Capítulo XII: Abbadon, una leyenda incompleta

Después de la batalla, Kamata es llevado a la enfermería muy cerca del sector asignado a la academia de Belasia. Mientras tanto, los representantes de dicha academia siguen incrédulos por lo que presenciaron. Kaizer no entiende nada, pero Megumi, alguien sensible a los cambios en la atmosfera y en cierta forma a lo espiritual, se da cuenta de que esa espada que porta el espadachín no es nada normal y hasta peligrosa para la vida humana:

—Es la primera vez que veo a Kamata comportarse de tal manera. Que extraño. —dice Kaizer, mirando al suelo.

—¿No notaste algo malicioso en esa espada? —pregunta Megumi con una idea clara sobre lo que se encuentra en la espada.

—Generalmente está confiado con su arma y nunca vi esos gestos. —responde Kaizer.

—Es uno de tus mejores amigos ¿pero jamás desconfiaste de esa espada?

—Espera ¿Cómo es que tú puedes sentirlo?

—Mi entrenamiento…fue para mejorar mis habilidades. Eso no importa ahora.

Oromu llega donde están los chicos. Lo primero que hace el profesor es saludar con una seriedad compleja a todos los presentes empezando por Hiroshi, Lucy, Olympico y luego se dirige a los chicos:

—Creo tener la respuesta eso. —les dice.

—Profesor Oromu ¿usted tiene alguna idea de que ocurre con Kamata? —pregunta Kaizer.

—Tengo una idea muy vaga ya que para tener algo más concreto debo estudiar esa espada, sin embargo, dadas las características que se presentaron en el combate y detalles que me proporcionó tanto Hiroshi como Doncaster creo saber de qué se trata. Esa espada es una de las clases ofensivas y se podría catalogar también como un arma peligrosa para cualquier ser vivo con falta de voluntad. Su nombre es Abbadon por lo que tiene sentido, hay libros que resaltan historias sobre esta espada y como mataban a sus portadores. Pero hay un libro en particular que relata sobre la vida y muerte de Abbadon, quien luego pasaría a convertirse en la esencia de una espada arruinada y también como seria conocido como la “katana decapitadora” o “la leyenda incompleta”.

—¿Por qué incompleta? —pregunta Megumi. Llama mucho la atención de la joven el que fuera una leyenda sin terminar o su significado es aún más profunda.

—Porque la historia de la espada no termina hasta reencontrarse con su espada gemela. Allí es donde aparece otro de los relatos igual de verídicos detallan que fue un devoto esposo de una asesina de la orden lo cual hizo que ambos decidieran abandonar sus funciones de asesinos para vivir en la pasa del este. En respuesta a eso, un grupo de asesinos muy radical irrumpieron en la morada de la pareja y mataron a la mujer y al hombre le cortaron ambos brazos, dejándolo a su suerte. Moriría un año después pero su esencia, su alma llena de rencor, odio y ser de venganza se traspasaría a su oxidada espada. —explica el profesor y cuando terminar y ve a los rostros de los chicos, nota que están afectados como si les causara tristeza lo que les acaba de contar. —Chicos, no se sientan mal, esta historia puede que sea real, pero ocurrió hace cientos de años.

—Oromu. —Hiroshi le habla por lo bajo para que no los escuchen los chicos. —Doncaster hizo todo esto sabiendo lo de la espada maldita, pero ¿es cierto lo otro? Necesitamos saberlo para empezar la búsqueda.

—Lo siento, pero ni siquiera puedo afirmarlo. Esa parte tiene pasajes que no permite saber si es real o pura ficción romántica. —responde Oromu.

Kaizer busca conocer más acerca de esa arma por lo que dice:

—Significa que su propia arma lo estuvo poseyendo. Esto…es en verdad malo ¿Cómo hacemos para que reaccione en cuanto ocurra? —mira a ambos profesores, pero ninguno sabe la respuesta.

—¿En estos casos no es mejor usar a los exorcizadores? —pregunta Lucy.

—¿Exorcizadores? —pregunta Lucian.

—Podría decirse que es un grupo pequeño y conforma un área de investigación, recolección y acción en casos de espiritualidad. Su mayor oficio es la búsqueda de artefactos que contengan influencias que consideran es espiritual y tratan de quitar esa influencia. —explica Lucy.

—Si bien es un grupo bastardeado, también representan un sector dentro de la orden que considera a lo espiritual como fundamental en nuestro mundo. Parece que Abbadon les ha dado la razón en esto. —dice Hiroshi.

En eso, Haiser da un tímido paso al frente pues no está acostumbrado a las situaciones tan serias que ameriten nervios de acero:

—Mi…padre es un asesino exorcista especializado en la investigación de artefactos y control de esencias. Por lo que entiendo, existen muchas armas con esencias en su interior. No son difíciles de exorcizar, pero hay otras las cuales tienen esa esencia muy arraigada en su interior que las vuelven difíciles. En el oficio del exorcismo se le llama “domesticar al arma”. Pero hay otro problema y es que cuando el arma logró poseer con mayor tiempo y regularidad el cuerpo de su portador entonces el exorcismo es casi imposible. —explica el chico.

—Sabes mucho acerca de eso. —dice Megumi, muy sorprendida.

—Si, es que es mi meta ser un exorcista como mi padre.

—Eso es bastante desconcertante. —exclama Hiroshi. —¿Cómo funciona lo que dices? Es decir ¿Por qué no se lo puede exorcizar a pesar de que haya sido poseído?