Unos días más tarde…
Vorex recorre las ramas de los árboles mientras que beast rock lo sigue desde el suelo. Sus movimientos son rápidos y con equilibrio que demuestra sus años viviendo en el bosque.
Pasaron alrededor de una semana tras la batalla que casi lo mata y gracias a las medicinas otorgadas por Hiroshi es que pudo sanar en tiempo récord. Cabe destacar que su integridad física es diferente gracias a el ambiente en que lleva viviendo.
Sus brazos, no obstante, siguen doliendo al igual que su torso, pero por lo demás está casi al 100% de su capacidad normal.
Se lanza y en pleno aire da unas piruetas y se deja caer al suelo desde casi veinte metros. La caída parece ser dura, pero logra aterrizar sin problemas.
El gran oso lo embiste y estando en el suelo es lamido por el animal:
—Ya, ya, también me alegra haber sanado. —le dice Vorex intentando apartarlo para poder reincorporarse. —Me pregunto cómo se encuentra ella…—el oso lo mira confundido. —Me refiero a Megumi. Sabes que no soy bueno hablando con las personas y ella…bueno, es mi primera amiga. Me da mucho entusiasmo. —sonríe por lo bajo.
Con la vista hacia arriba, se percata que ya está anocheciendo. Deciden regresar a la cueva para descansar y pensar en que desayunar a la mañana.
En el camino, ven a un conejo muerto al que ningún depredador fue a reclamar. Es bastante grande como para que ambos lo coman. Antes de tomarlo y llevárselo consigo, se pone de rodillas y el gran beast rock inclina hacia abajo para agradecer al bosque el alimento que le está otorgando.
Desde que tiene consciencia, Vorex agradece cada comida sea fruto, carne animal o agua o cualquier hierba al bosque como manera de respetarlo como una fuerza natural. Sea admirar, querer, respetar o temer, el bosque merece agradecimiento:
—Bien, creo que es todo. —se pone de pie y tomar al animal del pellejo. —¿Vienes beast rock? Tengo papas, algunas verduras y hierbas aromatizantes. Estoy seguro que lo disfrutaras.
—Aaaaarrrrwwww…
—Sigo sin entenderte cuando haces esos sonidos, pero debería tomarlo como que aceptas mi invitación.
Cuando cae la noche y tanto Vorex como beast rock llegan a la cueva se encuentran con un pequeño zorro deambulando adentro. El chico lo espanta con el oso detrás imponiéndose como el gran amo del bosque.
Después de esto prepara un pedazo de tronco largo en el cual deja el cuerpo del conejo para luego despellejarlo con mucho cuidado. Le quita la piel, corta las papas y prepara el caldo con agua caliente y varias hierbas para darle un exquisito sabor. Beast rock huele la comida y se queda embelesado, pero le encuentra más sentido a comerlo crudo más que cocido con grandes añadidos que perturben el sabor.
Vorex ve que está queriendo comérselo de un bocado a lo que decide cortar la mitad del pequeño animal y se lo arroja fuera de la cueva:
—Haaaa, ¿Qué haré con este tonto? —exclama con una sonrisa mientras corta las verduras.
Su acción se interrumpe cuando piensa en la poca y breve interacción, pero también fuerte que tuvo con el grupo de Megumi. Impactó tan intensamente que desea saber que pueden estar haciendo.
Todo lo que quiere es ser su amigo por un día sin preocuparse por salvarse del ataque de animales o enemigos.
A pesar de no saber lo que significa ser amigo, la experiencia del otro día le hace ver cuanto necesita de esas personas. La soledad ha llegado a un punto en que necesita estar con gente de su misma edad, sentirse amado y también necesitado. Quiere permitirse ser egoísta por una vez en la vida.
Añora porque llegue alguno de ellos y lo lleve a esa vida y alejarlo del bosque para siempre.
El oso regresa después de haber devorado la mitad del pequeño mamífero y se acurruca con él:
—Si, lo sé. Ya he pasado demasiado tiempo aquí pero no sé qué hacer. Podría regresar a Amazon Ville. Esas personas me han cuidado desde que era un niño pequeño, pero no sé si sea eso lo que quiero. Me siento demasiado confundido. —le acaricia la cabeza y el lomo. —Déjame que tengo que seguir preparando el estofado. —le dice para que se aparte, pero el peso de su cuerpo apoyado en las piernas del chico hace que no pueda casi moverse. Suspira y dice—Eres demasiado terco ¿lo sabias?
Por la noche y tras haber cenado el estofado, Vorex duerme en su cama y a su lado beast rock lo acompaña con rugidos que libera entre sueños. Seguido de esto, los relámpagos resuenan con destellos y sonidos estruendosos que podrían alterar a cualquiera, pero lo que hace despertarlo es una pesadilla marcada por alguien que lo acosa y hace temer.
Se despierta cubierto de sudor, exaltado y casi gritando una palabra irreconocible. Sus latidos se desaceleran cuando ve a beast rock dormido hocico arriba y las patas extendidas. Esto le da un poco de gracia ya que ve como el gran oso rey del bosque está en una posición tan vergonzante y sin darse cuenta.
Vuelve a recostarse, pero mirando al techo durante varios minutos. Desde el techo y de manera intermitente caen gotas que le impactan en la frente. La lluvia, como ocurre en esa parte del año, es torrencial e inunda el bosque dejando a más de un tipo de animal refugiándose en la cueva. Zorros, conejos, lobos, pequeñas aves, todos esperan distanciados a que pase la lluvia.
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Editado: 07.09.2024