—Anni... Yo —dice sin saber que contestar realmente. Se quedó completamente muda, algo nada común ella, en verdad la he sorprendido, jamás se imaginó que yo iba a preguntarle eso y mucho menos aun que me percataría de sus sentimientos por mi esposo. Mueve su mano y un pie nerviosa.
¿En algún momento ellos tuvieron una relación? Nunca me dado cuenta si Tom la mira de forma diferente o tal vez la trata muy diferente a lo que debería a una amiga.
Se notaba de lejos que se había puesto pálida y muy pero muy nerviosa, ni siquiera logra mirarme a la cara, ni siquiera lo intenta. No sé si enojarme o estar asustada de todo esto, pero sí sé que la cabeza me da vuelta.
—No importa —continuo con la comida quitando mi vista de ella— olvidémoslo… dejémoslo como esta.
—Sí, sí importa —se acerca y me toma de las manos para que le preste atención— Él y yo, como sabes somos amigos desde... Siempre —suspira— sí, el me gusta, pero Tom nunca se fijaría en mí, ni por lo mucho que lo intenté en su momento, yo solo soy su mejor amiga —dice algo decepcionada— Él ha tenido durante años a una sola persona en su corazón y nadie nunca ha logrado cambiarlo de parecer, ni siquiera yo, que llevo tanto años a su lado.
¿Quién? él dijo que nunca ha salido con nadie ¿Me mintió? Tal vez nunca salió con ella, pero si la ha querido por tanto tiempo, entonces aún lo hace hasta ahora ¿Seguirá encontrándose con ella? ¿La seguirá amando? ¿Por qué se casó conmigo si ya hay alguien en su corazón y su mente? Nunca he escuchado o notado nada extraño por parte de Tom, todo esto es tan confuso…
Pensé que tenía una verdadera oportunidad con el ¿Serán solo ilusiones mías? Tantas preguntas, sin respuestas.
—Jenny, Anni, está todo listo para almorzar —Las dos saltamos de la impresión— ¿Paso algo? ¿Todo está bien? —se adentra bien a la cocina algo preocupada.
—Si —Sonreí— Todo está bien.
Ya no quiero hablar sobre esto, creo que prefiero evitarlo todo lo posible, al menos por ahora, tarde o temprano, todo pesa en la vida.
—Les parece si servimos aquí y llevamos los platos hasta el comedor— Comenta florecía.
—Sí —respondo rápidamente, queriendo salir de todo este momento incómodo —¿Podrías llamar a los chicos para que los lleven por favor?
Beth y yo preparábamos los platos, Florecía, Constanza arreglaron la mesa, mientras los chicos llevaban los platos, servicios y vasos a la mesa del comedor.
—No, ese no —era el último plato que quedaba sobre el mesón de la cocina.
—¿Por qué? —me preguntó Beth— ¿Van a ponerle algo más?
—Es el mío —digo simplemente— no es necesario que se lo lleven.
—¿No comerás con nosotros? —pregunta Beth asombrada— la idea de hacer este almuerzo es pasar tiempo juntos, conocernos y compartir.
—No coman ustedes, yo comeré arriba —digo un poco triste. Estaba muy ilusionada con esta tarde, pero después de esa conversación incomoda de hace algunos minutos, ya no quiero enfrentarme a Tom tan cerca de Beth, voy a sospechar todo el tiempo de él, observando cada movimiento y analizando cada palabra que él diga.
—¿Por qué? —esta vez habló Constanza— no tiene sentido.
—No quiero molestar —digo intentado salir de la cocina.
No se me ocurre ninguna excusa que pueda dar.
—Hay esta niña —Beth toma el plato y me toma de la mano arrastrándome al comedor.
—Levántate de ahí —le dice Jordán, de una forma muy poco amigable.
Tom estaba sentado en la cabecera y los chicos a los lados, estaban conversando muy amigablemente.
—¿Qué pasa? —pregunta Tom realmente confundido por la situación.
—Anni quería comer arriba, pero yo dije que no, así que Jordán siéntate en otro lado. Anni debe sentarse al lado de su esposo.
Jordán se levanta y se sienta en otro lado, Beth prácticamente me tira a la silla y me pone mi plato en frente.
—¿Querías comer arriba? —me pregunta Tom, solo para que yo escuche, se veía algo dolido— ¿Por qué? ¿Sucedió algo para que cambiaras de opinión?
—No quiero incomodar —digo algo apenada.
—No incómodas Anni, me gusta que este aquí —toma mi mano por encima de la mesa.
—Ya par de tórtolos están en público, esperen a que nos vayamos —dice John riéndose— tienes varias horas solo para ustedes, por ahora regúlense y respiren profundo.
No te pongas roja Anni, no te pongas roja.
El almuerzo transcurre de lo más normal y divertido, ellos entendían nuestra situación así que nunca dijeron algo que nos incomodara por ejemplo hablar sobre bebés, o cuando pensábamos tener un hijo, la verdad prefiero no pensarlo.
—Tom ¿Que paso con tu mano? —su mano derecha tenía unas heridas en los nudillos, recién ahora me percato de eso.
—Nada —intenta ocultarla.
—Muéstrame ¿Que sucedió? ¿Te peleaste con alguien? —me estaba asustando, Tom no es alguien agresivo. Mire a los demás, pero ninguno decía nada, al contrario, solo desviaban la mirada.
—Le dio su merecido a Tyler —dice Matías con un notorio tono de rabia en su voz.
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Editado: 30.09.2019