Sorprendida porque mi brazo habia llegado antes al suelo que mi cara. Me levanté de golpe y miré a Alice.
Ella estaba mirando hacia abajo. Pensé que estaba arrepentida y que no se atrevía a mirarme a los ojos. Pero al ver que su expresión, era la de una niña emocionada, imagine que miraba algo mas.
Para mi desgracia así era...
Vi que mis uñas, eran de un negro intenso, además median como tres centímetros y eran afiladas.
Di un grito ahogado del susto y agite mis manos asustada, intentando que las feas garras se cayeran de mis pálidas manos, pero no fue así.
-¡Entonces es verdad!- exclamo Alice con voz chillona- Sus uñas se convierte en garras cuando se agitan. Veo que son largas.... ¿Oye?... se supone que son muy afiladas ¿No?... ¡Así como navajas!… ¿Puedo tocarlas?- me dijo Alice como si fuera la cosa mas normal del mundo. Con sus brazos extendidos comenzó a acercarse, como si me asechara.
Estaba muy asustada, ya me habían pasado cosas raras, pero esto era nuevo. Retrocedí unos pasos pero tropecé con la cama y me senté sin querer.
Creo que Alice sabia que no la dejaría acercarse ni a mi, ni a mis uñas, porque extendió los brazos.
Esta vez, ella intentaba taclearme.
Se abalanzo velozmente, pero con un reflejo la esquivé y escape de la cama.
Sin darme cuenta, en menos de un segundo, ya me encontraba al otro extremo de la habitación. Mis piernas se sentían muy ligeras. Me sentía como el atleta mas veloz ¡No!.
Mas que eso, era mucho mas rápido que eso. Alice se levantó nuevamente y tenía en sus rostro, la misma expresión emocionada. Que estaba comenzando a odiar.
-Eres mucho mas rápida que yo… ¡Fascinante!- musitó ella- Aunque dicen que los Chasquis son los mas rápidos. ¿Me pregunto como te iría en una carrera contra ellos?
-¿Que es un chasqui?… ¿Como demonios sabes tanto?
-!Ah!…eso es sencillo. Mi familia…. esta llena de cazadores - asintió Alice con una sonrisa titubeante.
-¡Deja de acercarte!- le ordené, pero de pronto comencé a sentirme mareada.
-¿Estas bien?… Te vez…. - apenas escuche su voz, mis sentidos comenzaban a apagarse.
Entonces todo se volvió borroso, supe que algo no andaba bien conmigo, perdí el equilibrio, trate de apoyarme de la pared.
Todo se volvió negro.
Lo ultimo que recuerdo es el golpe de mi cabeza sobre el rígido piso del avión.
Nunca, casi nunca sueño. Pero en este momento me encuentro en el fondo del mar. Tiburones enormes me asechan. Todo lo demás es oscuro.
Y físicamente imposible. Básicamente por eso se que estoy soñando
Y entonces !Bum!. El sueño se acabo.
Escucho una voz que me llama
-Katt … despierta… ya llegamos …- escucho fuertes susurros en mi estado aun inconsciente- Katt, lo siento… voy a tener que golpearte otra vez…. Adoro hacer esto
-¡Que demonios haces!… - le cuestiono a Alice, veo que su emocionada expresión se disipa y también me doy cuenta que mi brazo sujeta su puño.
Al parecer, a pesar de que acabo de despertar mis sentidos se encuentran totalmente despiertos.
-Demonios… ¿Como tienes tan buenos reflejos?
-¿Porque intentabas golpearme? - le acuse, mientras nuevamente cerraba mis ojos. Mis sentidos estaban activos pero mi sueño aun estaba presente.
-¡Oye ya llegamos!
-¿Enserio?- abrí mis ojos sorprendida. Y me levante de golpe.
-¡El autobús nos esta esperando afuera! ¡Saldrá en diez minutos! Me encargue de bajar nuestras maletas... ¡Arréglate y vamos!- me apresuró Alice, aplaudiendo emocionada.
-¿Autobús? Que te…
-¡Apúrate! No hay tiempo- interrumpió, noté su tono de voz emocionado.
Alice me quitó las cobijas, sentí el frío recorrer mis piernas. Vi que solo traía puesta mi short negro y mis medias de gatitos. Ella me lanzó mis pantalones.
Estaba asustada.
Mientras me ponía los pantalones, en tono acusador comencé a preguntarle-¿Alice que me paso?¿Estuve dormida todo el viaje? !Y quien me quito los pantalones!
-Cálmate Katt- me dijo Alice en tono desinteresado-te lo explicare en el autobús…
Sin decir nada mas, salimos del avión afuera del se encontraba el hombre de traje negro.
Nos guio fuera del aeropuerto. No hablamos durante todo el camino, fueron como cinco minutos de caminar por las inmensas instalaciones del lugar.
El hombre del traje me intimidaba y Alice casi que corría por llegar al autobús.
Finalmente llegamos al parqueadero, nos esperaba un autobús color rojo. En sus costados tenía el escudo de la cabeza de un lobo.
Alice subió primera. Le seguí tímidamente, sin voltear a ver a nadie. Me di cuenta que el autobús estaba lleno de otros chicos y chicas, sentí todas sus miradas sobre nosotras, aunque Alice parecía sentirse cómoda, caminamos y nos sentamos en los últimos lugares.
Las puertas se cerraron. El hombre del traje no subió.
Yo estaba a lado ventana, y por mi corta estatura no alcanzaba a mirar por encima del asiento.
Alice por otra parte parecía inquieta y no paraba de moverse- ¡Estoy emocionada por llegar!- me susurró.
Antes de que pudiera contestarle. Una señorita de unos 25 años, de cabello negro y lacio, se paro al frente de todos.
-Creo que ya estamos todos… - menciono aquella mujer, con su expresión sonriente y actitud entusiasta-¡Finalmente conocerán la academia! Ustedes son la nueva generación de jóvenes especiales- decía orgullosa, casi con lágrimas en sus pupilas- ¡Espero que se lleven bien! Y aunque me gustaría ir platicando con cada uno de ustedes, durante todo el camino… pues…. - hizo una mueca de tristeza - La academia establece que la ubicación es secreta… bla, bla, bla… así que… ¡Cuanto lo lamento chicos!
-¿A que se refiere?- le pregunté a Alice, ella era mi sabelotodo. Pero también parecía estar confundida.