde no te puedes levantar, ¿estaremos arreglando algo? Si pudiera cambiar las letras por acciones y la virtualidad con la realidad, saldría de la pantalla para abrazarte más fuerte que nunca hasta ahora.
Este día ha tocado tu corazón, tus dedos con los míos se tienen que decir adiós. Si pudiera viajaría meses aunque un segundo pueda verte. Pero por si no nos volvemos a cruzar, espero que con el tiempo estés mejor o al menos estés, porque eso es mejor que nada.